El Machismo en las familias modernas


Alumna de la materia de Ciencias Políticas y Sociales

En la antigüedad, el modelo del principal vínculo afectivo era el de la familia tradicional, en donde la toma de decisiones y postura de cada uno de los integrantes de dicho núcleo se basaba de acuerdo a las limitaciones y prejuicios estipulados de manera conjunta por la sociedad. Provocando de esta manera la relevancia de la desigualdad de género, priorizando al sexo masculino.

Pero aún en la actualidad cuando han pasado décadas desde la adaptación de dichos acuerdos sociales, no ha sido modificado en su totalidad, manteniéndose arraigado en cientos de familias modernas. Un ejemplo de esto es la manera en que se relacionaba la siguiente familia integrada por un adulto mayor, sus dos hijos y sus dos nietos.

Todo comienza con la principal figura de autoridad, en este caso el adulto mayor con el rol de abuelo, quien ha tenido gran relevancia en la educación de las respectivas generaciones, de nombre David.

Ejercía la relación familiar incrementando el machismo, transmitiéndolo a su descendencia. Por lo que el interaccionismo dentro de este núcleo se daba de la siguiente manera:
La hija perteneciente a la primera generación, de nombre Rosa, además de desempeñar un trabajo laboral en un horario de 8 a 19 horas, se veía obligada al cumplimiento de los quehaceres del hogar, entre ellos, lavar, planchar y cocinar para todos los integrantes de la familia, principalmente para los varones, así como el cuidado de los niños. Por otro lado, el hombre de esta misma generación, de nombre Francisco, ejercía trabajos laborales temporales, menospreciando con ello la idea de incorporarse a las labores del hogar, conformándose con aportaciones mínimas para el sostén de este núcleo.

De esta misma manera, el varón de la segunda generación, hijo de Rosa, de nombre Gerardo, desempeñaba labores académicas sin verse obligado a involucrarse en los quehaceres, siguiendo el principal ejemplo impuesto por el patriarca.

Finalmente, sumándosele a la primera mujer, la menor hija de Francisco, además de desempeñar su papel como estudiante, acompañaba en el cumplimiento de estas labores a la única fémina.

Debido a esta serie de acciones tomadas por cada uno de los integrantes, la relación entre cada lazo parental no era buena, pues surgían conflictos constantemente de inconformidad, buscando especialmente por parte de las féminas ser modificado y que exista mayor equidad.

Pues no es verdaderamente justo que dentro de un núcleo familiar algunos miembros se deban integrar a las labores del hogar para la solvencia del mismo mientras que otros no; como el caso de esta familia, ya que es destacada de forma notoria la desigualdad de género. Y que, debido a ello, en diversas ocasiones se diluya la relación que debería darse de manera sana y recíproca.

Especialmente, en el caso del interaccionismo entre los hijos del patriarca David. Pues Rosa y Francisco constantemente tienen conflictos como inconformidad e incomodidad en la presencia de alguno ante el otro. Debido a que, mientras la señora Rosa está cansada de encargarse de las mismas labores sin recibir ayuda, el señor Francisco en ocasiones expresa su descontento de forma negativa, argumentando que no considera que lo que se hace es suficiente, exigiendo mayores aportaciones sin contribuir.
 
Por lo tanto:
-El rol del padre es el de proveer de bienes económicos y materiales a la familia, así como proporcionar firmeza y la dedicación a expresiones de su potencial en el campo laboral y sus tiempos de ocio,
-El rol de la mujer está dado por el de esposa-madre, haciendo referencia al área emotiva.
-El rol de los hijos es la aceptación de las decisiones y autoridad paterna.

De esta manera, el varón romperá en algún momento su identificación con la madre, identificándose plenamente con el padre, asumiendo su papel de masculinidad. Por otro lado, las niñas se unirán a las esposas-madres, representando con ello un rol relevante en la esfera sentimental y emocional.

Podemos concluir que este apego a la desigualdad de género y manifestación del machismo no sólo se da dentro del núcleo familiar, sino además en el campo laboral, académico, deportivo, político etc. Se prioriza el patriarcado, recriminando por encima actos o acciones emitidas por mujeres en su vida cotidiana.

Patriarcado: Es un sistema de dominio institucionalizado que mantiene la subordinación e invisibilización de las mujeres y todo aquello considerado “femenino” con respecto a los varones y lo “masculino", creando así una situación de desigualdad estructural basada en la pertenecía a determinado sexo biológico.

Además, en los últimos años, debido a la pandemia, ha incrementado la violencia familiar en el ámbito sicológico y físico, siendo sometidas las mujeres a humillaciones.

Por lo que, a partir de 2019, principalmente se han normalizado las manifestaciones y marchas a favor del movimiento feminista por la justicia e igualdad de género.

Así, finalmente puedo contribuir que mi experiencia personal en relación a estas movilizaciones ha sido casi nula, ya que no he tenido la intención de integrarme o sumarme a alguna de ellas, pues respeto el propósito con el que son realizadas, pero no considero en su totalidad que los destrozos y grabados que realizan en paredes, monumentos, edificios, etc., sean necesarios y con ello contribuyan de manera positiva a la situación que millones de mujeres viven día con día.


Ilustración de Sherlyn Berenice De Anda Sánchez.
 
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