Reforma liberal

La Reforma liberal

Con el triunfo de la revolución de Ayutla y el consecuente derrocamiento de Santa Anna, se dio paso a la organización del gobierno liberal. En octubre de 1855, una junta de representantes estatales eligió a Juan Álvarez como presidente provisional, quien constituyó un gabinete de liberales puros. Enseguida dio inicio la Reforma, con la promulgación de la ley que suprime los fueros militar y eclesiástico conocida como “Ley Juárez”.

Ignacio Comonfort, quien a finales de 1855 sustituyó a Juan Álvarez en la presidencia, continuó con la expedición de leyes reformistas: en junio de 1856 la “Ley Lerdo”, en abril de 1857 la “Ley Iglesias”.

El grupo conservador y el arzobispado de México consideraron estos decretos como un ataque a la Iglesia católica y a la propiedad privada.

Presidentes liberales

(Presidente interino del 4 de octubre al 11 de diciembre de 1855) (Presidente interino de México del 11 de diciembre de 1855 al 30 de noviembre de 1857, y constitucional del 1 al 17 de diciembre de 1857) (18 de diciembre de 1857 al 18 de julio de 1872) (18 de julio de 1872 al 20 de noviembre de 1876)

En febrero de 1856 se reunieron los diputados en un Congreso Constituyente para elaborar la Constitución. En los debates, algunos liberales moderados plantearon que sólo se reformara la Carta Magna de 1824, pero esta propuesta no prosperó. El resultado fue una nueva Constitución, que fue firmada por los diputados del Congreso el 5 de febrero de 1857.

La Constitución causó descontentos en el grupo conservador pronunciándose en su contra al grito de “religión y fueros” con el Plan de Tacubaya (diciembre de 1857), en el que se declaró:

  1. Desconocer la Constitución de 1857
  2. Convocar un Congreso Constituyente para elaborar una nueva Constitución
  3. Dar continuidad de la presidencia de Comonfort, otorgándole amplias facultades para gobernar.

Comonfort, convencido de que no era viable gobernar con la Constitución, se adhirió al plan; pero los propios conservadores lo desconocieron en enero de 1858, y partió a Estados Unidos. Benito Juárez, presidente de la Suprema Corte de Justicia, asumió la presidencia del país.

Poco después, Zuloaga, quien había promulgado el plan de Tacubaya, ocupó la capital y fue nombrado presidente por una junta de representantes de los departamentos, mientras que Juárez estableció su gobierno constitucional en Guanajuato. En el transcurso de la Guerra de Reforma (1858-1860), Juárez dictó las llamadas “Leyes de Reforma”, en Veracruz en 1859.

En el fichero que aparece a continuación encontrarás una síntesis de las leyes reformistas.

Para conocer las principales propuestas del proyecto liberal, da clic en cada una de las pestañas.

Leyes de reforma

Ley Juárez

Supresión de los fueros militar y eclesiástico para los individuos de estas corporaciones que sean juzgados por delitos del orden civil, lo que permitiría la igualdad civil ante la ley.

Ley Lerdo

Desamortización de fincas rústicas y urbanas propiedad de las corporaciones civiles y religiosas.

Ley Iglesias

Prohibición del cobro de bautismos, amonestaciones, casamientos y entierros a los pobres (considerados así a los que no ganaban más de lo indispensable para vivir).

Constitución de 1857

Libertad de educación y de trabajo; inviolabilidad de la propiedad; no se prohíbe el ejercicio de culto alguno; abolición de la pena de muerte; libertad de expresión; igualdad ante la ley; soberanía popular; república representativa, democrática y federal, etc.

Leyes de Reforma de 1859

Nacionalización de los bienes del clero. Ahora el matrimonio se considera un contrato civil que debe celebrarse ante las autoridades gubernamentales; secularización de cementerios; prohibición de Claustros o Conventos; libertad de cultos y separación de Estado e Iglesia.

Sin embargo, las leyes liberales se aplicaron sólo a medida que el gobierno liberal se fue consolidando, sobre todo a partir de la caída del Segundo Imperio. Las “Leyes de Reforma” fueron incorporadas a la Constitución durante la presidencia de Sebastián Lerdo de Tejada, en 1873, consolidándose así la separación entre la Iglesia y el Estado.