Economía

En este periodo, la estabilidad política y la ausencia de guerra entre 1870 y 1914 facilitaron los préstamos internacionales y la cooperación entre los bancos centrales de los distintos países, esto aunado a que el patrón oro le dio estabilidad a las finanzas internacionales, ya que disminuyeron los riesgos de las inversiones en el exterior. Las potencias económicas se veían favorecidas por el uso del patrón oro, mientras México, India y China fundamentaban su economía con la plata. Así, poco a poco el capitalismo de carácter financiero, se expandió. Por ejemplo, entre 1870 y 1910, la inversión neta extranjera supuso el 37% de la formación de capital económico establecido en Canadá y el 70% de Argentina.

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David Hume (1711-1776) modelizó por primera vez el sistema del patrón oro

En el mercado internacional de capitales, el Reino Unido conservaba un dominio abrumador, hacia 1900, más de la mitad del ahorro británico se invirtió en el extranjero. En 1914 Francia, Alemania, los Estados Unidos, Bélgica, los Países Bajos y Suiza acumulaban en conjunto el 56% de las inversiones mundiales en ultramar, mientras que la participación del Reino Unido ascendía al 44%. Es decir, los países más desarrollados, al imponer un modelo económico bastante generalizado, estuvieron en condiciones económicas tan estables que se dieron a la tarea de hacer préstamos a países que se encontraban en una situación económica difícil, sin embargo, al mismo tiempo, dichos préstamos fueron un pretexto para invadir otros países y Estados, bajo el discurso de defender sus intereses económicos.

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Guerrilla Bóer. 1900

Por ejemplo, Egipto, Turquía y Grecia, se vieron inmersos en una situación de bancarrota, esto provocó la creación de organismos internacionales que ofrecerían préstamos. También se daría el caso de la invasión británica a Sudáfrica, la llamada guerra de los Bóers. Así mismo, intervinieron en Egipto al tomar el control político en 1883. Francia envió una división naval a Turquía en 1901 para recaudar los ingresos de aduanas, con la finalidad de evitar la bancarrota del país.

El caso de Estados Unidos, una nación aún no tan desarrollado económicamente, hacía préstamos a países del Caribe y América Latina, a cambio de concesiones monopólicas de explotación de ramas económicas de ciertas zonas. También, con la finalidad de defender sus intereses, intervino militarmente en Cuba en 1889, en Panamá en 1904, en Nicaragua en 1909 y en Haití en 1915.

Solo una muy pequeña parte del flujo masivo de capitales acudía a los nuevos imperios coloniales, la mayor parte de las inversiones británicas en el exterior se dirigían a las colonias en rápida expansión, y por lo general de población blanca, lugares que muy pronto fueron reconocidos como territorios virtualmente independientes: Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, y otros territorios, tales como Argentina y Uruguay.

En 1913, el 76% de las inversiones se realizaban en forma de préstamos públicos a compañías de ferrocarriles y servicios públicos que reportaban rentas más elevadas que las inversiones en la deuda pública británica, se consideraban inversiones seguras, aunque no produjeran un elevado rendimiento.