Programa de Cómputo para la Enseñanza: Cultura y Vida Cotidiana: 1920-1940

Historia de México II Segunda Unidad: Reconstrucción Nacional e Institucionalización de la Revolución Mexicana 1920-1940

Las Artes Plásticas en el México Posrevolucionario 1920 a 1940

Propósitos: Valorar algunas manifestaciones socioculturales influidas por el nacionalismo revolucionario y su impacto sociocultural

Mayo de 2012

 

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Antecedentes

 

El renovado interés de los artistas plásticos por las artes populares se había iniciado en las postrimerías del carrancismo, en 1919, señala Dallal (1989), impulsado por el espectáculo de ballet creado por Tórtola Valencia y Ana Pavlova, para el cual diseñaron el vestuario los pintores Jorge Enciso y Alberto Best Maugard y en cual la Pavlova bailaba de puntitas el Jarabe Tapatío.(1) Para el efecto se inspiraron en trajes regionales mexicanos, diseños que fueron considerados por Diego Rivera, al decir de José Vasconcelos, como nacionalismo decorativo, y por Jean Charlot y David Alfaro Siqueiros como algo turístico y excéntrico.

 

Si bien los poetas Ramón López Velarde, Rafael López, Juan Tablada y Enrique Fernández Ledezma dedicaron obras al evento, fue significativo, y profético, el comentario de Luis A. Rodríguez en El Universal Ilustrado del 28 de marzo de 1919:

 

Consuela ver que nuestros bailes nacionales, que hasta ahora se cultivaban en teatros de barriada, mañana, en la peregrinación artística de Ana Pavlova, serán exportados, y que públicos extranjeros al aplaudirlos conocerán que México, el país de maravillosa vitalidad, tiene su arte propio que está a una inmensa distancia del malintencionado calambur de un popular actor y de las insulsas obrillas en que como tema reglamentario aparecen los más abominables pelafustanes de nuestros bajos fondos sociales. [Dallal, 1989: 169]

(1) Regresaría al país en 1925, pero con un programa clásico de valet, Don Quijote, seguramente para una nación que ya podía disfrutar de este tipo de obras, sin necesidad de las libertades artísticas que se permitió en época precedente.

 

 

El Jarabe, bailado por Ana Pavlova como china poblana y Adolfo Best Maugard como charro, en 1919. Jáuregui (1990), El Mariachi. Símbolo Musical de México, México, INAH/Banpaís.

Vendedores de canastos de carrizo en el mercado de Tehuacán, Puebla, en: Murillo Gerardo [Dr. Atl] (1921), Las Artes Populares en México, Vol. II, Fig. 48

Indias vendiendo los Alpextles de San Francisco Altepexi, en el mercado de Tehuacán, Puebla, en: Murillo Gerardo [Dr. Atl] (1921), Op. cit., Fig. 42

 

Mientras el propio Best Maugard, Gabriel Fernández Ledezma y Roberto Montenegro descubrían su inspiración y temas decorativos para sus obras en la alfarería y la cerámica populares, Charlot y Siqueiros consideraban que esas decoraciones eran meramente complementarias y se convertían en un desatino plástico (Siqueiros y Charlot, 1923: p. 3), ya que:

 

…al arrancarlas de su medio generador, se mutilaba su conjunto al transportarlas a un muro o lienzo, convirtiéndose en un pintoresquismo superficial.

 

Roberto Montenegro, de reciente regreso de Europa, expuso en junio de 1921 una colección de retratos, aguafuertes, dibujos y óleos con escenas representativas de esos temas, intitulada Estilizaciones de la Vida Mexicana, como parte de la gran explosión cultural nacionalista, que impuso los temas folklóricos y populares para los festejos del Centenario de la Consumación de la Independencia; festividades que fueron inauguradas por el Rector de la Universidad Nacional, José Vasconcelos, para quien resultaron ser las fuentes primordiales de inspiración del arte latinoamericano.

 

Referencias


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