Ejercicio 6

1. Maíz: El origen de los pueblos mesoamericanos está vinculado con el mito del Maíz. Para los mayas el mundo fue creado por los dioses del  maíz que crearon así también a los seres humanos de su masa y les dieron alimento. En el Popol Vuh se cuenta que el maíz que se encuentra oculto en una montaña escondida en Xibalbá  nombre que los mayas daban al inframundo;  es buscado por Hun Nal Ye que quiere decir "uno maíz",  hasta que un rayo parte el monte y así  el maíz  brota al fin de las profundidades de la tierra para dar origen y sustento de los hombres.

2. Dualidad: Uno de los rasgos más interesantes en la cultura mesoamericana es el dualismo como principio rector del universo,  expresado en los eventos más significativos de su existencia, así,  vida y muerte, creación-destrucción, día-noche, lluvia-sequía representan la lucha entre las fuerzas antagónicas  que se complementan y crean el equilibrio universal.
Para los aztecas, es Ometéotl, Señor de la dualidad: Ometecuhtli en su aspecto masculino  y Omecíhuatl en su aspecto femenino, ambos al mismo tiempo dan origen a los cuatro Tezcatlipocas asociados con los 4 puntos cardinales y con la creación y destrucción de 4 eras y la creación de los nuevos hombres en el 5º sol.

3. Sacrificio humano: Determinados por la  incertidumbre  sobre los fenómenos naturales, la cosmovisión es una manera de interpretar estos fenómenos y de entrar en contacto con éstas fuerzas convertidas en deidades, el rito funciona como un vehículo por medio del cual es posible apaciguar a los Dioses e invocar su protección; la muerte es el  tributo a cambio de la vida…la sangre alimenta al sol. El suyo es pues, un mundo sagrado cuyo destino es marcado por la voluntad de dioses implacables en donde el sacrificio ritual, era parte del vínculo… con las deidades y la sangre es el tributo máximo que se puede ofrecer para garantizar la continuidad del universo. 

El sacrificio humano no fue exclusivo de los Aztecas, este se ofrecía a Huitzilopochtli dios de la guerra y del sol,  será este dios quien guiará a los cuatro reyes sacerdotes y les indicará el sitio donde se fundaría Tenochtitlán,  sin embargo, y paradójicamente fue el tributo obligado de la sangre que garantizaba la permanencia del 5º sol, lo que desencadenó la  rebelión de los pueblos sometidos y  significó más tarde la caída de este imperio durante la conquista.

4. Tiempo: Los pueblos mesoamericanos aplicaron sus conocimientos en matemáticas y astronomía en la elaboración de calendarios cuya  exactitud nos asombra hoy en día, manejaron dos tipos de calendarios: el solar y el lunar: El solar llamado Xihuitl por los aztecas y Haab por los mayas, constaba de 365 días estaba dividido en 18 meses de 20 días y 5 días restantes considerados nefastos. El segundo calendario, el Lunar, tenía 260 días dividido en 20 ciclos de 13 que utilizaban para determinar las fechas propicias para sembrar y cosechar. Ambos calendarios coincidían cada 52 años momento en que los Mexicas celebraban el fuego nuevo…la renovación de la vida. 
El tiempo es movimiento periódico, es ritmo pero sobre todo es la ley que determina a todos los seres en el universo y se ha demostrado que la organización de las ciudades y el manejo de las proporciones en su arquitectura son una materialización de su pensamiento cosmogónico.

5. Serpiente: La figura mitológica de la "serpiente emplumada" aparecerá en múltiples representaciones en el arte mesoamericano, y probablemente tiene sus orígenes en la cultura olmeca, Quetzalcóatl para los mixtecos y los aztecas y Kukulkán para los mayas.
Es Quetzalcóatl quien toma los huesos de las generaciones anteriores que se hallaban en el Mictlán  y les comunica la vida sangrándose el pene y les  proporciona además el conocimiento, así se convierte en creador de la cultura, la escritura, las artes, las ciencias y el calendario.
El templo consagrado a Quetzalcóatl en Teotihuacán es un ejemplo de la importancia que se le da a esta deidad en donde aparece su figura alternada con la de Tláloc.

6. Jaguar: La representación del jaguar como otro de los animales  sagrados tiene su origen en el dragón olmeca conformado por algunos rasgos  de caimán, águila, jaguar, serpiente y humanos. La fascinación por este poderoso felino lo ha asociado con el poder; sacerdotes y reyes se vestían con su piel como una manera de proclamar su relación mítica con el felino.
Entre los olmecas  el jaguar aparece en esculturas monumentales y piezas de jade de delicada factura.

Los mayas llamaban al jaguar Baläm, y los Bacabob son los 4 dioses jaguares hijos de Itzamná e Ixchel ubicados los 4 puntos cardinales que impiden que el cielo caiga.