El dibujo en la expresión gráfica

El dibujo como principio de expresión plástica

Desde sus orígenes el ser humano ha tenido la necesidad de comunicarse y dejar evidencia de su paso por el mundo y de todo aquello que considera importante; una de las formas que ha utilizado para lograrlo ha sido a través de la imagen. Gombrich (2007) afirma que no podemos saber con certeza, cuándo empezó el arte, pero si podemos afirmar que una de sus primeras manifestaciones fue el dibujo. No obstante, y de acuerdo con el autor, es probable que, en sus orígenes, esta actividad no fuera concebida como una obra de “arte” creada para ser contemplada de acuerdo con nuestros valores estéticos y más bien respondiera a otros fines.

Las evidencias más antiguas de dibujos que han llegado a nuestros días, suelen ser representaciones de los animales que convivían con los habitantes de aquellos pueblos primitivos, que conocían bien y que solían cazar; generalmente se ubican en lugares de difícil acceso, por ejemplo, en lo profundo de una caverna, como se observa en la siguiente figura.

Interpretación de José Manuel Benito del arte parietal donde se muestran animales pintados en la cueva de La Pileta en Benaoján, Málaga (2006).

Se especula pues, que estas imágenes no fueron creadas para ser contempladas sino más bien para formar parte de un ritual mágico en el que se les atribuye cierto poder; a través de su imagen, podían influir en el ser representado.

Acha (2007) menciona al respecto que, después de estar vinculado con el pensamiento mágico, el dibujo fue adquiriendo fines comunicativos derivando así en ideogramas y pictogramas como es el caso de los jeroglíficos egipcios o los códices mesoamericanos. Entonces, el dibujo evolucionó como una forma de lenguaje en dos vertientes: comunicativo como escritura y artístico, siendo la base de la pintura, la escultura, la arquitectura, los textiles y otras formas de arte. Como ves, el significado y la importancia de dibujo ha cambiado en el transcurso del tiempo, pero siempre ha acompañado al ser humano a lo largo de su historia.

Sobre el valor artístico del dibujo, diversos autores plantean que posiblemente durante el proceso de representación de una imagen, estas personas hayan captado además de su utilidad, la belleza de sus formas atribuyéndoles un sentido y significado más profundo; esto es un valor estético relacionado con las sensaciones y sentimientos que nos produce una imagen. De esta manera el dibujo y las otras actividades que derivaron de éste, han sido utilizadas para representar nuestra realidad y fueron entrelazándose además con ideas más complejas como la magia, la región y la filosofía.

¿Has pensado cómo sería nuestro mundo sin el dibujo?

El dibujo es entonces una forma de expresión gráfica que representa objetos en un espacio plano a través de líneas que delimitan su forma y contornos. Utilizamos el dibujo para comunicar ideas o emociones que no se pueden expresar por medio de palabras y en este sentido, el dibujo es un lenguaje icónico, y lo denominamos dibujo artístico.

Pero también suele ser también el trabajo previo a la realización de una obra plástica al funcionar como boceto o estudio previo al proyecto. Por este motivo, diversas actividades artísticas hacen uso del dibujo en alguno de sus procesos con el fin de representar una idea y dar seguimiento a su producción. El coreógrafo junto al director de escena, por ejemplo, dibujan la secuencia que ha de seguir el bailarín principal; el escultor o el arquitecto, plasman en papel la imagen que más adelante se convertirá en una obra tridimensional; el pintor, hace los primeros trazos de lo que será una obra pictórica e incluso el músico, puede trasladar los sonidos a líneas y formas como parte del lenguaje que seguirá una orquesta.

El dibujo en la Pintura

Muchos artistas han dejado muestra de sus trazos iniciales de alguna de sus obras pictóricas, hoy en día esas líneas pueden ser consideradas una “obra de arte” por sí mismas, como es el caso de diversos trabajos realizados por artistas como Pablo Picasso, Leonardo Da Vinci, Rembrandt, etc.

Desde las primeras civilizaciones, el hombre encontró en el dibujo una forma eficaz de comunicarse y plasmar sus ideas. Con el paso de los años y gracias al desarrollo de nuevas técnicas y materiales, estos “dibujos” han ido enriqueciéndose para dar paso a un trabajo más elaborado como lo es la pintura y en este caso, el tipo de trazo (dibujo) que es rápido, sin detalle y cuyo propósito es servir como base y guía de una obra pictórica, se le conoce como “boceto”, “apunte” o “esbozo”.

Dibujo en la expresión gráfica

Leonardo da Vinci, Public domain, via Wikimedia Commons.

Dibujo en la expresión gráfica

Pablo Picasso, 1905, Les Saltimbanques (The Acrobats).

El dibujo en la Arquitectura

Para el hombre primitivo, el espacio que lo resguardó de las inclemencias del tiempo se fue convirtiendo en una obra que reflejaba sus ideas y su estatus, dando lugar así a la creación de edificaciones que tenían diferentes finalidades: habitación, gobierno, religión, economía, etc.

El dibujo en la arquitectura sirve para representar la idea previa a la construcción de un edificio y a través de este, el arquitecto puede estimar de forma clara su función y comunicar además las especificaciones técnicas para su construcción (ubicación, escala, materiales, acabados, etc.) a otras personas. Sin el dibujo es casi imposible pensar que se lograran las edificaciones que han sido orgullo de las grandes civilizaciones de nuestra historia.

Dibujo en la expresión gráfica

Dibujo arquitectóntico: Planta y sección de la Basílica de San Pedro. Roma.

El dibujo en la Escultura

La escultura de manera similar a la pintura, tuvo su origen a partir de que el ser humano manipula la materia y genera formas tridimensionales con una intención comunicativa, que podía ser estética, ritual o utilitaria. Con el paso del tiempo la escultura fue evolucionado como una forma de arte relacionada también con la arquitectura sirviendo como complemento en diferentes construcciones. Las esculturas eran un elemento muy importante en las ciudades y formaban parte de casas y templos, en algunos casos toda la estructura arquitectónica podía estar diseñada en torno a una escultura, como es el caso, por ejemplo, de templo de Zeus o Atenea en Grecia que eran de tamaño colosal.

La escultura es considerada entonces, como el arte de representar ideas de forma tridimensional, considerando la figura suelta (completa), de bulto o en alto relieve y bajo relieve. En este caso, el dibujo es el trazo inicial que le permite al escultor definir la forma, la proporción, el volumen de la obra, que más tarde se convertirá en un objeto de tres dimensiones.

Dibujo en la expresión gráfica

Boceto de Leonardo Da Vinci, para la escultura en bronce del duque Sforza.

El dibujo en el Grabado

“El grabado consiste en los métodos o procedimientos para reproducir las imágenes por incisión sobre una superficie plana, que algunos historiadores llaman estampa” (Villegas, 2013).

Las gubias, son un tipo de herramienta que se utiliza para hacer las hendiduras en el material que servirá como plancha de entintado y que puede ser de diferentes materiales como madera, metal o linóleo, entre otros; dejando así la imagen para reproducir en tela o papel. En este caso el dibujo también es la idea gráfica que guía al artista, que se transfiere o se realiza directamente sobre la superficie de la plancha del grabado o matriz, antes de hacer la impresión.

Dibujo en la expresión gráfica

Alberto Durero. San Jerónimo en su estudio. 1514, Buril.