Desde tiempos muy remotos el hombre se dio cuenta de la variedad de organismos que lo rodeaban, por lo que tuvo la necesidad de clasificarlos y para hacerlo usó el sistema empírico, es decir, que se basaba en la experiencia. Los organismos fueron agrupados por su utilidad, por ejemplo, los que servían de alimento, los que eran de sabor agradable, los que le causaban daño o le proporcionaban las mejores pieles, etc.
Con el paso del tiempo se fue acumulando información sobre el conocimiento de los organismos como, el lugar donde se encontraban, sus características, hábitos, etc., es decir que el estudio de estos contribuyó a que las clasificaciones fueran más complejas, por lo que desde hace mucho tiempo se ha intentado crear un sistema de clasificación que sea universal y que permita conocer e identificar las características de todos los seres vivos que existen y las relaciones que guardan entre ellos, para hacer grupos naturales. Algunos de los criterios que se utilizan, son, por ejemplo; las diferencias o semejanzas que hay entre los organismos, sus relaciones evolutivas, entre otras.
A lo largo del tiempo ha habido una gran cantidad de intentos de clasificaciones, desde la forma más sencilla que fue dividirlos en animales y vegetales (primera clasificación científica), hasta los cinco reinos y los tres dominios en los cuales se clasifican actualmente. Para llegar a esto se requirió del aporte de numerosos científicos y del desarrollo tecnológico (microscopio, secuenciación de ADN, etc.), que han permitido agruparlos en categorías taxonómicas.
Otra particularidad es que en la actualidad cada especie cuenta con un nombre científico único y universal que la distingue, independientemente del idioma o lugar en el que se encuentre.
Con este material conocerás los criterios utilizados para clasificar los sistemas biológicos en cinco reinos y tres dominios.