Comprensión y Desarrollo del Pensamiento
Propuesta Didáctica para la Enseñanza en el Bachillerato
CCH Plantel Azcapotzalco
Rafael Alfonso Carrillo
Aguilar
CCH Plantel Sur
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Comprensión y Desarrollo del Pensamiento Propuesta Didáctica para la Enseñanza en el Bachillerato CCH Plantel Azcapotzalco Rafael Alfonso Carrillo
Aguilar CCH Plantel Sur |
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El concepto integra la idea de que, cuando sucede, el individuo es capaz de incorporar el conocimiento y utilizarlo en diferentes formas. Al respecto, Lauren Resnick de la Universidad de Pittsburgh (en Perkins 2000), sostiene que la expresión comunmente usada de pensamiento de orden superior, alude simplemente a la capacidad de razonar, argumentar, resolver problemas, etcétera. Considera que el pensar no debería considerarse un aditamento esotérico de los conocimientos sólidos y de las habilidades de rutina, por lo que las prácticas más elementales son las que requieren de un pensamiento estratégico y activo; entonces, si los alumnos no aprenden a pensar con los conocimientos que están almacenando, dará lo mismo que no los tengan. Por lo tanto, en términos muy generales, comprender es ser capaz de llevar a cabo una serie de acciones o desempeños que demuestran que uno ha captado un tópico y que, al mismo tiempo, se progresa en las posibles aplicaciones del mismo.
En un lenguaje muy sencillo, lo anterior comprende el objetivo que buscamos en nuestras instituciones, ya que como señala Perkins (2000), Queremos escuelas que brinden conocimientos y comprensión a un gran número de personas con distintas capacidades e intereses y provenientes de medios culturales y familiaries diferentes, lo cual implica todo un desafío. Al respecto, compartimos una enseñanza centrada en las tres metas generales señaladas por el autor, para orientar nuestro trabajo con los estudiantes:
La primera, entendida en un sentido amplio y que incluye el conocimiento fáctico, el dominio de un sinnúmero de habilidades que incorporan técnicas, la capacidad de la reflexión, el habituarse a tratar con problemas y sus soluciones, la facultad de preguntar y de responder correctamente, etcétera. La segunda, que tiene que ver con el hecho de comprender los conocimientos que se posean, y con la capacidad de que las personas recuerden los conocimientos cuando requieran aplicarlos en el futuro. El tercero, se relaciona con el hecho de que no sirve de mucho el recordar y comprender lo que se estudia en la escuela, si esto no se aplica en situaciones de la vida real.
Lo anterior orienta nuestro interés por transformar nuestras escuelas, para que se conviertan en un lugar informado y dinámico; en donde se promueva el aprendizaje reflexivo, como señala Vito Perrone (1999); que se asocia con una renovación del enseñar y aprender, en donde se impulse y motive al estudiante que proviene de una situación familiar y económica que, por los resultados alcanzados, nos permite prever que presentarán un bajo rendimiento, y que seguramente conducirán a la institución educativa a que logre una tasa de deserción muy alta. En la evaluación del aprendizaje de estos alumnos, es claro que los exámenes convencionales, dentro de los cuales se encuentran las pruebas de opción múltiple orientados fundamentalmente a valorar la adquisición de conocimientos, muestran no ser los óptimos para orientar la enseñanza, como señala Martha Stone Wiske (1999a), ya que son inoperantes para desarrollar la comprensión y para utilizar activamente lo aprendido.
El contexto de una enseñanza para la comprensión
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La Comprensión