3. Las formas de entender las relaciones sociales y políticas afectan la comprensión del pasado humano
Los seres humanos tenemos dificultad para lograr cambiar nuestras actitudes políticas, por lo que es de esperarse que lo mismo suceda en cuanto al conocimiento histórico, que se debe afectar por nuestras particulares formas de entender las relaciones sociales y políticas entre los grupos humanos que conforman una sociedad particular.
A su vez, en los procesos de enseñanza-aprendizaje es necesario considerar que, la comprensión de las diversas disciplinas requiere de un proceso de cambio conceptual en los alumnos y que dicho cambio no se consigue simplemente con exponerlo ante nueva información, sino que implica una reestructuración cognitiva, ya que en dicha reestructuración conceptual influyen negativamente algunos de los sesgos más habituales que utilizamos los seres humanos al procesar la información; es de esperarse que, en el caso del conocimiento social e histórico, la resistencia al cambio será mucho mayor debido a la influencia de los valores; entendidos como aquello que orienta y motiva la conducta de un sector de la sociedad.
4. En historia los acontecimientos del pasado se seleccionan según las teorías que sustenta el historiador
Por lo general, los alumnos mantienen posiciones positivistas con respecto a los hechos históricos, en donde consideran que los acontecimientos que se sucedieron en el pasado existen de manera objetiva e independiente de la interpretación particular del historiador que los estudia.
Es muy difícil que otorguen importancia a la selección de los acontecimientos que realiza el historiador, para apoyar sus conclusiones sobre un determinado momento del pasado humano; selección que puede resultar determinante y que está sujeta a sus particulares puntos de vista y creencias y que forma parte de sus teorías particulares sobre la conducta humana; las cuales se integran a corrientes de interpretación del desarrollo histórico y que proporcionan versiones distintas de la Historia.
Por lo tanto, desde el punto de vista de su enseñanza, sería conveniente incluir información acerca de cómo las distintas posiciones historiográficas ofrecen distintas versiones de la historia.
5. La Historia como actividad de razonamiento
Es claro que la historia no implica simplemente la tarea de clasificar acontecimientos siguiendo un orden cronológico, en un proceso simple de registro y catalogación de cosas; implica una actividad cognitiva que esta basada en la realización de inferencias lógicas, por lo que es necesario que en el proceso de enseñanza-aprendizaje se logre desarrollar en los alumnos la manera en que se llevan a cabo dichas inferencias.
Al hacerlo, los estudiantes utilizan lo que podríamos llamar el método de análisis histórico, proceso en donde el estudioso de la Historia no acepta la información de sus fuentes sobre el pasado de manera acrítica, sino que debe proceder como un detective al verificar su autenticidad, su importancia para explicar el acontecimiento que esta estudiando y, sobre todo, las interpretaciones que puede hacer sobre los testimonios que le brindan.
6. Las variables que produjeron un acontecimiento histórico no pueden separarse del contexto sociológico en que tuvieron lugar y de su propia interrelación
En el estudio de un suceso histórico no es posible aislar las variables que le dieron lugar, para estudiarlas independientemente suprimiendo otras, como lo hacemos en otras disciplinas; el análisis histórico de variables debe realizarse mediante procesos comparativos con situaciones semejantes en otros momentos del pasado humano, para ver interrelacionadamente, en qué medida determinados factores económicos, políticos o ideológicos han sido los responsables de esos sucesos.
El proceso se realiza mediante una estrategia inferencial (sacar consecuencias, deducir una cosa de otras), que depende de procesos conceptuales que abarcan una visión totalizadora de un conjunto de variables sucediéndose en un marco temporal de la sociedad en un momento determinado; por lo que es muy importante que en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Historia el objetivo educativo central consista en enseñar a pensar a los estudiantes, desarrollando su comprensión sobre la sociedad humana.
7. La Historia no permite experimentos; pero, ¿tiene leyes generales?
El estudio del pasado humano no se puede analizar de manera experimental, ya que sería improbable que un acontecimiento se repitiera en la misma forma ¿Esto supone que la historia carece de leyes generales? Lo anterior ha sido motivo de controversia por décadas en la filosofía y metodología de la Historia.
La respuesta que se pueda dar depende de la perspectiva historiográfica que se adopte. Sin embargo, la mayoría de los historiadores están de acuerdo en que, si bien la historia no posee regularidades, sí manifiesta la existencia de modelos generales que pueden aplicarse a situaciones distintas en el tiempo; por ejemplo, aspectos en común en la manera en que aparecen y desaparecen los imperios, los procesos de colonización cultural o la difusión de sistemas económicos. Sin embargo, siempre existirá divergencia en los puntos de vista acerca de su similitud a lo largo de la historia.
Desde un punto de vista educativo, no cabe duda que debería otorgarse una gran importancia a la reflexión de los alumnos sobre este asunto. Ya que, en la medida en que los estudiantes se enfrenten con cuestiones como éstas habrán podido aprender que la historia es algo más que una simple colección de nombres y fechas.
8. ¿Es adecuada una enseñanza de la Historia como relato?
Esta ha sido una de las visiones más criticadas de la enseñanza de la Historia, que la reduce a simples historietas, en donde personajes simplificados y estereotipados ejercen el papel de protagonistas para explicar el devenir de los acontecimientos; se trata de una visión de la historia anecdótica y simplista, que olvida totalmente la influencia de las estructuras económicas, así como las influencias sociales y políticas que actúan sobre los individuos y grupos sociales de una época y explican sus conductas.
Sin embargo, es claro que en cualquier situación histórica existen agentes del suceso, una acción del mismo, una secuencia en el tiempo y un desenlace; elementos, todos ellos, que integran un relato. Por lo que, es de suma importancia la integración que realice el docente o el especialista que presenta un suceso histórico, conformando un relato o narración, para entender los hechos históricos.
Por otro lado, ante versiones diferentes de los mismos acontecimientos históricos, ¿lo esencial serán los datos empíricos sobre los que se basan las interpretaciones, o más bien las interpretaciones que se den de estos datos?
Preguntas de esta naturaleza no pueden entenderse por nuestros alumnos, si no aprenden que los sucesos históricos pueden ser contados de diferentes maneras, que pueden resultar igualmente válidas.
9. La interpretación histórica hace uso tanto de explicaciones causales como intencionales
En las explicaciones de un acontecimiento histórico se incluyen, como característica particular, los motivos e intenciones de sus agentes; esto es, las explicaciones teleológicas (que plantean una finalidad) o intencionales, que dependen de los propios actores del suceso histórico y que difieren de las puramente causales, las cuales permiten, en otras disciplinas como la física, la química y la biología, el poder llegar a predecir, en otro momento, lo que ocurrirá en circunstancias similares.
En relación con lo anterior es claro que algunas de las circunstancias estructurales, el marco de los acontecimientos del momento histórico, se pueden repetir, pero es mucho más improbable que esto suceda en el caso de las intenciones de los agentes históricos.
Con estas consideraciones se busca poner de manifiesto dos cuestiones:
a) Por una parte que, el conocimiento histórico de acontecimientos de una cierta complejidad requiere de consideraciones que lo hace diferente del tipo de conocimientos que proceden de las ciencias naturales, y
b) Por otro lado que, estas características propias del conocimiento histórico deberían tenerse muy en cuenta en el proceso de investigación y de enseñanza-aprendizaje de la Historia
Por lo anterior, se hace necesario que se tomen en cuenta, hasta donde sea posible, las intenciones de los agentes participantes en los acontecimientos históricos, en el momento que nuestros alumnos formulen explicaciones, para que realicen un proceso, lo más integral posible, del análisis de los fenómenos históricos.
Notas
(1) Apud: Carretero Mario (2003)
(2) Es de esperarse que, el estudio del pasado (el análisis de los acontecimientos y las apreciaciones personales) que han realizado otros especialistas, alumnos y profesores en épocas anteriores, puedan ser diferentes a las nuestras
Referencias
Carretero Mario (2003), “Una Perspectiva Cognitiva”, en: Historia Agenda, Año I//Nueva Época//Nº 1, julio-agosto, México, CCH/UNAM, http://www.cch.unam.mx/historiagenda/1/contenido/sea1.htm
Díaz Barriga Arceo Frida (1998), “Una Aportación a la Didáctica de la Historia. La Enseñanza-Aprendizaje de Habilidades Cognitivas en el Bachillerato”, en: Perfiles Educativos, CESU-UNAM, Número 82, http://www.cesu.unam.mx/iresie/revistas/
perfiles/perfiles/82-html/82-04.htm
Pike John (2005), “Mexican War”, en: Global Security. Org, http://www.globalsecurity.org/military/ops/mexican_war.htm
Prats Joaquim (1997), “La selección de contenidos históricos para la educación secundaria: coherencia y autonomía respecto a los avances de la ciencia histórica”, en: IBER Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia, No. 12, Barcelona, Abril, http://www.ub.es/histodidactica/articulos/CONTENID.htm
Wikipedia (2007), "Guerra de Intervención Estadounidense", en: La Enciclopedia Libre, http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_M%C3%A9xico-Americana
Wikipedia (2007), “Mexican-American War”, en: The Free Encyclopedia, http://en.wikipedia.org/wiki/Mexican%E2%80%93American_War
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