Introducción

En el periodo que va de 1870 a 1914 y como consecuencia de los cambios materiales que vivió la sociedad, relacionados a las revoluciones industriales, las sociedades adquirieron una serie de características que los estudiosos han ido determinando. Entre éstas podemos vislumbrar el aumento poblacional, debido en gran medida al avance tecnológico que tuvieron las potencias mundiales, tales como Estados Unidos, Alemania e Inglaterra. El historiador Erik Hobsbawm advierte que en este periodo histórico hubo un triunfo y transformación del capitalismo en la forma específica de la sociedad burguesa en su versión liberal, de tal forma que los espacios se transformaron, en ellos, pequeños núcleos de individuos conquistaron y gobernaron bastos imperios con facilidad. Estos individuos se cohesionaron en algunas ciudades importantes donde el capitalismo se había impuesto junto a su forma de vida burgués.

A partir de esto las sociedades se masificaron y adquirieron un tipo de cultura muy particular, la cual estuvo ligada a las formas de vida que adquirieron las clases medias, mismas que hicieron su aparición y tomaron características burguesas. El espacio en sí mismo se transformó, dejando de ser un espacio semi-rural, conforma grandes ciudades en donde la gente, a partir del desarrollo de un sistema capitalista, se masificó. La vida cotidiana y la forma de pensar tomó un tinte occidental; la visión burguesa de consumo, propiciada por los modos de producción, dio forma a este tipo de sociedad consumista, misma que se pudo ubicar y observar en las ciudades de países capitalistas.