Postclásico mesoamericano

La necesidad de protección propició que los centros de poder se construyeran en sitios protegidos, como islas (México-Tenochtitlan y México-Tlatelolco), en acantilados (Tulum) y en barrancos, laderas empinadas y dentro de murallas. En el centro de México, las expresiones artísticas y culturales también se vieron afectadas por el clima bélico, volviéndose más severas y marciales. Proliferaron las imágenes de sacrificios humanos y en muchos templos se añadieron esculturas de militares armados. Los símbolos de la ideología militarista fueron difundidos primero por los toltecas y sus seguidores, y después por los mexicas.

Este es el periodo del pasado mesoamericano que más se conoce debido a la cantidad de fuentes documentales -en náhuatl, español y latín- que describen la vida durante esta etapa. Especialmente se tiene noticia de las creencias, costumbres, tradiciones, literatura, etc. de los mexicas y sus vecinos, como texcocanos y tlaxcaltecas.

Chimalli (escudo) de la tumba No. 7
en Monte Albán