La revolución industrial del siglo XVIII llevó a las sociedades occidentales a ejercer cambios en distintos campos de la vida social y técnica, aunque no necesariamente al parejo de las explicaciones experimentales desde el campo de la ciencia, lo cual ocurriría a finales del siglo XIX y particularmente en la primera mitad del siglo XX, hasta lograr desarrollos sorprendentes. La técnica se puso al servicio de la creación de bienes materiales, cuyas implicaciones no sólo fueron sociales, sino además artísticas y culturales.
La creación de la radio, la fotografía, el cine, y su ulterior desarrollo avizoraron cambios en la vida social y cultural de las sociedades occidentales, cuya propagación permitiría alcanzar su influencia en diferentes latitudes del planeta. El surgimiento de la industria de las comunicaciones permitió poner al alcance de las sociedades urbanas y rurales la información y, más aún, formas o estilos de vida cultural, de ahí su denominación como medios masivos de comunicación. Aquí los grandes productores encontraron la oportunidad de hacer llegar a más gente, mediante la publicidad, la información de infinidad de productos generados gracias a los avances tecnológicos vinculados a la industria, la educación, a los nuevos sistemas de organización de trabajo y al dinamismo económico de posguerra; de hecho, la década de 1920 representó años de opulencia -hasta la crisis de 1929- se trató de estimular la compra de lo que el mercado ofertaba, era la víspera de la sociedad de consumo. La moda también se transformó logrando ser un signo de lo moderno, así como expresión de la abundancia.
Revisa qué pasó con la fotografía y el cine durante esta época en las siguientes pantallas…