La lengua escrita

La escritura es una actividad humana que aparece mucho más tarde en la historia que la capacidad de hablar. Los grupos humanos necesitaron varios siglos para desarrollar distintos sistemas de escritura y diversos artefactos para conservarla a través del tiempo. Hoy contamos con medios físicos y electrónicos para preservarla y hasta estudiamos cómo se construye un texto.

Utilizar la lengua escrita, más allá de sólo saber anotar letras, requiere un entrenamiento más sofisticado que el que usamos para aprender a hablar cuando éramos pequeños. El dominio de la lengua escrita requiere conocer tanto el código lingüístico correspondiente al idioma, como la gran diversidad de textos que se pueden producir. Hoy en día este conocimiento se adquiere básicamente en la escuela, incluida la universidad, en donde los estudiantes ya rebasaron el nivel de la sola alfabetización, pero aún requieren desarrollar la habilidad de producir textos adecuados.

Para que conozcas más sobre la lengua escrita y sus características, da clic en cada uno de los siguientes apartados:

Uniformidad del código

Diversidad textual en la lengua escrita

Existen diversos tipos de textos que se distinguen por el propósito de comunicación que buscan, por ejemplo: algunos quieren convencer a los lectores de pensar o hacer algo; otros quieren mostrar o transmitir conocimientos y otros más quieren contar cómo sucedió un hecho. Estos propósitos de comunicación determinan la organización del texto, el vocabulario, el tono y hasta la forma como se distribuyen las palabras en la página.

 

Pensemos en un texto que busca transmitir conocimientos a los lectores, por ejemplo un libro de Química que se usa en el bachillerato, o un libro de Historia, para que todos los lectores entiendan lo que se explica, debe estar escrito en un español uniforme para que los estudiantes de Química aprendan lo mismo sobre esa ciencia, aunque estén en distintos países.

 

Pensemos ahora en un texto que busca contar sucesos, una carta por ejemplo, el autor usará una estructura que sea familiar a quien la leerá, usará las palabras que son conocidas por ambos, aunque no por otros, en este caso la uniformidad del español se reduce –no se pierde– a lo conocido por los dos sujetos, pero es posible que resulte extraña o con algunas palabras desconocidas para otros lectores.

Rasgos comunicativos

La lengua escrita no tiene el carácter de inmediatez que caracteriza a los mensajes orales; por el contrario, se distingue porque:

 

El autor dedica tiempo a pensar y organizar su escrito.

Es posible que un autor escriba y haga varias correcciones de su texto, antes de publicarlo o mandarlo a un lector específico, así, los mensajes escritos se pueden rehacer varias veces, pero una vez publicados, o dados a conocer al otro, ya no tienen posibilidad de corrección.

 

Existe cierta distancia entre el que escribe y el que lee, pueden estar en distinto país, estado o ciudad, por lo que el intercambio de lugar como emisor o receptor que se da en la lengua oral, no existe o se da de manera más lenta. Esta distancia entre el que escribe y el que lee no sólo es de espacio, sino también puede ser de tiempo, es decir, podemos leer textos que se escribieron hace siglos y en culturas distintas a la nuestra, por lo que no hay un contexto de comunicación que se comparte.

El texto escrito debe ser explícito, claro y ordenado para que se comprenda en diversos contextos (espaciales, temporales o culturales). No hay posibilidad de omitir ideas, si esto sucede, es escrito resulta incomprensible o mal entendido por los demás.

Existen una serie de signos que indican entonación o pausas para guiar la lectura de un texto, son los signos de puntuación que sustituyen los tonos que se usarían al hablar. Sin embargo, esta sustitución no es total, quien escribe debe considerar que el receptor no está presente y por lo tanto debe construir toda la situación de comunicación en el texto, es decir, el propósito debe ser claro y el contenido textual adecuado al o los receptores.

Rasgos lingüísticos y textuales

La elaboración adecuada de un texto escrito requiere considerar los siguientes aspectos:

La planeación de cómo se va a elaborar un texto escrito implica precisar qué se dirá primero y qué al final, cuál es la mejor organización de ideas para lograr el propósito comunicativo, decidir si el texto será formal o informal. Planear el escrito asegura que éste sea coherente y adecuado. Una vez planeado el texto se procede a escribir, ya sin el riesgo de perderse en la inmensidad de la hoja.

 

La revisión y reescritura permite la corrección de los mensajes, así, a diferencia de la lengua oral, se pueden evitar las repeticiones, las muletillas no deben escribirse, se puede buscar sinónimos para quitar monotonía al texto y hasta se puede tratar de ser elegante en la expresión.

 

La ortografía y puntuación es otro aspecto que merece atención en la escritura. Un texto sin faltas ortográficas muestra que quien escribe desea ser bien interpretado en su mensaje, un error ortográfico puede provocar un mal entendido por una equivocación de significado. La puntuación sirve como guía de lectura para el receptor, le indica en dónde hacer pausas o con qué tono leer.

La lengua escrita académica

El ámbito académico exige que los integrantes de esa comunidad utilicen la lengua escrita con todas sus características de corrección y adecuación. Los textos que producen los estudiantes requieren mostrar claramente lo que saben y lo que piensan, por lo que la enseñanza de la lengua se orienta, por un lado, a que los jóvenes pongan en práctica las etapas de la escritura: planear, redactar, revisar y reescribir, en todas sus producciones textuales; y, por otro lado, se busca que con la práctica constante de la escritura, el dominio del español sea cada vez más rico.

La escritura académica implica también que los autores de los textos utilicen un español entendible por los lectores de otros contextos geográficos y culturales, por lo que el uso correcto de la lengua es indispensable. El conocimiento de las normas lingüísticas del español no se logra estudiando reglas en un manual, sino escribiendo y corrigiendo constantemente. Un artículo académico bien escrito no sólo se comprende bien, sino resulta agradable de leer.

Leer textos de autores que son ejemplo de buena escritura es una práctica que enriquecerá siempre nuestro propio conocimiento y manejo de la lengua. Observa el siguiente fragmento de El laberinto de la soledad cuyo autor fue uno de los mejores escritores del mundo, así que sus ensayos bien pueden ser modelo de lengua escrita académica.

Da clic para ver el ejemplo

El pachuco y otros extremos

Octavio Paz

La lengua escrita creativa

Hay otra veta de la lengua escrita que es la creación, el mismo Octavio Paz fue un excelente artista. Las palabras de una lengua también pueden ser materia prima para la creación de arte: poemas, novelas, cuentos, obras de teatro, son obras artísticas en las que la lengua ha sido trabajada no sólo para que transmita ideas, sino también para que resuene de una manera no escuchada antes.

La poesía es el ejemplo más intenso de este trabajo con el lenguaje, compruébalo en el siguiente texto, dando clic en el botón:

Viento

Otra particularidad de la lengua escrita creativa es que algunos autores, sobre todo de narrativa, buscan imitar la lengua oral como parte de su obra, generalmente para darle credibilidad a un personaje o a la voz narrativa. En los siguientes tres ejemplos se refleja esta característica:

Atajo arriba A los pinches chamacos El vampiro de la colonia Roma

Estos tres ejemplos muestran un trabajo estético con las palabras, los escritores utilizan diversos recursos con el objetivo de plasmar la lengua oral. Hay transgresiones a las normas de la escritura, se escriben palabras impropias o no se usa puntuación, sin embargo la transgresión es intencional, y cuando los lectores leen estas obras literarias, aceptan un pacto implícito con el libro, y, lejos de pensar que están leyendo un texto mal escrito, disfrutan el trabajo creativo del escritor. También es posible que un lector no acepte ese pacto implícito y sienta rechazo por los textos. No hay nada escrito en cuestión de gustos.

Por otro lado, las transgresiones a las normas lingüísticas y la imitación de la lengua oral no son admisibles en los textos académicos, éstos requieren de una escritura coherente, clara y ajustada a las normas porque su propósito no es ser innovadores de la lengua, sino claros en la exposición del pensamiento.

La lengua escrita hoy

En la escritura actual de los jóvenes ocurren fenómenos que apenas se comienzan a estudiar. La tecnología y la inmediatez de la comunicación plantean la necesidad de escribir rápido, el uso de la mensajería instantánea a través de diversos medios ha llevado a los usuarios, particularmente los adolescentes, a crear un nuevo código que se reduce al uso de letras en lugar de palabras, o de gráficos en lugar de ideas completas.

Este código es adecuado para los medios instantáneos de comunicación escrita, sin embargo su traslado a la escritura académica es del todo incorrecto. Los exámenes, trabajos escolares y tareas escritas, requieren la expresión completa del pensamiento, el uso del nuevo código abreviado del chat en textos académicos revela a un estudiante que no conoce la adecuación textual y mucho menos la aplica.

Para aumentar tu comprensión del tema, resuelve el ejercicio 2 y 3.