1917. Revolución de Febrero

“Paz, tierra y pan y todo el poder para los sóviet”

Lenin

Revoluciones de 1917

La participación de Rusia en la Gran Guerra agravó la situación económica de la nación y provocó, en enero de 1917, los primeros motines y saqueos a panaderías; entre el 23 y 25 de febrero siguiente los obreros se manifestaron en la capital Petrogrado e hicieron una Proclama oficial exigiendo el fin del zarismo. El gobierno reprimió al pueblo el 26 de febrero, pero esta vez la situación era incontrolable, el mismo ejército principal víctima de la guerra fraternizó con los huelguistas, lo que finalmente obligó al zar a abdicar el 2 de marzo.

Proclama del Soviet de Petrogrado (28 de febrero de 1917)

El antiguo régimen ha llevado al país a la ruina y a la población al hambre. Era imposible soportarlo por más tiempo, y los habitantes de Petrogrado han salido a las calles para manifestar su descontento. Han sido recibidos a balazos. En lugar de pan, han recibido plomo. Pero los soldados se han negado a cargar contra el pueblo y se han vuelto contra el gobierno. Juntos, se apoderaron de los arsenales, los fusiles e importantes órganos del poder. El combate continúa y debe llevarse hasta el final. El viejo poder debe ser derrocado para dar lugar a un gobierno popular. El pueblo debe crear sus propios órganos de gobierno. Ayer, 27 de febrero, se formó un Sóviet de Diputados obreros compuesto por representantes de las fábricas, talleres, partidos y organizaciones democráticas y socialistas. El Sóviet, instalado en la Duma, se ha fijado como tarea esencial organizar las fuerzas populares y luchar por la consolidación de la libertad política y del gobierno popular.

Invitamos a toda la población a adherirse inmediatamente al Sóviet, a organizar comités locales en los barrios y a tomar en sus manos el gobierno de los asuntos locales. Todos juntos, unidas nuestras fuerzas, venceremos hasta barrer completamente al viejo gobierno y reunir una Asamblea Constituyente sobre las bases del sufragio universal, igual, secreto y directo.

Arenga publicada en Isvestia, portavoz del Soviet.
15 de marzo de 1917.

Revoluciones de 1917

Asamblea del sóviet de Petrogrado en 1917

Ni el hermano el “gran duque” Miguel, ni el hijo enfermizo Alexei estaban en condiciones de gobernar; se formó a toda prisa un gobierno provisional encabezado por Alexander Kerenski formado principalmente por integrantes del Partido Democrático Constitucional o de los kadetes, el viejo aparato imperial, socialdemócratas moderados o mencheviques y los socialistas.

Se encarceló al zar, se decidió seguir en la guerra con Alemania y se disolvió la estructura imperial, además, se reconocieron los derechos de independencia de Finlandia y Polonia y se abolió la policía estatal, entre otros.

No obstante, el gobierno provisional tuvo que enfrentarse a los mismos problemas de la monarquía y no contaba con las estrategias y los recursos necesarios para revertir las problemáticas de un país en guerra y en crisis social, política y económica. Las élites en las regiones cercanas y lejanas de la capital no reconocieron al nuevo gobierno y conspiraron en contra de Kerenski, cuyo poder se vio limitado prontamente frente al Sóviet de Petrogrado, el cual era mucho más revolucionario y en el que obreros, campesinos y soldados encontraron representación. Asimismo, se formaron dos poderes: por un lado, el de los Sóvietes (obreros y campesinos) y por otro, el gobierno provisional (intelectuales y burgueses). De acuerdo con el primer ministro, el príncipe Gueorgui L´vov, “el sóviet tenía el poder sin autoridad, mientras que el gobierno provisional tenía la autoridad sin el poder.”

Alexander Kerenski

Alexander Kerenski, en su oficina, 1917

Las tesis de abril

1. Nuestra actitud hacia la guerra, que sigue siendo una guerra imperialista y de rapiña, debido al carácter capitalista de ese gobierno, no admite concesión alguna por pequeña que sea (...).

2. La peculiaridad del momento actual en Rusia es el paso de la primera etapa de la Revolución, que ha dado el poder a la burguesía por carecer el proletariado del grado necesario de conciencia y organización, a su segunda etapa, que debe poner el poder en manos del proletariado y de los sectores pobres del campesinado (...).

3. No dar ningún apoyo al Gobierno Provisional.

4. Reconocer que, en la mayor parte de los sóviets de diputados obreros, nuestro partido está en minoría y, por el momento, una minoría reducida, frente al bloque de todos los elementos pequeño-burgueses oportunistas (...). Explicar a la masa que los sóviets de diputados obreros son la única forma posible de gobierno revolucionario.

5. No a una república parlamentaria (...) sino una república de los sóviets de diputados obreros...

6. En el programa agrario, trasladar toda la atención a los sóviets de los jornaleros agrícolas. Confiscación de todas las tierras de los terratenientes. Nacionalización de las tierras del país de las que dispondrán los sóviets locales...

7. Fusión inmediata de todos los bancos del país en un banco nacional único, sometido al control de los sóviets de diputados obreros.

8. Nuestra tarea inmediata no es la introducción del socialismo, sino sólo poner enseguida la producción social y la distribución de productos bajo el control de los sóviets de diputados obreros (...).

V.I. Ulianov (Lenin), 3 de abril de 1917.

El caldo revolucionario en Rusia solamente se había iniciado en febrero. En los meses siguientes los intereses de la burguesía y de las masas fueron agrandando las diferencias de clase y las reclamaciones de independencia de diversos países como Finlandia, Polonia, Lituania, Estonia, Letonia, Ucrania y los pueblos del Cáucaso, no se hicieron esperar. Entre febrero y octubre el partido bolchevique fue ganando paulatinamente terreno en las elecciones municipales y Lenin, de 47 años, se fue perfilando como líder indiscutible; las masas participaron en las luchas obreras para que los salarios crecieran al mismo ritmo que los precios (inflación), se mejoraran las condiciones laborales y también para impedir que los capitalistas cerrasen las fábricas en tiempos de carestía.

Lenin en la fábrica Putilov en mayo de 1917

Lenin en la fábrica Putilov en mayo de 1917, Isaak Brodsky, 1929.

Los bolcheviques se dieron a la tarea de concientizar a los campesinos, obreros y militares rusos de participar en la política a través de los Sóviet. En agosto de 1917 el gobierno provisional tuvo que hacer frente a un intento de golpe de estado del general Kornilov, éste fracasó por la presencia de los militares probolcheviques.