Crisis de la democracia

   Haz clic en el reproductor para escuchar lo que el historiador Eric Hobsbawm (1995: 116-117) señala en su obra Historia del siglo XX:

Eric Hobsbawm

Eric Hobsbawm (Londres, 1917 - 2012)

Dar una respuesta sencilla a los interrogantes planteados por el historiador Eric Hobsbawm y los contemporáneos de la década de 1920, es difícil. Lo que debemos tomar en cuenta es que la Primera Guerra Mundial agotó a los países europeos y obligó a sus sociedades a dedicarse a la reconstrucción económica, política y social.

Durante estos años, las masas expresaron su inconformidad con la democracia liberal y el sistema capitalista. Al inicio de la década de 1920 parecía que las democracias iban a fortalecerse, porque sobre las cenizas de los imperios derrotados nacieron algunos nuevos Estados que adaptaron un gobierno constitucional, pero fue nada más una ilusión pronto surgieron los totalitarismos, comunismos, socialismos que sacudieron el orden político. Así en 1940 solamente quedaron 6 países democráticos de los 34 que hubo en 1920. ¿Por qué ese cambio?

El sistema político liberal que desde el siglo XIX había sido elitista y reducido a una casta gobernante, no contaba con los mecanismos para incluir a los diferentes grupos sociales (obreros, campesinos, clase media, mujeres) y defender sus intereses. En este sentido, tres factores explican la crisis del orden político liberal. (Villares y Bahamonde, 2012: 267-270):

  1. la ampliación del sufragio
  2. los estragos de la guerra
  3. la heterogeneidad social

En primer lugar, hasta principios del siglo XX los parlamentos habían sido el espacio de unos cuantos privilegiados, que mediante un sistema censitario (basado en la riqueza y el nivel de instrucción) obtenían el derecho de representar al “pueblo”, o mejor dicho, a sus intereses de clase.

Espectro político

Espectro político (Amparán, F.J., 2009: 80)

Los conceptos de izquierda y derecha política tienen su origen en la Revolución Francesa de 1789. En la asamblea constituyente los revolucionarios se sentaron al lado izquierdo y defendieron la igualdad social y la obtención de derechos; mientras tanto los conservadores (nobleza y clero) se sentaron al lado derecho y defendieron los privilegios, considerando que las desigualdades sociales son naturales e inevitables. Desde entonces, se suelen designar las ideologías políticas que defienden el cambio y la defensa de los derechos sociales como la “izquierda”; la derecha defiende por el contrario a las clases privilegiadas y se opone al cambio social.

La industrialización, el grado de escolarización, la presencia de los partidos socialistas, la organización de los sindicatos y las asociaciones populares vinculadas a las iglesias, así como la presencia de la mujer, forzaron el camino para la obtención del sufragio universal. Al mismo tiempo los clubes de notables políticos se convierten por primera vez en partidos políticos de masas, inspirados por los partidos socialistas de Alemania, Inglaterra y Francia así como por los sóviets rusos, con dirigentes y miles de afiliados. Esos cambios obligaron a las élites a aceptar las nuevas reglas de juego de la política y adoptar nuevas estrategias para asegurar su posición. Estas reglas pocas veces fueron respetadas y tal vez es válido decir que la destrucción de la democracia liberal fue provocada por el rechazo de un reordenamiento social y político por parte de las burguesías y aristocracias que habían mantenido el poder durante los últimos cien años.

Para muchos trabajadores e intelectuales, las potencias capitalistas habían destruido los fundamentos de la sociedad y culpaban a sus gobiernos de llevar al pueblo al matadero en beneficio del capital. Debido al malestar socioeconómico, e inspirados por la Revolución Rusa, los trabajadores se movilizaron y adquirieron una fuerza notable por medio de sindicatos, para exigir cambios políticos. A consecuencia de ello, los sectores más conservadores y anticomunistas se organizaron, apoyando económicamente a distintos movimientos y gobiernos autoritarios.

Los casos más importantes en Europa fueron los de Italia y Alemania:

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Squadre d'Azione

Camisas negras, nombre dado a los miembros del Squadre d'Azione (escuadrón de acción) paramilitar fundado en Italia en 1919

En Italia las expectativas de los gobiernos y de la sociedad no fueron cumplidas con los tratados de paz de 1919, a pesar de haber pertenecido al bando de los aliados. La monarquía era débil y la economía caótica; en este contexto, Benito Mussolini, un antiguo socialista, generó un movimiento ultranacionalista que bautizó como fascismo.

Partido Nacional Socialista Obrero Alemán

Desfile de Fuerzas del Servicio del Trabajo en una concentración del Partido Nacional Socialista Obrero Alemán

Mientras tanto en Alemania se construía una nueva república democrática conocida como la República de Weimar, que a pesar de tener una constitución social moderna, no pudo consolidarse debido a la crisis económica internacional y la oposición interna de ciertas élites y grupos de desempleados y excombatientes de la Primera Guerra Mundial, dando así lugar al crecimiento de extremismos como el del Partido Nazi.

En segundo lugar, las democracias más frágiles fueron sobre todo las de los países derrotados durante la guerra. Especialmente en los Estados que surgieron a raíz de la disolución de los imperios de Alemania, Austria-Hungría, o el Turco-otomano; los cuales tenían la doble tarea de construir naciones nuevas y una cultura democrática que hasta ese momento casi no había sido practicada.

En tercer lugar, dentro de los países prevalecía una notable desigualdad social y una heterogeneidad étnica, lingüística y religiosa que generaba nuevas tensiones entre minorías, así como nacionalismos, especialmente en la región de Europa Central y la región balcánica.

A diferencia de Europa, los Estados Unidos de América conocieron un sostenido despegue económico a mediados de la década de 1920 que se conoce como “los felices años o locos años veinte”; caracterizado por una expansión de la producción industrial, la masificación de bienes de consumo (automóvil, radios, lavadoras, refrigeradores, planchas eléctricas), la especulación bursátil y nuevas expresiones culturales como el cine, el jazz, etc. A pesar de ese dinamismo boyante, los Estados Unidos se retiraron de la escena política internacional, el Congreso dominado por los republicanos conservadores no aceptó ingresar a la Sociedad de Naciones y trataron sacar provecho de su nueva riqueza para pasarlo lo mejor posible. En lugar de centrarse en Europa, dirige su interés hacia América Latina, interviniendo directamente en Centroamérica y el Caribe y estableciendo una “Política de Buena Vecindad” con los países sudamericanos más grandes.

Mujeres estadounidenses en la década de 1920

Mujeres estadounidenses en la década de 1920

El colapso de las democracias en Occidente y el crack de la bolsa de Nueva York en 1929 fortalecieron los regímenes de derecha en muchos países europeos y también en Japón y en América Latina. La década de 1930 es la época de los totalitarismos: el fascismo italiano, el nazismo alemán, el militarismo japonés, el falangismo y el franquismo español.

Estos regímenes impulsaron el desarrollo capitalista al igual que los países con regímenes democráticos, pero diferían en las vías a seguir. Mientras en los sistemas políticos liberal-burgueses consideraban que el Estado debería intervenir lo menos posible en la vida socioeconómica y proteger la libertad de comercio y la propiedad privada, los regímenes totalitarios proponían un Estado omnipotente que regulara todo.

Suprimieron las libertades y garantías liberales; eran dictaduras generalmente de ideología nacionalista, racista, militarista e imperialista; y controlaron a través de un estado fuertemente centralizado todos los aspectos de la vida del pueblo. Con ellos, se abandonaron las formas republicanas de gobierno que habían sido populares del siglo XIX e inicios del siglo XX, las cuales fueron respetuosas por los derechos y libertades de los ciudadanos, expresados en las constituciones.

Totalitarismos

Estos ideales de la Ilustración y del liberalismo político se abandonaron para dar lugar a los totalitarismos, prevaleciendo el autoritarismo, la sumisión de los ciudadanos, el poder del ejército y las fuerzas policiacas.

Evolución histórica del nazismo y el fascismo

Fuente: Espartanos y atenienses. El blog de Historia Universal. Recuperado de https://clistenes.files.wordpress.com/2013/06/fascismo-y-nazismo.jpg (octubre, 2015).