Historia Universal, Moderna y Contemporánea II

Unidad I: Surgimiento del imperialismo capitalista y su expansión en el mundo (1873-1914)

 

Humberto Domínguez Chávez

 

Agosto de 2006

 


Desarrollo del movimiento obrero


Fuerza laboral en la agricultura

http://users.erols.com/mwhite28/1900-soc.htm

Años de vida promedio

http://users.erols.com/mwhite28/life-exp.htm

 

 

Durante los inicios del proceso de industrialización los propietarios capitalistas pudieron contratar mano de obra en sus propios términos, basados en las fuerzas del mercado, que la consideraba una mercancía más sujeta a la oferta y la demanda y, con la creciente mecanización industrial se desplazó a muchos artesanos por trabajadores fabriles. Esta situación condujo a la clase trabajadora a organizarse para mejorar las condiciones de trabajo y obtener salarios razonables mediante protestas y paros en las fábricas, movilizaciones que fueron condenadas por la burguesía liberal, porque las huelgas amenazaban la propiedad privada.

 

Los trabajadores industriales ingleses organizaron clubes y asociaciones al finalizar el siglo XVIII; solicitaban que se reuniera anualmente el Parlamento y que existieran libertades democráticas; en respuesta se impusieron leyes represivas y se persiguió y encarceló a sus integrantes.

 

En 1838 surgió el movimiento cartista, que se prolongó hasta 1848, nombrado así por la agitación desatada en defensa de la Carta del Pueblo, pliego petitorio dirigido al Parlamento, avalado por miles de firmas. La lucha se definió entre aquellos que pensaba que era preferible una alianza con la burguesía, por trabajadores del sur de Inglaterra, donde predominaba el trabajo artesanal y aquellos que demandaban una acción más decidida, integrados por obreros de las regiones más industrializadas del norte, en tomo a Manchester; impulsaron huelgas de un mes de duración, que los levó a una confrontación total con la burguesía y, al no contar con una organización y apoyos suficientes, fueron derrotados, lo que marcaría en adelante movilizaciones que se inclinarían por métodos de acción más conciliadores con la burguesía, conocidos con el nombre de reformismo.

En toda Europa, a partir de 1820, la palabra socialismo fue el término que designó las ideas que criticaban las terribles condiciones de vida de los trabajadores industriales. En Francia algunos de sus pensadores fueron Claude-Henri de Rouvroy conde de Saint-Simon (1760-1825), Charles Fourier (1772-1837) y Louis-Auguste Blanqui (1805-1881), mientras que en Inglaterra lo hacía Robert Owen (1771-1858); sus ideas partían de considerar como principio la existencia original de una bondad humana, derivada de los enciclopedistas franceses y, ante la existencia de pésimas condiciones de vida de los obreros con el desarrollo industrial, propusieron la construcción social por toda la humanidad de una utopía, mediante el cooperativismo, que conduciría a crear una sociedad sin conflictos, en donde reinara la justicia y todos los individuos fueran iguales; por eso se les denomina socialistas utópicos.

 

Fourier, por ejemplo, propuso construir falansterios, unidades de asentamiento humano que contendrían un conjunto de edificios fabriles y de granjas, que serían habitados por comunidades autosuficientes en donde sus integrantes compartirían las herramientas, se distribuirían equitativamente las tareas y, por supuesto, repartirían equitativamente sus productos.

Charles Fourier

http://es.wikipedia.org/wiki/Charles_Fourier

 

El Zar Nicolás II junto a su familia, http://www.portalplanetasedna.com.ar/demo_liberal.htm

 

El triunfo de la burguesía en el plano económico, con la Revolución Industrial en el siglo XIX, impuso a la sociedad europea los valores burgueses; en ellos predomina la idea de que los seres humanos son los únicos responsables de su destino; esta nueva y poderosa fe se basaba, con fuerte optimismo, en el progreso material que prometía la industrialización, en donde la iniciativa y la ambición individuales eran las únicas garantías para lograr el bienestar económico y social. Sin considerar que existían límites para el ascenso social, ya que sin poseer recursos materiales los trabajadores asalariados que vivían pobremente en la ciudad y el campo, les resultaría casi imposible lograr este bienestar social y ésa era la realidad de la mayor parte de la sociedad de esta época, en donde resultaba difícil acceder al progreso capitalista.

 

Otro de los importantes valores burgueses se refería a la familia, que ocupó un lugar muy importante como modelo de vida social en el siglo XIX; estaba integrada como una institución patriarcal, en donde la figura principal era el padre y debajo de él se organizaba toda una jerarquía de inferiores, comenzando por las mujeres cuya obligación era ocuparse de los niños y de las cosas de la casa, los niños que deberían aprender esas pautas de comportamiento y, al final de la jerarquía se encontraban los criados; todos estos miembros de la familia debían obediencia al padre, para lograr una vida armoniosa, en donde era fundamental el respeto a las jerarquías; situación contrastante con el modelo social burgues de igualdad y de competitividad constante por alcanzar un lugar en la sociedad.

 

 

Las ideas igualitarias del liberalismo, asociadas a la democratización de la sociedad, incluida la política, representaban una amenaza al mantenimiento del poder consolidado por la burguesia; que advertía que ya no iba a ser posible gobernar sin el consenso de la mayoría de la población, que se movilizaba con crecientes demandas de participación, sobre todo la pequeña burguesía o clases medias y una cada vez más importante presión de los obreros, ejercida a través de huelgas y movilizaciones para obtener mejores condiciones de trabajo y de vida; el poder burgues recordaba que los movimientos revolucionarios, como los de 1848 con la Comuna de París de 1871, ponían en riesgo y podían llegar a transformar el orden social existente.

Destrucción de la Columna de Vendôme durante la Comuna de París

http://es.wikipedia.org/wiki/Comuna_de_paris

Manifiesto del Partido Comunista

http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:CommunistManifesto.png

En 1847 una asociación internacional de defensa del movimiento obrero, la Liga de los Comunistas, encargó a Carlos Marx y Federico Engels la redacción de un programa de la organización, el resultado fue el Manifiesto Comunista, que se imprimió en Londres, unas semanas antes del estallido de la revolución en Francia en 1848.

 

Se señalaba en la obra que: La historia de toda la sociedad existente hasta ahora es la historia de la lucha de clases. A lo largo de la historia oprimido y opresor han estado en constante oposición uno con el otro. Se planteaba que hasta ese momento, los filósofos se habían encargado de describir e interpretar al mundo; pero que, dada la enorme injusticia que existía, los trabajadores se deberían proponer transformarlo, mediante la construcción de partidos políticos proletarios.

 

Se indicaba que el existente Estado burgues reflejaba y defendía los intereses de los propietarios y sus aliados, no del proletariado; se continuaba explicando que se deberiá terminar con la propiedad privada de los medios de producción, causa de la diferenciación social y que, por este hecho, los burgueses enfrentarían al proletariado y al Partido Comunista, cuando tuvieran el poder, por lo que en una etapa inicial de la nueva sociedad socialista, se debería establecer una dictadura del proletariado, hasta que el desarrollo social permitiera el surgimiento de una sociedad sin clases. Cuando esto sucediera, el antiguo Estado burgues, instrumento de los propietarios, se disolvería y ya no sería necesaria ninguna organización política para controlar a la sociedad, al haberse eliminado los intereses de clase y, por lo tanto, haberse desterrado los conflictos sociales que se manifestaban en las luchas de clases.

En 1847 una asociación internacional de defensa del movimiento obrero, la Liga de los Comunistas, encargó a Carlos Marx y Federico Engels la redacción de un programa de la organización, el resultado fue el Manifiesto Comunista, que se imprimió en Londres, unas semanas antes del estallido de la revolución en Francia en 1848.

 

A partir del pensamiento marxista, que explica la explotación que caracteriza al sistema capitalista debido a la existencia de propiedad privada de los medios de producción, surgieron los planteamientos anarquistas; parten de reconocer la existencia de una lucha entre las clases, entre propietarios y obreros, pero difieren en los mecanismos para cambiar el estado de cosas.

 

Señalan que todos los seres humanos están en contra de la opresión, en particular la que encarna el Estado y las formas de Gobierno de la burguesía, desde los gobiernos republicanos liberales, hasta las monarquías imperiales, en suma, cualquier principio de autoridad, ya que si existía uno que mandaba, significaba que existía otro que obedecía y, por lo tanto, si existían amos era porque había esclavos; señalando además que, una de las instituciones más viejas y representativas del poder y de la autoridad, que educa en la sumisión y contribuye a mantener el orden como se encuentra establecido, es la Iglesia, pues establece la creencia en un ser superior que establece el destino de cada uno de los seres humanos, lo que implica limitar la libertad humana y trae aparejada la idea de sometimiento y esclavitud a otro. Para cambiar esta situación, el anarquismo propone la rebelión permanente y continua contra cualquier poder, como camino hacia la revolución social.

 

No creían en la organización de partidos políticos, ya que indicaban que cualquier poder corrompe y es fuente de corrupción, por lo que quien llega a él, inevitablemente se corromperá y será un opresor, negando la posiblidad de construir un Estado socialista, por lo que lo importante era romper, por cualquier medio, los mecanismos de la opresión, para que los seres humanos se manifestaran como son libres e iguales.

 

 

Nicolás Bakunin (1814-1876), fundador de corrientes anarquistas

http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:Bakuninfull.jpg

 

Antecedentes: la reunificación italiana y alemana

Segunda Revolución Industrial

Imperialismo

La nueva expansión colonial

Pugnas y alianzas entre las potencias

La aparición de la sociedad de masas

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