En el ámbito de la comunicación cada persona o enunciador produce un texto, ya sea oral o escrito. Si su comunicación se da dentro de un contexto común o cotidiano, lo más probable es que su discurso fluya de manera natural o espontánea. Sin embargo si nos ubicamos en otro ambiente, como por ejemplo en el académico, es entendible que la persona piense un poco más en cómo decir las cosas.
Texto oral
- Los textos orales, producidos de manera natural no requieren tanta elaboración estructural como los textos que van escritos, especialmente porque los primeros contienen las ideas que surgen en nuestra mente a la velocidad de nuestro propio pensamiento.
- Cuando no tenemos la habilidad de hablar ante los demás es posible que expresemos nuestras ideas con algunos errores e imprecisiones (limitaciones de la expresión oral).
Texto escrito
- El autor puede corregir o cambiar aquello que no sea de su agrado, oportunidad que no tiene cuando habla, ya que sus escuchas u oyentes están pendientes de lo que dice, en el momento que lo dice.
- El autor puede elegir las palabras apropiadas para comunicar sus ideas, ser preciso, adecuarlo a la situación y a las personas a las que se dirige el texto escrito.