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¿En qué difieren y en qué se
asemejan?
Con el propósito de conocer y entender
algunas de las diferentes concepciones existentes durante el proceso
revolucionario de 1910 a 1920, y lograr una reflexión personal sobre las
características del proceso de cambio social que dio lugar al México Moderno en el
siglo XX.
El trabajo se entregará en un acetato tamaño
carta, y se entregará el próximo __ de _______ de _____.
Antecedentes:
En 1910 al anunciarse que Porfirio Díaz y
Ramón Corral serían los candidatos a la presidencia y vicepresidencia para las
siguientes elecciones federales, Madero inició la integración de un Centro
Antirreeleccionista que convocó a una convención que daría como resultado la
creación del Partido Antirreeleccionista, y que postularía como sus candidatos al
propio Madero y a Francisco Vázquez Gómez; el programa del partido proponía
básicamente cambios de orden político.
En plena campaña electoral Madero fue
aprehendido y enviado a prisión; las elecciones se celebraron con el candidato de
la oposición preso, y el Congreso dio el triunfo a Díaz y Corral. Madero, que se
había escapado de su prisión y se había autoexiliado a los Estados Unidos, lanzó
el Plan de San Luis Potosí que dio inicio a la revolución el 20 de noviembre, demandando
el sufragio efectivo, y la no reelección; el movimiento logró el apoyo de los
sectores medios de las ciudades que buscaban democracia, de los obreros que
esperaban conquistar mejores condiciones de vida, y de los campesinos que buscaban
la devolución de sus tierras.
La insurrección se extendió en las serranías
del norte, donde Pascual Orozco y Francisco Villa se convirtieron en los
dirigentes de la revolución maderista; mientras que en el sur, en Morelos, los
campesinos encabezados por Emiliano Zapata se levantaron en armas en marzo de 1911,
para lograr la devolución de sus tierras que habían sido incorporadas a las
haciendas azucareras.
Ante el fracaso militar el porfiriato inició
negociaciones y los acuerdos de paz se firmaron en mayo en Ciudad Juárez; en ellos
se establecía la renuncia de Díaz; el nombramiento de un presidente interino, el
Secretario de Relaciones Exteriores porfirista Francisco León de la Barra, quien
cubriría el período de mayo a noviembre de 1911; el llamado a nuevas elecciones
federales, que era lo más importante para los maderistas; y licenciar al ejército
revolucionario, que era lo más importante para porfiristas y maderistas, dándose
por terminada la lucha armada. Los zapatistas que integraban un ejército
independiente se negaron a entregar las armas, mientras no se les restituyera las
tierras, que era lo más importante para los campesinos insurrectos.
En las nuevas elecciones federales el triunfo
de Madero fue indiscutible, sin embargo su popularidad disminuyó debido a la
continuidad del movimiento zapatista; por otra parte, la mayoría de los
revolucionarios que ocuparon cargos administrativos no tenía experiencia y la
resolución de los problemas se retrazó, lo cual exasperó a los seguidores de
Madero y generó un clima de inquietud y revueltas. Además, Madero no podía cambiar
las leyes vigentes que aceptó respetar en el Plan de San Luis Potosí, con un Poder
Legislativo en manos de porfiristas, que sería renovado hasta septiembre de 1912.
A finales de abril de 1912 los congresos
estatales habían aprobado una reforma constitucional que establecía el voto
directo para las elecciones de presidente, vicepresidente, diputados y senadores;
en junio se realizaron elecciones para diputados y senadores mediante el nuevo
voto directo, y de ministros de la Suprema Corte de Justicia por el viejo método
de sufragio indirecto. El Senado se renovó sólo en parte y en él quedó un grupo
importante de hombres del antiguo régimen, lo que dificultaba cualquier reforma a
las leyes vigentes para apoyar una reforma social. En esta búsqueda de una nueva
legislación que trajera la paz, se presentó por Luis Cabrera la iniciativa
relativa a la dotación y reconstitución de ejidos, que buscaba solucionar el
problema agrario. Otra iniciativa importante presentada por la diputación
maderista fue la de una ley obrera para los trabajadores de las fábricas textiles,
que impulsaba un estado interventor en la economía y regulador de la riqueza
social generada por el trabajo.
Conforme transcurrió el tiempo, muchos
diputados se decepcionaron del régimen y se alejaron de Madero, mientras que otros
radicalizaron su posición. Los zapatistas continuaron su lucha por la tierra y al
no ver resueltas sus peticiones, en noviembre de 1911, formularon el Plan de Ayala
que, en lo político desconocía a Madero como presidente y jefe de la revolución y,
en lo social, disponía la expropiación y nacionalización de las grandes
propiedades agrarias, y resolvía que los pueblos y los campesinos entraran en
posesión de las tierras desde ese momento, defendiéndolas con las armas.
Otra rebelión, dirigida por Pascual Orozco
quien lanzó el Pacto de la Empacadora, se inició, en marzo de 1912, con el apoyo de la oligarquía
chihuahuense y de la legislatura local, contra el gobierno de
Madero. Si embargo, tras importantes batallas durante ese año, el orozquismo fue
sofocado por el ejército federal y los villistas.
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