Guerra de Corea

La península de Corea se convirtió en colonia japonesa desde la primera década del siglo XX, y fue a partir de entonces que Japón trató de aniquilar todo intento de aspiración nacionalista y de autonomía política. Se buscó imponer el idioma japonés en las escuelas de modo que se prohibió a los coreanos comunicarse en su lengua nativa, en pocas palabras, los japoneses pretendieron acabar con las costumbres y la cultura coreana para implantar la suya a través de un férreo control militar.

En la Conferencia de El Cairo (1° de diciembre de 1943), los Estados Unidos, Gran Bretaña y China se comprometen a restaurar la autonomía de Corea. La rendición japonesa ante las tropas soviéticas en el norte y el ejército estadounidense en el sur (agosto y septiembre de 1945 respectivamente), abría la posibilidad, a través de una consulta con las organizaciones sociales y los partidos democráticos existentes, del establecimiento de un gobierno provisional representativo de toda la península para conquistar su independencia.

Conferencias del Cairo 1943

Conferencias del Cairo 1943

La decisión de este propósito político quedó en manos de los ministros de asuntos extranjeros de Estados Unidos, la URSS, Gran Bretaña y China reunidos en Moscú (diciembre de 1945). Sin embargo, las posiciones discordantes entre soviéticos y estadounidenses orillaron a que el asunto de Corea fuera llevado a la Asamblea General de la ONU para mediar y promover elecciones libres con el afán de unificar al país sin éxito alguno, debido a la oposición soviética de negar el acceso a los representantes del organismo mundial (noviembre de 1947).

Desde entonces el paralelo 38° se erige como frontera entre las dos zonas de ocupación. Es importante subrayar que en este periodo las superpotencias desencadenan, al interior de cada zona, fuerzas políticas e instalan instituciones que obstaculizan la unidad política y territorial, alimentan el antagonismo al formar parte de su área de influencia, capitalista o comunista.

Bajo la anuencia de los Estados Unidos y la supervisión de la ONU, se celebran elecciones generales en la zona sur (10 de mayo de 1948). De esta forma la Asamblea Nacional Constituyente promulga una Constitución que avala un régimen presidencial con amplias facultades. Asume la presidencia de la república el viejo nacionalista Sygman Rhee –en 1919 se había investido de presidente del Gobierno Provisional de Corea-, quien proclama la República de Corea del Sur, con capital en Seúl (15 de agosto de 1948), y cuyo gobierno es reconocido como el único legal de Corea por parte de la Asamblea General de la ONU; éste contó, además, con el respaldo del gobierno de los Estados Unidos.

Sygman Rhee instaura un gobierno militar que mantiene estrecha relación con la burocracia y la policía adiestradas durante la ocupación japonesa, es decir, mostraron un servilismo pro-colonialista. La estructura social y la tenencia de la propiedad casi se mantuvieron intactas.

En la zona norte, desde el arribo de las fuerzas soviéticas, se organizan comités populares que reemplazan a los órganos de administración japonesa hasta transitar hacia una confederación bajo el control de la Unión Soviética.

Seguidamente, se funda la Oficina Administrativa de las Cinco Provincias con sede en Pyongyang (octubre de 1945) y se instituye el Partido de los Trabajadores de Corea del Norte (julio de 1946) liderado por Kim Il-sung que había comandado el Ejército Revolucionario del Pueblo Coreano en la lucha contra los japoneses en la frontera entre China y Corea.

Kim Il-sung

Kim Il-sung

También se efectuaron elecciones generales para nombrar a los miembros de los comités provinciales y municipales, y de esta forma establecer la Asamblea Popular Norcoreana que tendría la facultad de designar un Comité Constitucional Provisional encargado de elaborar un borrador constitucional, el cual se aprobó con el título de “Constitución de la República Popular” (28 de abril de 1948).

El territorio del norte era el menos poblado. Pero en contraste con el sur disponía de recursos mineros, energéticos e hidráulicos, y contaba con industrias y una agricultura redituable. El gobierno aplicó una reforma agraria que benefició a los campesinos y trastocó los bienes de los terratenientes.

Oficialmente la Asamblea Popular Suprema proclama la República Democrática del Corea del Norte con capital en Pyongyang, asumiendo la presidencia Kim Il-sung (9 de septiembre de 1948). Recibió el reconocimiento del gobierno soviético.

La península coreana sería uno de los escenarios de la guerra fría situada en un espacio geográfico propicio para la irradiación comunista proveniente de China y de la URSS, y de la política de contención de los Estados Unidos para dispersar el efecto dominó en el Este asiático. Sygman Rhee y Kim Il-sung reclamaban el derecho de gobernar todo el país.

Corea del Norte, aprovisionada de armamento soviético, tomó la iniciativa al invadir Corea del Sur (25 de junio de 1950). El Consejo de Seguridad de la ONU condena la irrupción norcoreana, y ante la ausencia de la URSS en protesta por la representación de la China nacionalista en el máximo organismo pacifista en lugar de la República Popular China, autoriza a los Estados Unidos comandar una fuerza internacional integrada por tropas de Australia, Gran Bretaña, Canadá, Nueva Zelanda, China Nacionalista, Francia, Holanda, Colombia, Grecia, Turquía, Panamá, Filipinas y Tailandia para apoyar a Corea del Sur. El general Douglas MacArthur dirige el mando unificado de las fuerzas de la ONU, y dispone de las tropas estadounidenses asentadas en Japón y en Taiwán (China Nacionalista) para desembarcar en las costas de Corea del sur. En septiembre de 1950 el territorio queda despejado de comunistas.

La Guerra de Corea 1950-1953

La Guerra de Corea 1950-1953

La Guerra de Corea 1950-1953

Douglas MacArthur y Syngam Rhee

Desde la perspectiva del presidente estadounidense Harry S. Truman la invasión norcoreana era un plan soviético para extender el comunismo, y la mejor estrategia para su contención era impulsar una contraofensiva. En octubre de 1950 las tropas bajo la bandera de la ONU - mayoritariamente estadounidenses-, cruzaron el paralelo 38° logrando apoderarse de Pyongyang, ejerciendo el control de dos tercios de Corea del Norte hasta las inmediaciones del río Yalú en la frontera con la China comunista. Tal situación, según los dirigentes comunistas chinos, representaba una amenaza para la integridad territorial ante un posible ataque de los Estados Unidos con el apoyo de los nacionalistas chinos refugiados en Taiwán, por lo que esta nación decide intervenir en la guerra con un ejército masivo expulsando de norcorea al ejército multinacional, franqueando el paralelo 38° y culminando con el asalto de Seúl (enero de 1951).

Douglas MacArthur exhorta a Truman a llevar a cabo el bombardeo atómico sobre China, solicitud que no es aceptada ante el peligro de desatar un conflicto mundial. MacArthur fue destituido relevándolo el general Matthew Bunker Ridgway quien logra desalojar a los comunistas de Corea del Sur (junio de 1951) estabilizando el frente y fortificando el paralelo limítrofe de las zonas norte y sur del territorio. Después de ataques y contrataques entre los bandos se celebraron una serie de negociaciones que culminan el 27 de julio de 1953 con la firma del armisticio de Panmunjon, lo que en la práctica consagra la división de Corea en dos estados separados por el paralelo 38°.

  • Estados Unidos y la URSS

    Soldados estadounidenses de las naciones unidas agazapados ante una eventual amenaza en Inchon, 1950.

  • Estados Unidos y la URSS

    Tropas chinas en Corea del Norte

  • Estados Unidos y la URSS

    Firma del armisticio de Panmunjom, 27 de julio de 1953

La guerra de Corea, rememorada como la guerra caliente de la fría, confirmó que Estados Unidos no iba a aceptar la instauración de nuevos regímenes comunistas en Asia, pero también lo arriesgado de emplear la bomba atómica como arma práctica, y la necesidad de llegar a algún tipo de coexistencia entre los bloques capitalista y comunista.