Programa de Cómputo para la Enseñanza: Cultura y Vida Cotidiana: 1940-1970

Historia de México II Tercera Unidad: Modernización Económica y Consolidación del Sistema Político 1940-1970

Artes plásticas entre 1940-1970

Abril de 2012

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La continuidad del nacionalismo

 

Podemos valorar la importancia de las expresiones nacionalistas en las artes plásticas hacia la mitad del siglo XX, si revisamos las exposiciones organizadas en 1946 como: México Indígena, organizada por el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM con un interés antropológico y México visto por sus pintores, que contenía pinturas populares, académicas y contemporáneas, desde el siglo XIX, con escenas campestres y urbanas.

 

Por su parte, con el desarrollo que había tenido el grabado desde principios del siglo, se realizó la exposición Cuatro Siglos de Xilografía en México, que incluía obras del siglo XVI, Juan Ortiz, hasta las de José Guadalupe Posada. Además de expresarse el interés por las culturas prehispánicas, con la muestra arqueológica Exposición de Arte Precolombino del Occidente de México, organizada por el Palacio de Bellas Artes, a cargo de la Dirección General de Educación Estética, de la Secretaria de Educación; en donde, al decir de Fernández (1947):

...no solo eran de admirarse las soberbias obras arqueológicas allí expuestas, sino que a manera que se recorría el extenso salón y sus varias partes, el espectador iba entrando en un mundo mítico, legendario, cuya alma "sui generis" se expresó, principalmente por medio de la cerámica escultórica.

José Guadalupe Posada Calaca

 

Nota del Excelsior (24 de agosto de 1941), sobre la Exposición de Pintura Mexicana, en la Galería de Arte de María Asunsolo

 

María Izquierdo La tierra (1945)

Otra exposición interesante de ese año, que indicaba la vigencia y el renovado interés por el modernismo de principios del siglo, a decir de Fernández, correspondió a una muestra de la obra de Julio Ruelas; mientras que en el terreno internacional, fue significativa la Exposición Nacional de Pintura Mexicana Moderna (1911-1946), organizada en La Habana, Cuba, que integraba diversas obras de José Clemente Orozco, propiedad del doctor Alvar Carrillo Gil.

 

Por su parte, continuaba la vigencia del interés por los temas rurales, que se puede apreciar con la exhibición de pinturas de Maria Izquierdo en la Galería de Arte María Asúnsulo. Mientras José Clemente Orozco presentaba oleos recientes en El Colegio Nacional, Juan Soriano exhibía diversos retratos en la Biblioteca Cervantes y Roberto Montenegro presentaba sus dibujos en la Galería Moisés Sáenz, de Artes de México.

 

Así, durante la década de los años de 1940 se continuó manifestando un gran interés por el nacionalismo de los años precedentes; si bien, con el desarrollo de diversas variantes e influencias. Que al decir de Ramírez et al. (2007), presentan un acercamiento al proyecto de nación posrevolucionaria, donde los artistas mostraban las diversas maneras en que el imaginario colectivo construyó categorías visuales a partir de su propio paradigma, ante la modernización.

 

La importancia de la vigencia de las valoraciones nacionalistas en el arte de la época se reafirma, si analizamos los resultados del Premio Nacional de Artes y Ciencias de 1946. Cuyo jurado, señala Fernández (1946), estaba presidido por el Secretario de Educación Publica, Jaime Torres Bodet, e integrado por Justino Fernández y Juan O'Gorman por la UNAM, Federico E. Mariscal y Salvador Toscano por la Academia Nacional de Ciencias Antonio Alzate, además de Alfonso Caso y Manuel Toussaint de EI Colegio Nacional.

 

El premio en pintura se otorgó a José Clemente Orozco por sus murales en las bóvedas de la Iglesia del Hospital de Jesús (1942-1944), en la ciudad de México. Que al decir de Fernández:

...se expresaba en un lenguaje universal plástico, renovando la tradición para expresar otro sentido de la realidad y de la vida…

 

Caso refería su habilidad en la composición y en la realización de los símbolos:

...como una manifestación real de la angustia y la desesperación del mundo moderno.

 

Mientras Salvador Toscano manifestó, de acuerdo con Fernández (1947), que el arte mexicano:

...había alcanzado proporciones universales, adquiriendo un sello propio con su pintura mural de dimensiones heroicas, que seguramente era la mejor aportación del México actual al arte contemporáneo.

 

El único voto diferencial, en cuanto al destinatario del permio, pero correspondiente con este interés por el nacionalismo, correspondió a Juan O'Gorman; quien consideró que el óleo Núcleo Solar, de Frida Kahlo:

...debía merecerlo por mostrar una concepción original y monumental, y una representación plástica de carácter universal, con raíces en la tradición de la pintura popular mexicana..

José Clemente Orozco, Fragmento del mural en la bóveda del templo de Jesús Nazareno, Centro Histórico de la Ciudad de México

 

Frida Kahlo Núcleo Solar (1946)

Leopoldo Méndez La carreta (1946)

 

En los Premios Secretaría de Educación Pública, apunta Fernández (1947), resultó ganadora en la categoría de escultura Cabeza de mujer, de Luis Ortiz Monasterio; en grabado resultaron premiadas las obras La carreta y Alegoría de Leopoldo Méndez, reconociéndose la calidad de la obra Figura de Mujer de Alfredo Zalce, además de una felicitación al Taller de la Grafica Popular por la excelencia de los trabajos de sus artistas; mientras en pintura se premió a cuatro artistas: Gerardo Murillo el Doctor Atl, Julio Castellanos, Francisco Goitia y Frida Kahlo.

 

Luis Ortiz Monasterio Cabeza de Mujer (1945)

Luis Ortiz Monasterio Monumento a la Madre (1949)

Luis Ortiz Monasterio Fuente de Nezahualcoyotl (1956)

Referencias


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