Rococó

Rococó

Hacia el siglo XVIII comienza el declive del Antiguo Régimen y el ascenso de la burguesía, así como la difusión del pensamiento ilustrado. Se configura entonces un arte orientado a la aristocracia y la burguesía. Destacan Venecia, París y Londres como centros de transformación del Barroco hacia el Rococó.

El Rococó es un movimiento artístico nacido en Francia como arte decorativo que se desarrolla en la primera mitad del siglo XVIII; estuvo relacionado con una nueva manera de vivir de la clase adinerada. Lo artificial coexiste con la apariencia realista, el contenido deseado (paisaje, ambiente, personajes) está en el cuadro y su apariencia es real. Aparecen las fiestas galantes, con lo cual el pintor hace suyas las aspiraciones de la nueva sociedad, al describir sus gustos y diversiones. Se crea un mundo idílico en contacto con la naturaleza, el cual gira en torno a un ideal de vida que no existe y hay que crear; el juego infantil y lo cotidiano son reflejo pictórico de una nueva sociedad. Si bien el barroco estuvo al servicio del poder absolutista, el Rococó se encuentra a favor de la aristocracia y burguesía, aunque también está presente la expresión sátira de las clases acomodadas, carentes de la moralidad inherente a la pintura, por ejemplo en William Hogarth.

Si el barroco se caracterizó por la pincelada suelta, el uso de colores fuertes y densos, en el Rococó se dio paso al tono pastel, la luz tenebrista o natural cambia por la blanquesina y clara, la solidez de la figura es modificada por una más flexible y ligera, la atmósfera se presenta como neblina. En cuanto a la composición aparecen movimientos asimétricos y curvas fluidas, la captación de momentos fugaces, el aplanamiento y falta de tridimensionalidad.

Tonos pastel azul y rosa. Santuario de Wies (Steigaden, Alemania) Dominikus y Johann Baptist Zimmermann, 1745-1754

Por su parte, con la Arquitectura Rococó los palacios fueron objeto de notables transformaciones, por su exuberancia decorativa (basadas en líneas curvas y sinuosas); su motivo principal es la "rocalla", frecuentemente utilizada para enmarcar cuadros, frescos, espejos. Mientras en los exteriores es notable la sencillez en lo interiores predomina el colorido y la fantasía.

En los interiores está presente una forma más intimista, prefiriéndose salas de dimensiones pequeñas más que los grandes espacios.

“Rocalla”. Adorno característico del rococó, de aspecto rocoso y simultáneamente vegetal

El mobiliario y creación de pequeños objetos decorativos cobra relevancia; el mueble reduce sus dimensiones y sus formas serán onduladas; también aparecen nuevos muebles como la rinconera, las cómodas y el escritorio. Las salas se iluminan con tapizados atrevidos y coloristas.

Durante el periodo del Barroco se construyó uno de los edificios más imponentes de la monarquía: El palacio de Versalles, que Luis XIV construyó para ostentar su poder. En el siglo XVIII, el Rey Luis XV manda a construir dentro de Versalles el pequeño Trianón, lugar que pertenecería a Madame de Pompadour que fue promotora del Rococó y posteriormente a María Antonieta.

Haz clic en las pinturas de las paredes y en el centro del teatro del Trianón para conocer algunas obras de este estilo artístico.

Refuerza los conocimientos adquiridos realizando el Ejercicio 2.

La pastora, Jean Honoré Fragonard, 1752)

Coloca el cursor sobre el cuadro y observa el tono pastel, las curvas fluidas, el ambiente blanquecino.

Joven dibujante, Jean Baptiste Simeon Chardin, 1737

Coloca el cursor sobre el cuadro y observa la naturalidad del trazo.

Fue durante el reinado de Luis XV que el Rococó se impuso en el palacio de Versalles; Francia se convertiría por ese entonces en el centro estético de Europa. Puedes observar este estilo en el dormitorio de Luis XV
Pareja de novios sentados en un sofá (a la izquierda), con rostros indiferentes el uno respecto del otro; en la mesa los padres de ambos negocian las condiciones del matrimonio, un adinerado comerciante (centro) y un arruinado noble (derecha) que busca mediante la dote conseguir dinero para construir una mansión.
El contrato matrimonial, William Hogarth, de la serie de seis cuadros: “Matrimonio a la moda”, 1743-1745
Los felices azares del columpio, Jean-Honoré Fragonard, 1767-1768
En este cuadro se logra apreciar el espíritu refinado, exótico y sensual propio del rococó

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