Luego de casi cuatro años de trabajos de conservación y restauración del monolito de Tlaltecuhtli, la pieza está lista para exhibirse a mediados de este año.
De esta manera, se recuperaron los colores originales con los cuales los mexicas cubrieron los relieves de la deidad de la tierra, explica María Barajas, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Labor de limpieza del monolito de Tlaltecuhtli, descubierto en el predio Las Ajaracas, en 2006 Foto Departamento de Restauración del Museo del Templo Mayor/ INAH |