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Recuerda que para integrar en forma
completa tu tarea, es necesario que la descripción se acompañe también de
una explicación que de respuesta a las siguientes
interrogantes:
¿Por qué?
¿Cuál es su significado
Texto
a revisar para integrar la tarea
Alamán y
Escalada Lucas, Recuadro de Nueva España, México, FCE, 1997, Capítulo I,
http://biblioteca.redescolar.ilce.edu.mx/sites/fondo2000/vol1/recuadro/htm/3.html;
Fragmento de: Historia de México desde los primeros movimientos que prepararon
su Independencia en el año de 1808 hasta la época presente, 5 vols., 1ª ed.,
FCE/Instituto Cultural Helénico, México, 1985
Antecedentes
La sociedad colonial americana se integró, a
partir de la llegada de Colón a finales del siglo XV, como fruto de la interacción
del mundo indígena con los europeos y, de ambos grupos, con población del
continente africano que arribó a América, a lo largo de cuatro siglos, como
producto del tráfico de esclavos. Su resultado presentó un panorama social,
político y económico muy complejo, pero sumamente estructurado, a partir de la
conquista, colonización y explotación económica del continente por el imperio
español.
En América, la existencia de numerosas
culturas determinó una gran diversidad cultural, ya que desde varias centurias
antes de la conquista europea se diferenció en estos territorios la existencia de
pueblos que desarrollaron economías y organizaciones culturales muy diversas, unos
se organizaron como recolectores indiferenciados, otros se especializaron como
cazadores y pescadores, unos más presentaban una estructura simple con
organizaciones tribales e, incluso, se desarrollaron complejas organizaciones
socioeconómicas, como las existentes en Mesoamérica y el Perú. Mientras en varias
de ellas el parentesco era el principal elemento de integración social, los
pueblos mesoamericano e inca poseían una sofisticada estratificación dentro de un
complejo ordenamiento estatal.
Por otra parte, los pueblos europeos del
siglo XVI que se expandieron al otro lado del Atlántico, provenían de un
continente en el cual predominaba una sociedad estamental, caracterizada
fundamentalmente por la existencia de tres grandes cuerpos sociales: nobleza,
clero y el estado llano. En la cultura europea de ese tiempo la movilidad social
era muy escasa, y la pertenencia a cada estamento dependía de la así llamada
pureza de sangre. Es decir, quien nacía noble moría noble y quien nacía campesino
terminaba sus días de igual manera.
En la América colonial indiana no se
estructuró una sociedad única, sino varias coexistentes y, a veces, coincidentes
en diversos grados de relación y dependencia. En una forma genérica, y hasta el
momento de la independencia de las colonias americanas en el siglo XIX, sus rasgos
se pueden identificar principalmente en torno de dos universos sociales: las
llamadas república de los españoles y la república de los indios. Los españoles
peninsulares o gachupines se concentraron esencialmente en torno de las ciudades,
desde donde dirigían y trataban de ordenar a la sociedad; los blancos nacidos en
América o criollos, además de esta distribución que compartían con los
peninsulares y los mestizos que integraban las castas, ocuparon los pueblos y
otros lugares, en donde generaron grandes desarrollos mineros, artesanales y
agropecuarios; en tanto los indígenas o naturales permanecieron sojuzgados en el
ámbito rural. Esto generó el desarrollo de una separación entre el campo y la
ciudad, que marcó, de forma muy significativa, la historia de la América colonial
hispano-portuguesa; hecho que daría lugar a intensas luchas por lograr la
igualdad de todos ante la ley, a lo largo de los siglos XIX y XX

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