Los Mitos
Jorge Luis Herrera
Los seres humanos tienden a cuestionar el significado y las causas de todo lo que ocurre a su
alrededor; pero, ante la incapacidad de obtener respuestas certeras y satisfactorias, las diferentes
culturas del mundo se han valido de la mitología para intentar explicar —entre muchos otros asuntos—
el origen del mundo y de la vida, la presencia del bien y del mal, la muerte, los fenómenos de la
naturaleza y la existencia de un dios. Incluso, es preciso decirlo, muchas religiones sustentan sus
ideas y sus normas en los mitos.
Los mitos son relatos a través de los cuales el ser humano pretende comprender cuál es su lugar en el
universo y resignificar lo que le ocurre. Los hechos que describen estas narraciones son ficticios y
se desarrollan fuera de lo que se conoce como “tiempo histórico”, es decir, de los sucesos que han
ocurrido desde el surgimiento de la humanidad.
A través de los mitos se crean lazos entre los hechos incomprensibles y los comprensibles, y se
asignan valores simbólicos y rasgos o interpretaciones humanas. Por ejemplo, se asocia a las
montañas con los dioses, porque por sus características ambos son inaccesibles y de gran tamaño; tal
es el caso del Olimpo, montaña que era considerada por los antiguos griegos como el hogar de las
deidades.
¿Pero, para qué inventar historias fantásticas si podemos explicarnos buena parte de lo que ocurre en
el universo por medio de la ciencia?
Aunque, en efecto, los avances científicos y tecnológicos cada día nos permiten vislumbrar el
funcionamiento físico, matemático, químico y biológico del universo, aún quedan muchas dudas y
existen hechos que probablemente no lleguemos a entender nunca. Además, la ciencia intenta explicar
la realidad y los mitos sólo la interpretan.
Leer mitos antiguos puede ser muy entretenido e interesante. Una buena razón para acercarse a este
tipo de narraciones es la de descubrir los gustos, las necesidades, los deseos y los miedos de otros
seres humanos muy distantes a nosotros temporal y espacialmente, pero muy cercanos porque
compartimos las mismas inquietudes y emociones. Un buen ejemplo es el mito de Pandora —narrado por e
l poeta griego Hesíodo (siglo VII a. de N. E.) e incluido en el libro Teogonía —, con el que podemos
identificarnos cuando nos hallemos frente a una situación de desaliento y tristeza, como la que
provocan las catástrofes naturales o los infortunios que nos asedian en la vida cotidiana, pues nos
recuerda que a pesar de todo la esperanza nos puede ayudar a sobrevivir.
Tal vez los mitos más famosos sean los griegos y los romanos, pero es necesario recalcar que todas
las culturas de la humanidad han creado los suyos; por ejemplo, los babilonios tienen el Enuma
Elish, los egipcios el Hermopolitano, los incas el de Manco Capac y Mama Odia, los mexicas el del
Quinto Sol y los mayas el Chilam Balam. Te recomendamos que los leas, los analices y los relaciones
con tu presente histórico, seguro que encontrarás ideas muy enriquecedoras.