División temporal

División temporal

Para estudiar la historia más antigua de México los arqueólogos y los historiadores han delimitado los espacios culturales y además han distinguido diferentes periodos u horizontes culturales.

La Etapa Lítica es la que abarca la creación de los primeros instrumentos de trabajo (30000 a.C.) hasta la aparición de la agricultura (2500 a.C.). El periodo recibe este nombre porque los instrumentos de trabajo fueron fabricados con piedra.

La etapa desde la adopción de la agricultura hasta la llegada de los españoles (2500 a.C. 1521 d.C.); Mesoamérica, se divide en tres grandes períodos u horizontes históricos: El preclásico, el clásico y el posclásico. Esta división se ha realizado con respecto al auge, desarrollo y caída de sus principales civilizaciones.

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El Posclásico (900-1521 d.C.)

Tras el colapso del imperio teotihuacano alrededor de 750 d.C. y de las ciudades-Estados mayas alrededor del 900 d.C., las distintas regiones mesoamericanas vivieron profundas transformaciones que culminaron en el surgimiento de nuevas sociedades dominantes.

Durante el Posclásico se intensificó el intercambio comercial entre las distintas áreas culturales de Mesoamérica y con el territorio actual de los Estados Unidos. Enrique Florescano, en Atlas Histórico de México (p.48) divide el período en dos fases principales:

  1. La primera fase (900-1150) se caracterizó por la existencia de diversas ciudades-Estados sin lograr el establecimiento de un verdadero imperio por la competencia entre las ciudades. Durante pequeños lapsos, ciudades como Tula y Chichen-Itzá tuvieron mayor poder.
  2. La segunda fase (1150-1521) se distingue por el resurgimiento de grandes estados que controlaron grandes territorios, como los Tarascos y los Mexicas.
Revisa el mapa La época posclásica
El clásico (200 - 900 d.C.)

Durante el periodo del Clásico, la organización política, económica, social y cultural de Mesoamérica adquirió una mayor complejidad. Lo más característico de esta época es la formación de los primeros grandes Estados. Algunos de estos Estados lograron controlar los recursos y las poblaciones de grandes territorios, hasta convertirse en verdaderos imperios comerciales como Teotihuacán y ciudades-estado poderosas como Tikal, Palenque y Monte Albán.

La existencia de las grandes urbes implicó una transformación de la estructura social y económica: muchos campesinos abandonaron el campo para dedicarse al comercio y la producción artesanal. Para administrar las ciudades-Estado se requirió una burocracia y el dominio (militar) sobre el campo para obtener el tributo. Los Estados impulsaron también la arquitectura, el arte, la escritura, la ciencia, la astronomía, las matemáticas y el uso de los calendarios. Las ciudades homogeneizaron la forma de ver al mundo ya que a través de su influencia comercial ciudades-Estados como Teotihuacán exportaron sus ideas y sus prácticas. Un ejemplo clásico es la adopción del culto a Quetzalcóatl en toda Mesoamérica.

Revisa el mapa La época clásica
El preclásico (2500 a.C.- 200 d.C.)

Durante el preclásico los pueblos sedentarios que conocen ya la agricultura experimentan transformaciones socioculturales. Surgen aldeas y se perfilan distintos estilos locales, como el de la cultura olmeca, se caracteriza por logros antes no conocidos. Hay centros ceremoniales planificados y con grandes edificaciones; creación artística (cerámica, esculturas, trabajos en jade,…); y una organización social, religiosa, económica y política cada vez más compleja; inicios de la escritura y el calendario; la capacidad de difusión por diversos medios. Fue durante este periodo que se formaron las distintas áreas culturales distintivas de Mesoamérica: Occidente, Altiplano Central, Costa del Golfo, Oaxaca y el Maya.

Revisa el mapa La época preclásica
Protoneolítico (5000-2500 a.C.)

En este periodo tuvo lugar el acontecimiento con mayores consecuencias culturales de la época: el cultivo de plantas. Este proceso se dio en lo que sería el área mesoamericana por las condiciones ambientales.
Se utilizan principalmente instrumentos líticos con mejores acabados. También se introducen nuevos materiales como madera, hueso y fibras vegetales con la cual se elaboran redes, textiles, adornos, espacios sagrados, etc.

Cenolítico superior (7000-5000 a.C.)

En este periodo se extinguió el mamut y el mastodonte y la fauna dominante es semejante a de la actualidad. El ser humano empezó a depender más de los granos, además de la recolección y de la caza de animales más pequeños como el venado y el conejo. En algunos sitios se observa la explotación continua de recursos costeros como en Tecolote y Coxcatlán. En este periodo se desarrollaron un número mayor y más variado de técnicas de trabajo como el pulido (desgaste de la piedra con agua y abrasivos finos).

Cenolítico inferior (12.000-7000 a.C.)

Durante este periodo la mega-fauna del pleistoceno se fue extinguiendo debido a la caza excesiva y el calentamiento global. El control humano sobre la naturaleza aumentó gracias a las nuevas técnicas e instrumentos de caza y de trabajo. Destacan especialmente las puntas de proyectil, tipo Clovis en Sílex. Aparte de la recolección y de la caza, los hombres descubrieron en este período como un recurso adicional la germinación de plantas.

Arqueolítico (30.000-12.000 a.C.)

De este periodo se han encontrado pocos restos arqueológicos. Los principales son los de Tlapacoya en el Valle de México y los de la Laguna de Chapala en Baja California. Durante esta etapa los grupos humanos utilizaron grandes y toscos artefactos de piedra. La base de la subsistencia fue la recolección de frutos, hojas, insectos y mariscos. La caza de los grandes animales pleistocénicos fue excepcional, aunque la captura de ejemplares pequeños y medianos debió haber sido posible.