Mtra. Joana Cecilia Noriega Hernández
Proceso de revisión de la actualización del programa de Teoría de la Historia. Enero
La historia ha de servir para "desvelar las legitimaciones en que se apoya la aceptación de presente, y, sobre todo, porque ha de permitirnos reconstruir una línea de progreso que pueda proyectarse hacia la clase de futuro que deseamos alcanzar". Josep Fontana.
"Ante los mensajes presentistas e inmovilistas que defienden los mass media debemos trasmitir unas aspiraciones de cambio hacia mejor, atribuimos a las cosas una historia porque cambian o son capaces de cambiar. Las cosas tienen historia y tienen tiempo, sin que importe el orden de prelación en que le atribuyamos una u otro". Juan Manuel Santana Pérez
“Por supuesto que la paz es el respeto al derecho ajeno, en eso todos estamos de acuerdo. En lo que nadie está de acuerdo es en cuál es el derecho ajeno.” Jorge Ibargüengoitia.
El espíritu de la unidad III del programa de Teoría de la Historia II es el de la historiografía contemporánea, el de la postmodernidad y el de los nuevos sujetos forjadores de historias a quienes reciéntemente se les ha dado voz o han conseguido ser escuchados. Tal espíritu nos debería de permitir pensar, claro mediante los temas y estrategias de dicha unidad, en el futuro, en una renovada historia con nuevos sujetos que la construyen pero también la leen, en una historia que de ninguna manera se encuentra en crisis (o no para todos) sino buscando nuevos significados como disciplina trasdisciplinaria y deseosa de ser útil a las nuevas generaciones, en la diversidad cultural, en la tolerancia intelectual y moral, y en ese conjunto de verdades (y no de una verdad) que hoy articulan nuestro mundo y nos lo hacen comprensible.
Es tal la riqueza temática de la unidad III que puede llegar a confundirse lo contemporáneo, la historia del siglo XX, lo reciente, lo actual, la historia del tiempo presente y lo postmoderno. Al hacer una revisión cuidadosa de estas etiquetas que dan lugar a formas de periodización de la historiografía, sólo pueden hacerse equivalentes la historia del siglo XX y la historia contemporánea, con los otros términos tenemos que tener mucho cuidado porque todos tienen significados múltiples según quiénes los usan.
Opino, por lo demás, que en el contexto postmoderno es riesgoso privilegiar el presente o lo actual sobre todo si lo que lo que entendemos por tal está cruzado por una postura presentista que no avizora un futuro mejor para nuestra sociedad. El reto al tratar esta unidad será enorme porque debemos mostrar las críticas que se le han hecho a la Historia, pero no las debemos considerar negativas sino ciertísimas pues son el talante que ha adquirido la disciplina histórica actual como efecto de su desarrollo en el tiempo, así como porque los historiadores quienes la reconstruyen son, como dice Bloch, hijos de su tiempo, hijos en este caso de la postmodernidad. Y, a partir de estos supuestos debemos hacer visible el valor de la historia, su capacidad de dar explicaciones globalizantes y su utilidad para ayudarnos a crear un futuro o futuros posibles.
En cuanto a los autores, puedo señalar que Foucault nos puede ayudar a pensar con profundidad la condición postmoderna y sus obras son un ejemplo claro de esta historiografía; es un autor complejo pero asequible.1 En cambio, Hayden White (tanto como Paul Ricoeur) son autores complejísimos incluso para los profesores, y, si bien posmoderna y narrativista, su obra cumbre (Metahistory) fue pensada para un análisis del siglo XIX y no del siglo XX. Me parece que con sólo un autor podemos tratar la condición postmoderna, si bien debemos pensar mejor en autores que puedan ser comprendidos con relativa facilidad por nuestros estudiantes y que estén mejor ubicados temporalmente dentro de lo contemporáneo y lo postmoderno.
Inmanuell Wallerstein es un teórico muy importante del siglo XX, pero sus teorizaciones hacen más sentido en el curso de Historia Universal Moderna y Contemporánea. A este autor es difícil ubicarle en la historiografía contemporánea pues no es historiador si bien sus aportes a la historia son invaluables, pero me parece que su inclusión no hace todo el sentido que debiera en esta unidad. Por estas razones me parece que una corrección del programa vigente podría ser no incluirlo como una temática en el que revisa este grupo de trabajo; de cualquier manera desde 2003 se le ha dado un lugar privilegiado en la unidad 4 de teoría de la historia ii, y ha sido enseñado por casi dos décadas. En su lugar podríamos tratar a Josep Fontana el cual además nos permite abordar de manera crítica la condición postmoderna. Pero el asunto no es quitar un autor y poner otro, sino que la unidad y los autores que se tratan en la misma hagan sentido.
Tratar la Historia cultural no sólo me parece relevante sino un acierto de la revisión del programa, porque cómo podemos enseñar sobre diversidad cultural, sobre tolerancia, sobre circularidad cultural, sobre límites interpretativos, y lo más importante sobre las diversas lecturas que hacemos del mundo sino es mediante la historia cultural. Este tipo de historia por su estrecho vínculo con la antropología siempre resulta de gran interés entre los más jóvenes. Me gustaría que en lugar de Darton y Burke se estudiara a Roger Chartier, justo el creador de este nuevo tipo de historia; estudiar a Chartier nos permitiría verificar la distancia que hay entre las generaciones de Annales y la historia cultural, así como diferenciar entre los conceptos de la microhistoria italiana y los de la historia cultural, me refiero a conceptos como mentalidad colectiva, representación, cultura popular, imaginario, etc.
Las tendencias historiográficas más recientes son prolíficas y me parece que todas son importantes2: un ejemplo de estas es la historia ecológica la cual, por los grandes problemas y el deterioro que presenta nuestro planeta, es muy a propósito para crear conciencia ecológica y además es un tema de moda. Pero como en el CCH lo que más nos importa son los estudiantes y estos son hombres y mujeres cuyas edades oscilan entre los 15 y los 18 años, y ya que la postmodernidad ha dado voz a nuevos sujetos y se ha preocupado por las periferias, me parece que de las tendencias recientes es muy importante que recuperemos la historia de las mujeres y la de las relaciones entre géneros para asimismo darle contenido y dinamismo a la perspectiva de género que desde 2003 hizo parte de nuestro programa.
Nada, sin embargo, de todo lo que he dicho aquí me parece tan importante como darle voz a los jóvenes y tratar la historia de los mismos porque todavía hoy son sujetos marginales en muchos sentidos. No se han realizado en México, todavía, historias acerca de los jóvenes, sólo tenemos datos estadísticos sueltos, así que aún les debemos atención. No obstante, en Europa sí han merecido el esfuerzo historiográfico de un gran equipo de historiadores, la obra Historia de los jóvenes dirigida por Giovanni Levi y Jean-Claude Schmitt es una adecuada vía para introducirnos en el estudio de un tipo de historia que pone en el centro del análisis a sujetos que merecen que la Historia les alumbre en la construcción de su futuro, les traiga respuestas y les permita plantearse preguntas.
Referencias
Bermejo Barrera, Introducción a la historia teórica, Madrid: Akal, 2009, 667 p.
Breisach Ernst, Sobre el futuro de la historia. El desafío posmodernista y sus consecuencias, España: Universidad de Valencia, 2009, 291 p.
Hernández Sandoica Elena, Tendencias historiográficas actuales. Escribir historia hoy, Madrid: Akal, 2004, 574 p.
Iggers Georg G., La ciencia histórica en el siglo XX. Las tendencias actuales. Una vision panorámica y crítica del debate internacional. Barcelona: Idea Books, 1998. 156 p.
Jenkins, Keith, Repensar la historia, Madrid: Siglo XXI, 2009, 113 p.
Levi Giovanni y Jean-Claude Schmitt (Dirs.), Historia de los jóvenes, Madrid, Taurus-Santillana, 1996.
Rémond René, Javier Tusell, Benoît Pellistrandi y Susana Sueiro, Hacer la Historia del siglo XX, Madrid: Biblioteca Nueva-Universidad Nacional de Educación a distancia-Casa de Velázquez, 2004. 381 p.
Santana Pérez Juan Manuel, Paradigmas Historiográficos Contemporáneos, Venezuela: Fudación Buria, 2005. 196 p.