Esta primera etapa mesoamericana va del 2500 a.C al 200 d.C. y sus características más importantes son: la generalización del sedentarismo agrícola y el surgimiento de sociedades jerarquizadas. La cultura olmeca es la más notable de este periodo.
2500 a 1200 a.C. Existieron comunidades tribales igualitarias. Las aldeas que se establecían junto a los campos de cultivo no superaban las 20 chozas y eran muy parecidas entre sí porque respondían a la homogeneidad del grupo. La vida comunitaria consistía en la actividad agrícola con un incipiente intercambio comercial entre aldeas.
1200 a 400 a.C. Se produjeron adelantos técnicos importantes: represas, canales, terrazas y otros sistemas de control de agua. Con una creciente especialización del trabajo y diferenciación social. Las desigualdades entre los individuos se hacen evidentes en la riqueza o pobreza de sus tumbas y ofrendas funerarias, en las representaciones artísticas y en la importancia de objetos de lujo (figurillas de piedra verde, espejos de hematita, polvo de cinabrio, adornos de hueso, concha y piedras semipreciosas, etc.). Hay mayor intercambio económico.