Clásico mesoamericano

El Clásico mesoamericano va del 200 al 900 d.C., según el área. El término "clásico" sirve para designar una etapa en que las artes, y sobre todo el urbanismo y la arquitectura, gozaron de gran esplendor. Asimismo, la prosperidad del comercio, el poder y bienestar de las élites y el desarrollo del calendario, la escritura y el conocimiento astronómico son rasgos importantes del Clásico mesoamericano.

El inicio del Clásico se marca a partir de las siguientes características que se manifestaron desde finales del Preclásico: aumento y concentración de la población, creciente división del trabajo, producción de bienes dedicados al intercambio regional y desarrollo de redes comerciales, jerarquización creciente de las aldeas y los centros regionales, profundización de las diferencias de clase social, aparición de señoríos de linaje, complejidad en los sistemas de numeración, calendario y escritura.

Arco en Dzibilchaltún