Programa de Cómputo para la Enseñanza: Cultura y Vida Cotidiana: 1920-1940

Historia de México II Segunda Unidad: Reconstrucción Nacional e Institucionalización de la Revolución Mexicana 1920-1940

1920-1940: el contexto socioeconómico y político

Propósitos: Valorar algunas manifestaciones socioculturales influidas por el nacionalismo revolucionario y su impacto sociocultural

Mayo de 2012

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El interinato de Adolfo de la Huerta

 

Al triunfar el Plan de Agua Prieta y la designación como presidente interino de Adolfo de la Huerta, con el derrocamiento y el asesinato de Venustiano Carranza, su primer tarea consistió en pacificar al país, logrando dos grandes éxitos: la rendición de Francisco Villa, quien se dedicaría a labores del campo hasta 1923 en que fue asesinado, y la de Félix Díaz, último representante político del Porfiriato, quien abandonó el país en 1920; además de lograrse el licenciamiento de 40 mil integrantes del ejército.

 

En las nuevas elecciones para ocupar la Presidencia de la República contendieron Álvaro Obregón y el Ingeniero Alfredo Robles Domínguez, mientras que el general Pablo González Garza retiró su candidatura y abandonó la política. Resultó triunfador Obregón para un período que terminaría el 30 de noviembre de 1924.

Villa aceptó deponer las armas en agosto de 1920. [con el general Eugenio Martínez en Sabinas, Coahuila]. AGN, Autores varios, Revolución

 

La presidencia de Álvaro Obregón Salido

 

AGN. Obregón con su gabinete [Adolfo de la Huerta ministro de Hacienda; Plutarco Elías Calles de Guerra; Mario J. Pani de Relaciones Exteriores; Pascual Ortiz Rubio de Comunicaciones y Transportes, y Antonio Villarreal de Agricultura y Fomento]. AGN, Archivo Fotográfico Díaz, Delgado y García

 

Para atender la problemática agraria, asunto de gran importancia por ser una de las principales causas de la generalización de la violencia armada en el país, Obregón inició el reparto agrario estableciendo pequeñas propiedades agrícolas con los excedentes de los latifundios. Para los pueblos expidió la Ley de Ejidos, a tres semanas de tomar el poder, y el 10 de abril de 1922 expidió el Reglamento Agrario que negó el derecho de dotación a los peones acasillados, o de planta de las haciendas, ofreciéndoles a cambio la creación de colonias en tierras nacionales o baldías, con una política agraria que continuaría hasta 1936.

 

Gobiernos de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles

 

 

La hacienda pública, las relaciones con los empresarios y el impulso a la educación

 

En cuanto a las relaciones con el movimiento obrero se apoyó en la Confederación Regional Obrera Mexicana, CROM, inaugurando la política de que el presidente sería reconocido como el árbitro de los conflictos laborales. Nombró a Luis N. Morones, el máximo dirigente obrero de la CROM, como agente confidencial ante los EUA. El movimiento obrero independiente, al margen de la organización corporativa del Estado, impulsó movimientos huelguísticos como el de tranviarios en la ciudad de México y el inquilinario contra el pago de rentas en el sureste del país; en todos los casos los movimientos fueron reprimidos violentamente por el ejército. En esta época surgieron organizaciones laborales tanto de filiación anarquista y comunista, como la Confederación General de Trabajadores, CGT, organizadas por el naciente Partido Comunista Mexicano, creado en 1919; al mismo tiempo que, en 1922, se integró en Guadalajara la Confederación Nacional Católica del Trabajo.

 

En el contexto económico se tuvieron que resolver dos problemas: la restauración del crédito interno y exterior, y la reorganización fiscal, que permitiera la reactivación de la economía nacional y el contar con los recursos para el mantenimiento del Estado. A principios de 1921 se devolvieron los bancos a los inversionistas privados, después de que habían sido incautados por Carranza para organizar la emisión de moneda, reglamentándose su funcionamiento posteriormente con una Comisión Nacional Bancaria en 1924.

 

Luis N. Morones, el zar de los obreros. AGN, Archivo Fotográfico Díaz, Delgado y García

 

El reconocimiento norteamericano, una piedra en el camino. Banquete del general Obregón en honor de Charles B. Warren, el embajador norteamericano (En la foto: Alberto J. Pani, José Vasconcelos, Warren, Obregón y Aarón Sáenz). AGN, Archivo Fotográfico Díaz, Delgado y García

 

En lo referente a la deuda externa, se concluyeron las negociaciones para el pago de la deuda y los resultados de la política de incautación bancaria carrancista de 1914-1916, mediante un arreglo firmado en 1922 (Convenio De la Huerta-Lamont), por el Secretario de Hacienda Adolfo de la Huerta y el representante de los banqueros extranjeros, Thomas William Lamont, con lo que se obtuvieron créditos para proyectos gubernamentales y la reanudación de los flujos de capital externo hacia México, renegociándose el pago de la deuda con el producto del impuesto sobre el petróleo y la recaudación de los ferrocarriles, sin que Obregón lograra el reconocimiento de los norteamericanos a su gobierno, que estuvo condicionado a la no retroactividad de la nueva Constitución en su Artículo 27.

 

En cuanto a la reorganización fiscal, en 1921 se estableció el Impuesto del Centenario, antecedente del actual impuesto sobre la renta, que estableció un impuesto federal extraordinario sobre los ingresos o ganancias particulares, que gravaba el ejercicio del comercio o de la industria; el ejercicio de una profesión liberal, literaria artística o innominada; el trabajo a sueldo o salario y la colocación de dinero o valores a rédito, participación o dividendos, sin abarcar la ganadería ni la agricultura. Ingresos que se aplicaron para obras públicas y que fueron cobrados únicamente durante el mes de septiembre, para contribuir al gran festejo del Centenario de la consumación de la Independencia.

 

 

Después de varios intentos se lograron firmar los Tratados de Bucareli, que al ser aceptados por el Senado de los EUA otorgó el reconocimiento diplomático al gobierno de Obregón en 1924; su costo significó proteger los intereses petroleros norteamericanos, al establecerse la no retroactividad de la Constitución sobre las concesiones adquiridas por extranjeros con anterioridad a 1917, además de que cualquier expropiación contra sus latifundios deberían pagarse al contado y de inmediato.

 

Con el federalismo de la nueva Constitución, la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes fue suprimida y el artículo 3º quedó en manos de los municipios, quienes carecían de recursos. El Rector de la Universidad Nacional, José Vasconcelos, lanzó la iniciativa de crear la Secretaría de Educación Pública, que se estableció en 1921 y emprendió la tarea de una educación rural, indígena y técnica; creando bibliotecas, multiplicando escuelas, e impulsando la alfabetización de la población.

 

AGN. José Vasconcelos [Primer Secretario de Educación]. AGN, Archivo Fotográfico Díaz, Delgado y García

 

Referencias


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