Impacto mundial

En EU el Nuevo acuerdo concluye en 1938 sin que haya terminado con la recesión económica, no obstante, sentó las bases para la estabilidad y la recuperación. Socialmente, las medidas de protección mejoraron las condiciones de vida de los estadounidenses haciendo menos perniciosos sus efectos sobre ellos, con esto se volvía a confiar en el régimen liberal democrático, debilitado en Europa, más cuando el autoritarismo nazi y fascista comenzaba a tomar auge. Las leyes y programas implementados para frenar la crisis configuraron un capitalismo reformado con regulación estatal, de inspiración keynesiana, que puso el acento en fomentar la “demanda” de bienes y servicios, como de materias primas para la industria, a partir de fortalecer los ingresos en los sectores productivos y de las familias.

construccion infraestructura pública

Así, con el incremento del gasto público se propició un efecto multiplicador en la generación de empleos a partir de incrementar la inversión, los ingresos y el consumo.

Si bien Alemania y EU respondieron de maneras similares a la crisis, las consecuencias fueron muy diferentes. Inicialmente el gobierno alemán endureció las políticas del patrón oro para evitar la fuga de capitales, pero dados los pánicos bancarios de 1930 y 1931, se pasó a un régimen de tasas de cambio flotantes, con intervención del gobierno y del banco central; las autoridades adoptaron medidas proteccionistas en comercio exterior para favorecer a la industria nacional.

Por su parte, la política fiscal de gasto gubernamental para crear empleos siguió siendo estrecha. Cuando en 1932 el desempleo había alcanzado la cifra de seis millones —con el consecuente descontento social— los nazis aprovechan la coyuntura para impulsar el triunfo de Hitler y poner fin a la república de Weimar (1919-1933).

El gobierno alemán elaboró un programa de rearme y obras públicas, trabajo agrícola y forestal, esto quiere decir que favoreció la creación de empleos tanto por los estímulos a la industria militar como por la creación de infraestructura, aunado a una suerte de servicio militar laboral. Esto requirió un incremento del gasto público orientado a inversión. Paralelamente se procedió a disolver sindicatos, perseguir socialdemócratas y judíos, exterminar comunistas, prohibir partidos políticos, excepto el nazi, y el control absoluto de medios de comunicación.

Los efectos de la crisis económica internacional fueron diferenciados, por ejemplo, contribuyó a fortalecer el fascismo en Italia, polarizar a Francia, debilitar a la Segunda República española y propiciar la Guerra Civil. Aun con estos resultados, de 1932 a 1938 se dio una recuperación de la economía; en Europa, el mayor crecimiento estuvo en Alemania, en otros países como Francia, EU, Bélgica, China y la India, fue modesto; en la URSS, Stalin se vertió al desarrollo de la industria pesada y bélica, alcanzando un crecimiento económico notable. Por su parte, Japón se recuperó rápidamente y empezó a proyectar su expansión imperial con la invasión a Manchuria en 1932, de donde obtuvo minas y nuevas fábricas, teniendo como base el aumento del gasto militar.

En América Latina, durante los primeros dos años de crisis no se quiso romper con el patrón oro, pero debido a la salida de capitales los gobiernos de esta región optaron por esta medida y realizaron reformas tendentes a conservar sus reservas monetarias, como los controles de cambio y la reducción del gasto público.

cartel nazi

Cartel durante el gobierno nazi: “Hitler construye. Ayuda. Compra mercancías alemanas”

También intentaron salvar a sectores exportadores debido a que de 1929 a 1932 la crisis afectó fuertemente el comercio exterior. Además, uno de los problemas más acuciantes en la mayoría de naciones latinoamericanas fue el pago de deudas que habían contraído con EU y países europeos. Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Perú se declaran unilateralmente en moratoria entre 1931 y 1932; en cambio, Venezuela y Argentina no suspenden sus pagos. En el caso de México, por la revolución, el gobierno se declaró en moratoria desde 1914. En la mayoría de los casos la renegociación de las deudas se realizó hasta la década de 1940. La moratoria permitió atenuar el impacto de la crisis financiera y comercial internacional, contribuyendo así a un crecimiento económico moderado después de 1932; no obstante, se estaban creando condiciones para encaminar a las economías hacia un proceso de sustitución de importaciones.