La Reforma

Símbolo sobre la iglesia reformada
Símbolo sobre la iglesia reformada

Se conoce como Reforma al movimiento de rebelión contra la Iglesia Católica que implica la ruptura de la unidad religiosa en Europa. Iniciada por Martín Lutero a principios del siglo XVI, busca una reforma o restauración en la iglesia para darle su pureza y organización primitivas. Las causas de este movimiento son de orden religioso, moral, político, social e intelectual.

Durante la Edad Media la Iglesia Católica tenía el poder de un Estado y el Papa gobernaba como soberano. Su elección dependía con frecuencia de los intereses políticos de los señores italianos o extranjeros, y en múltiples ocasiones fueron hombres impuestos por la fuerza de las armas. Además, la Iglesia Católica rivalizaba con el poder de los gobiernos laicos, pues intervenía en la coronación de los monarcas, contra quienes lanzaba la excomunión cuando se le declaraban en rebeldía.

A veces, los altos cargos eclesiásticos se otorgaban a nobles mal preparados como religiosos, que codiciaban tales funciones para gozar de las ventajas materiales que ofrecían. El alto clero con frecuencia acumulaba enormes riquezas, llevaba una vida mundana y licenciosa, no practicaba el dogma y abusaba de su poder y prerrogativas.

Al renovarse el procedimiento del estudio científico se renueva el procedimiento del estudio teológico y filosófico. Los humanistas pregonan el libre examen e invitan a los cristianos a valerse de su propia razón y conciencia para normar su vida religiosa, para interpretar su religión, para resolver sus problemas espirituales y para buscar la verdad directamente en la Biblia.

La rebeldía intelectual que cunde por toda Europa favorece el despertar de las nuevas aspiraciones. Con la Reforma se afirma la actitud crítica de la razón, el derecho humano y la libertad de conciencia. Amén de que obligó a la Iglesia Católica a tratar de corregir sus males.

Los movimientos de reforma ayudan a consolidar el poder real en algunas naciones, favoreciendo el crecimiento de nuevos Estados, o asegurando el libre examen y el triunfo de la libertad de conciencia en algunos países. La reforma permite la independencia de varios Estados alemanes frente a los Habsburgo y la Iglesia Católica, la emancipación de la pequeña nobleza y de las ciudades libres germanas; la consolidación de la monarquía absoluta en Inglaterra y Suecia; la afirmación del nacionalismo en Suiza; la ampliación del territorio de Prusia; el enfrentamiento de la nobleza escocesa hacia la Corona Inglesa; el fin de la guerra de sucesión en Dinamarca; la independencia en Holanda.

Martín Lutero (1483 - 1546)

Monje agustino, doctor en Filosofía y Teología, afirmaba que la voluntad del hombre estaba manchada por el pecado original, y que sólo podría salvarse por su fe en Dios.

Ante la venta de “indulgencias” de 1517, otorgada por el Papa León X para terminar la Basílica de San Pedro, Lutero fija en la puerta de la catedral de Wittenberg noventa y cinco tesis contra ellas. Asimismo, establece el libre examen de la Biblia, la desaparición de la jerarquía eclesiástica, la simplicidad del ritual cristiano, la abolición del celibato eclesiástico, la negación de los sacramentos -con excepción del bautismo y la eucaristía-, la sumisión de la iglesia al poder del estado, la secularización de los bienes eclesiásticos, la supresión de los ayunos, las peregrinaciones y la veneración de las reliquias, la substitución del latín por el alemán en los oficios religiosos y, finalmente, afirma que el Papa no tiene derecho a perdonar lo pecados de los hombres y, por ende, niega el valor de las indulgencias.

En 1519 Lutero afirma que sólo la palabra de Dios era infalible, transgrediendo con ello la infalibilidad del Papa, quien lo ataca de hereje. En respuesta, Lutero manifiesta que los eclesiásticos no son superiores a los laicos y que no deben ser los únicos con el privilegio de interpretar las Sagradas Escrituras, pues todo ser dotado de razón e iluminado por la gracia de Dios puede juzgar y entender la verdad.

De igual forma, pide que los cristianos germanos en un “libre Concilio” se desliguen del “régimen diabólico de los romanos”, creen su propia iglesia y dejen de enviar dinero al Sumo Pontífice. El Papa manda quemar los escritos y lo amenaza con la excomunión si no se retracta. Lutero quema públicamente la bula pontificia, por lo cual es excomulgado en 1520.

El emperador Carlos V interviene ante el apoyo que varios príncipes alemanes y múltiples burgueses brindan a Lutero. Se le otorga el permiso de defenderse públicamente del cargo de hereje en una reunión o Dieta efectuada en 1521 en Worms, donde no se retracta y hace profesión de su nueva fe. La Dieta lo condena, pero le permite retirarse. En respuesta, Carlos V prohíbe, mediante el edicto de Worms, la divulgación de la nueva doctrina. Lutero se esconde en el castillo de Warthburgo durante dos años, tiempo en el cual se dedica a traducir la Biblia al alemán y a escribir folletos de propaganda en los cuales afirma que la única forma de sanear la iglesia cristiana es destruyendo su poder económico.

Ante el avance del luteranismo el emperador convoca en 1529 a una nueva dieta, pero como el movimiento reformador cuenta ya con el amplio respaldo de muchos nobles alemanes se ve obligado a admitir la nueva posición religiosa en los señoríos en que ya existiese, sin permitir que se extienda a otras tierras. Los partidarios de Lutero rechazan la disposición imperial y firman una protesta, razón por la que a los reformadores comienza a llamárseles protestantes.

Juan Calvino (1509 - 1564)

Su reforma comprende tanto la disciplina de la iglesia como la del Estado y la vida pública y privada. Calvino cree que el Estado debe estar supeditado a la organización eclesiástica de la comunidad.

Divide el clero en ministros y pastores, ancianos y diáconos. Entrega el gobierno a dos órganos directivos; el primero: Venerable Compañía, con atribuciones exclusivamente religiosas; el segundo: Consistorio, formado por ministros y ancianos para dictaminar sobre asuntos eclesiásticos, así como para vigilar las costumbres y la vida moral de los ciudadanos. El Código de Ordenanzas Eclesiásticas reglamenta el régimen interno de la ciudad. Calvino, que se considera a sí mismo delegado de Dios sobre la Tierra, es intransigente y cruel con los que se oponen a su doctrina cívico - religiosa y los condena a la hoguera y el cadalso.

La doctrina calvinista, que promueve la disciplina familiar y la valoración del trabajo, tiene mayor vinculación con los sectores populares. El Calvinismo acepta la Biblia como única autoridad en materia religiosa, la exclusión de las imágenes y un ritual sencillo. Mantiene los sacramentos del bautismo y la comunión y justifica la usura. Concede a sus fieles el derecho de interpretar libremente las Escrituras. A diferencia del luteranismo afirma que el cristiano se salva por la voluntad de Dios que ha decidido de antemano a quiénes condena y a quiénes salva.

El calvinismo admite la predestinación; es una religión fatalista que considera como inútiles todos los medios que la Iglesia Católica proclama básicos para la salvación. Las iglesias o lugares de reunión están desprovistas de adornos; los sacerdotes, de trajes talares. Los fieles eligen en forma democrática sus propios sacerdotes y vigilantes morales.

Calvino prohíbe las diversiones y las fiestas familiares. El calvinismo se entiende por toda Suiza y se propaga por Francia, Inglaterra, Escocia -en donde da lugar a la Iglesia Presbiteriana, Países Bajos, Polonia, Hungría y América del Norte.

Enrique VIII de Inglaterra (1491 - 1547)

En 1509, Enrique VIII accede al trono y se casa con Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos de España. Después de 20 años de matrimonio y sin ningún hijo varón para sucederle, Enrique VIII pide al Papa Clemente VII que le permita divorciarse de Catalina. De hecho, el rey se encuentra enamorado de una dama de la reina, Ana Bolena, quien se niega a los amores del rey si éste no se casa legalmente con ella. El Papa contesta que aunque no tenga hijos varones, tiene una hija que puede heredar el trono. Enrique VIII, que se había mostrado adverso a la reforma luterana y que había sido apodado por el Papa “defensor de la fe”, en 1533 reúne una asamblea de obispos ingleses, que le otorgan el divorcio y lo proclaman jefe supremo de la Iglesia Británica.

En 1534 Enrique VIII consigue que el Parlamento vote el Acta de Supremacía, la cual afirma que “después de Dios el jefe supremo de la Iglesia en Inglaterra es el jefe del Estado”, se separa entonces la iglesia inglesa de la iglesia católica. A esta reforma inglesa se le da el nombre de Anglicanismo, que al no separarse por un motivo religioso, no se altera el contenido de la religión, respetándose las normas y el ritual de la iglesia católica. Sólo se desconoce la autoridad del Papa, se cierran los conventos y se nacionalizan a favor del rey y de sus cortesanos las riquezas del clero.

El Anglicanismo se consolida definitivamente durante el gobierno de la reina Isabel, en el año de 1562, con algunas modificaciones que convierten a esta iglesia en una combinación de calvinismo y catolicismo.