Escuela. Selección de carrera.


Alumno de la materia de Ciencias Políticas y Sociales.

LA ESCUELA



Desde que nosotros los seres humanos somos pequeños, se nos inculca a todos o al menos a la gran mayoría el ámbito del estudio; somos impulsados a tener el propósito de ser alguien en la vida. Cabe destacar que dichos deseos son de alguna manera generados siempre en el campo familiar, ya sea por uno o varios integrantes del mismo.
Pienso eso puesto que, cuando un individuo no cuenta con la suficiente edad, tanto biológica como mental, carece de un cierto razonamiento, criterio y albedrio propio, motivo que provoca que todo tipo de aspiración o sueño se encuentre ligado al mismo deseo de una figura familiar, ya sea porque éstos son o nunca fueron lo que querían ser.
 
Cuando una madre o un padre piensan en qué escuela van a inscribir a su hijo, regularmente se contemplan diversas opciones, pasando por un filtro en que se analiza cuál podría ser mejor, tomando en cuenta la calidad de las instalaciones, el nivel de enseñanza, la capacidad de los maestros o incluso la capacidad de aprendizaje y desarrollo del mismo niño; pueden influir otros factores, como el nivel económico de la familia, la cercanía o lejanía, etc. Durante esta etapa influyen los padres, de modo que algunos no permiten que sus hijos realicen de manera óptima los requisitos para obtener dichos objetivos, deteniéndolos de alguna manera, ya será introduciéndolos al mundo laboral a corta edad o simplemente, por el dominio de la ignorancia.
 
 
CITA SOCIOLOGICA
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3039845.pdf
 
Desde que mi madre me habló de estudiar cuando yo era pequeño, debo admitir que sentí cierto temor, porque  iba conocer un nuevo ambiente, personas y cosas de las cuales ni siquiera sabía de su existencia, pero me tranquilizó el saber que cómo en todo lo que llevaba de vida ella eligió la mejor opción para mí; debido a que no había alguien que cuidara de mí, tuve que ingresar a guardería a los 3 años y esa etapa me ayudó muchísimo en todo lo que estaba por venir, ya que comencé la escuela un poco antes que el resto de mis primos y conocidos, esto me facilitó el aprender a leer y escribir en cuanto comencé la primaria, donde mi madre también buscó siempre la mejor opción para mí, un plantel en que, sin ser una escuela privada, estaban los mejores maestros, y si no eran los mejores al menos eran los indicados para ayudarme a cumplir con mis metas y objetivos. Aunque se presentó una excepción con una de mis profesoras, ya que nunca reconoció mi capacidad e intelecto, y otorgaba méritos y reconocimientos a otros alumnos quienes francamente no los merecían; fue en ese momento cuando entendí que el sistema siempre elige a las personas que les convienen y no a quienes lo merecen.
 
Con el paso de los años, fui avanzando y adquiriendo nuevos conocimientos, y no solo teóricos o matemáticos, sino que también enfrenté situaciones que me obligaron a conocer nuevos sentimientos y llevar a cabo distintos valores, en mi caso particular fue la secundaria donde experimenté todo esto, además de que comencé a desarrollar un criterio, un razonamiento y albedrio propio, pero no sin contar con una gran parte de inmadurez también.
 
Luego vino la etapa del bachillerato, donde elegí el lugar en donde estudio actualmente -el Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Vallejo- por cierta influencia que tuve de mi mamá desde que era un simple niño, ya que ella como madre de familia, como mencioné anteriormente, siempre se preocupó por que yo siempre recibiera la mejor atención y educación, asimismo, recuerdo perfectamente que de niño solía ir a servicio a la clínica de Odontología ubicada al lado del CCH Vallejo. Considero este nivel el más importante, puesto que es en donde he desarrollado aún más la mente y sé que eso me ayudará para ser un futuro ciudadano responsable, respetuoso y ejemplar. Hoy en día quiero y me estoy preparando para estudiar la carrera de Derecho, pero esa decisión se debe también a que tuve cierta influencia de mi papá desde niño, ya que él mencionaba que tenía el carácter y la postura para ser un abogado. 
He sabido de algunos casos con mis compañeros de clase en donde determinan lo que quieren ser porque sus papás les obligan a continuar con la tradición familiar, o, en algunas ocasiones, he notado que mis compañeros definen lo que quieren por modas o por un interés económico propio.
 
Una vez que haya de terminar esta etapa, en base a todos los conocimientos que adquirí a lo largo de todo el tiempo que pasé en todas y cada una de las instituciones, viene la elección que definirá mi función en la sociedad. Pues como ciudadano legal, tocará elegir mi carrera y vocación, en donde sea cual sea mi elección pasaré a formar parte de un sistema colectivo en donde todos prosperamos por la acción de todos, un sistema al cual llamamos Estado
 
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