Existe una gran variedad de organismos viviendo en la Tierra, por lo que es importante estudiarlos y organizarlos.
La sistemática (Gr. sistema – lo que se pone junto) es la ciencia que se encarga del estudio de la diversidad biológica y sus relaciones evolutivas; incluyendo la identificación, la clasificación de los organismos y el estudio comparativo de las características de las especies.
La nomenclatura es la parte de la sistemática que se encarga de asignarles el nombre científico a los organismos. Otra parte importante de la sistemática es la taxonomía (Gr. taxis -arreglo u ordenación y nomos – ley), ya que se encarga de identificar, nombrar, describir y clasificar a los organismos; es decir, los coloca en categorías taxonómicas o taxones ordenados jerárquicamente, en las que cada categoría incluye a las demás; estas reflejan las semejanzas que existen entre las estructuras y sus relaciones evolutivas.
Los organismos se clasifican para ordenarlos y agruparlos en clases, de acuerdo a las características que tienen en común y al grado de parentesco que existe entre ellos, es decir, tomando en cuenta su historia evolutiva (filogenia).
El sistema de clasificación que actualmente se usa es jerárquico (de mayor a menor) y consta de ocho categorías taxonómicas principales o grupos en que se clasifican los organismos que son: “especie” (conjunto de organismos semejantes que pueden cruzarse entre sí y producir descendencia fértil) y es la unidad fundamental de clasificación así como la categoría más particular; el “género” agrupa especies similares; la “familia” agrupa a los géneros semejantes; el “orden” agrupa a las familias; la “clase” agrupa a los órdenes; el “phylum”agrupa a las clases; el “reino” agrupa a los phyla* (plural de phylum); y el “dominio” que agrupa a los reinos es la categoría más general.