Historia Universal, Moderna y Contemporánea I

 

Unidad II: El Feudalismo: Antecedentes, Características y Crisis. Primeros Indicios del Capitalismo (Siglos XII-XVI)

 

Tema: La Epoca Medieval Europea

 

Humberto Domínguez Chávez y Rafael Alfonso Carrillo Aguilar

Mayo de 2007

 

 


Introducción

 

El período de la historia europea que se extiende desde la caída del Imperio Romano de Occidente (Roma), en el año 476, hasta la caída del Imperio Romano de Oriente (Bizancio), a manos de los turcos en el año 1453 (o bien hasta la llegada de Colón a América en 1492), se conoce como Edad Media. Los historiadores del Renacimiento crearon el nombre, de manera despectiva por considerarla una época negativa, de oscurantismo y retroceso de la humanidad, comprendida entre dos épocas de gran desarrollo cultural: la antigüedad y la que vivían, que consideraban moderna;(1) sin considerar que este período medieval integraba características culturales comunes con la época clásica, como el derecho romano, el latín y la filosofía, que tuvieron gran desarrollo, sobre todo en los monasterios, único lugar donde se sabía leer y escribir, donde se conservó buena parte del acervo cultural clásico que integró el germen de los avances científicos y del pensamiento en el Renacimiento. Por lo regular se divide en dos periodos, llamados: Baja Edad Media; y Alta Edad Media(2) Destacan en este periodo el establecimiento de las nacionalidades, las cruzadas y, en el arte, destacan dos movimientos el románico y el gótico.

 

 

Migraciones de los pueblos bárbaros en los siglos IV y V, en: Hyperhistory.com, http://www.hyperhistory.com/online_n2/maptext_n2/migration.html

 

 

Resumen analítico

 

Ejercicios de autoevaluación

Este periodo histórico no es aplicable al Medio Oriente y Asia; si bien la historia de Medio Oriente se interrelacionó un poco más con la europea, al tratarse de zonas más cercanas y entre las que el contacto era continuo, por el tráfico comercial y las invasiones europeas que se conocen como Cruzadas, China evolucionó paulatinamente desde los tiempos prehistóricos hasta el comienzo de la historia moderna occidental, sin los bruscos cambios que tuvieron lugar en Europa; el poder político estuvo en manos de diferentes dinastías y también fue víctima de invasiones de diversos pueblos, pero su cultura fundamental progresó de una manera estable; Japón también se desarrolló sin interferencias.

 

Los cambios

 

A iniciarse la época medieval, al desaparecer el Imperio Romano de Occidente, el norte de Europa estaba cubierto de enormes bosques, que desaparecieron hacia el año 1,000 d.C., siendo reemplazados por aldeas con sus pastizales y campos de cultivo. Dos invenciones fueron fundamentales para acelerar la deforestación de Europa e incrementar la producción de alimentos, que fue el detonante del resurgimiento económico europeo, que se acompañó de un crecimiento de su población:

 

 

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/ a/ac/Arado_total.jpg

 

a) La primera fue la brida para conducir a los animales utilizados en la agricultura, que se inventó en China y que, gradualmente, llegó hasta Europa; donde se mejoró para adaptarse al pecho del caballo en lugar de su tráquea, permitiéndole tirar de cargas de mucho mayor peso sin ahogarse.

 

b) La segunda invención fue el arado pesado con ruedas, necesario para surcar las profundas capas de légamo, sedimentos que las aguas van depositando en el lecho de los ríos y que habían sido depositados durante la última etapa de la Era Glacial, que conformaban los excelentes suelos para la agricultura; además de posibilitar el rompimiento del entramado de raíces de los viejos bosques.

 

El nuevo panorama político

 

Al desaparecer el gobierno y los tribunales romanos, junto con su cultura, se conformaron nuevos gobiernos de bandas de tribus guerreras, donde un líder poderoso se rodeaba de guerreros leales a los que pagaba con el botín de las invasiones y en donde la ley tribal se fundamentaba en juramentos de lealtad.(3)

 

Gradualmente aparecieron pequeños reinos, basados en pactos tribales, en donde gobernar no era fácil debido a la ausencia de funcionarios letrados, a las limitadas comunicaciones, al estancamiento del comercio por la fragilidad de las estructuras políticas, y a la escasez de dinero en circulación; por lo que la gente sobrevivía gracias a una agricultura de subsistencia, en donde la vida era dura y de poca duración, debido a la violencia producida por las continuas migraciones y la alternancia en la control político por las distintas tribus bárbaras. La esperanza de vida media era de 30 años, sesgada por una alta tasa de mortalidad en la población infantil y femenina, debido a la deficiente producción del sistema, sus condiciones de vida, las enfermedades y las dificultades en los partos. En estas épocas la lista de tribus guerreras se distribuía de la siguiente forma:

 

Francos: ocupaban la mayor parte de la Francia actual y partes de Alemania, a lo largo del río Rhin

Ostrogodos: el norte de la actual Italia, Suiza y la Península de los Balcanes, quienes después fueron absorbidos por los lombardos (Italia) y bizantinos (los Balcanes)

Visigodos: inicialmente ocuparon la Península de los Balcanes y, tras ser derrotados por los bizantinos, posteriormente ocuparon la Península Ibérica (la actual España y Portugal), hasta ser reducidos sus territorios hacia el oeste por la expansión de los Francos y, hacia el norte, por la invasión árabe en el siglo VIII

Vándalos: noroeste del África, la isla de Sicilia y el sur de la Península Italiana

Anglosajones: la isla de Inglaterra

Celtas: los territorios de Gales, Irlanda, Escocia y Britania

Magiares: ocuparon el territorio de la actual Hungría

Eslavos: en la actual Polonia y el oeste de Rusia

Bizantinos: se extendieron por la actual Turquía, Palestina, Egipto, Siria y gran parte de los Balcanes, incluida Grecia

 

 

 

 

 

Edad Media, Clip de video (MPG)

 

Hacia el año 1000, la expansión de nuevas religiones, el auge del Imperio Franco, y las depredaciones de los vikingos,(4) actuaron como las principales fuerzas para consolidar el feudalismo europeo.

 

El Imperio Franco

 

Integra una entidad política y cultural que se inicia en los siglos V y VI y se proyecta históricamente hasta la actual Francia. Su fundador fue Clodoveo (481-511), de la dinastía merovingia,(5) quien militarmente logró unificar un reino que integraba las Galias del norte y del sur, casi el mismo territorio de la Francia histórica, además de consolidar su poder. El hecho más notorio fue su conversión, y la de todo su pueblo, al catolicismo, en una fecha cercana al año 500; fundándose así la primera monarquía germana católica, sin mediar una etapa arriana.(6)

 

Su conversión estrechó los lazos con el Papado Romano, cuestión clave para el futuro del reino y de Occidente. A su muerte, y siguiendo una costumbre ancestral, Clodoveo dividió el reino entre sus cuatro hijos, lo que inició guerras de sucesión.(6)

 

La dinastía merovingia gobernó hasta mediados del siglo VIII, siendo relevada por el ascenso de los príncipes pipínidas, conocidos como carolingios.(6)

 

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Carlomagno, Clip de video (MPG)

En la época merovingia el comitatus germánico transformó a la sociedad hacia las características feudales, en la que los protagonistas son los grandes señores de la aristocracia terrateniente, que van concentrando las fidelidades y el servicio militar antes debidos al soberano; así, los reyes merovingios terminaron ostentando un poder prácticamente nominal con limitadas funciones: convocar al ejército, presidir la asamblea anual, atender las súplicas de los súbditos o firmar documentos reales; mientras que el resto de la administración del reino descansaba en manos del Mayordomo de Palacio, una suerte de "Primer Ministro", que se inicia con Pipino de Landen (580-639), en época de Dagoberto I, a quien sucedió en el cargo Pipino de Heristal (635-714), quien a su vez lo cedió a Carlos Martel (714-741).

 

Este fue un hábil político que, con sus campañas militares ganó prestigio entre los francos y supo ganarse el apoyo espiritual de la Iglesia; pasó a la historia por haber detenido el avance musulmán sobre Europa en Poitiers, en el año de 732, lo que lo convirtió en el "príncipe" más poderoso de un Occidente que manifestaba ya una incipiente conciencia de su propia "unidad europea". A Carlos Martel le sucedieron sus hijos Pipino y Carlomán; pero, al retirarse éste último a un monasterio en el año 747, el reino quedó en manos de Pipino el Breve (741-768).

 

En 750 los francos enviaron una embajada al Papa Zacarías (741-752), para consultarle acerca de quién debía gobernar a los francos; el Papa respondió que debe ser rey quien ejerce el poder, pues de otro modo se perturba el orden que debe reinar por mandato divino en el mundo, según los principios agustinianos.

 

Así, con este fundamento teórico y jurídico emanado de la autoridad pontificia, Pipino depuso a Childerico III el año 751, terminando con la dinastía merovingia al confinarlo en un monasterio, mientras que Pipino el Breve fue proclamado y ungido como rey de los francos.(7) El fortalecimiento entre el reino franco y el papado se reafirmará en 754, cuando el Papa Esteban II (752-757), en problemas con los lombardos, se encaminó al Reino Franco, donde confirmó la unción de Pipino, al tiempo que ungió también, como rey y patricio, a cada uno de sus hijos, uno de los cuales era Carlomagno (768-814), futuro emperador.

 

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Nieto de Carlos Martel, fue coronado emperador por el papa León III el día de Navidad del año 800 en la Basílica de San Pedro, en Roma, reuniendo bajo su poder todos los reinos romano-germánicos, con excepción de los existentes en la Península Ibérica bajo control musulmán, lo que le permitió integrar una gran unidad política comparable con el viejo imperio romano, aunque sólo perduró durante su reinado. Expandió las fronteras aniquilando a los lombardos; se enfrentó a los árabes apoderándose de Gerona y Barcelona, entre 785 y 801, configurando la Marca Hispánica, frontera político-militar del imperio en el extremo oriental de los Pirineos, que incluía el norte de Cataluña, Aragón y Navarra. En Alemania sometió a los sajones, expandiendo el imperio hasta Hungría, donde aniquiló para siempre a los Avaros.

 

Así, la legitimidad alcanzaba ahora a todo el linaje: una nueva dinastía había sido consagrada. Quedaba sellada una alianza definitiva entre Roma y los francos, cuyos reyes constituían el único poder firmemente asentado en Occidente, cerrándose de tal manera un proceso que había comenzado en la segunda mitad del siglo VII y que marca el fin de la Antigüedad.

 

El último rey de la Dinastía Carolingia fue Luis V el Perezoso (967–987); a su muerte ascendió al trono de Francia el duque de París Hugo Capeto (938–993), quien fue elegido monarca por la nobleza y el clero, fundando el linaje de la dinastía de los capetos hasta 1328, quienes mantendrían la tradición de asociar al trono a sus primogénitos y cogobernar junto a ellos. Felipe IV el Hermoso (1285–1314), logró modernizar y fortalecer a la monarquía, al sustituir las prestaciones militares personales de los vasallos por impuestos en dinero, destinados a contratar mercenarios y crear un ejército profesional, debilitando así el poder feudal.

 

Para lograr los recursos necesarios para fortalecer un Estado centralizado impuso tributos a la Iglesia; al encontrarse con la oposición del papa Bonifacio VIII, a raíz del proceso que la justicia del rey emprendió contra un clérigo francés en 1301 y la afirmación papal de la supremacía pontificia contra el poder temporal de los reyes,(8) Felipe IV reunió un concilio nacional para juzgar y someter al papa, quien fue hecho prisionero; la muerte de Bonifacio VIII permitió al rey elegir a papas franceses a su servicio, Benedicto XI en 1303 y Clemente V en 1305; este último autorizó la supresión de la Orden del Temple(9) en 1307(10) y, tres años después, traslado la sede pontificia de Roma a Aviñón, dentro de sus territorios..

 

 

 

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La expansión del cristianismo occidental: Bizancio y la presencia del Islam en el mundo Mediterráneo. España

 

Los califatos y la expansión islámica

 

A la muerte de Mahoma le sucedió en el liderazgo político Abu-Baker (632-634), que adoptó el título de Califa.(11) A este le sucedió Omar (634-649), con quien se inicio la expansión del Islam(12) y la entrada de numerosos pueblos no árabes a las filas de esta religión, al lograr derrotar a las dos superpotencias militares de la época: los persas y los bizantinos; además, se sentaron las bases políticas para el desarrollo cultural y científico que acompañaría a los musulmanes: separación de poderes del estado, secularización del gobierno, igualdad ante la ley, tolerancia religiosa, la honestidad obligatoria en los empleados públicos y la descentralización administrativa. La expansión musulmana se fortaleció por la unidad de los distintos pueblos que la profesaban, ya que considera a todos como hermanos ante Dios, los musulmanes, quienes sostenían que luchaban contra el mal, en una guerra santa; aunado a lo anterior, en los territorios conquistados la administración de los califas era muy tolerante con los cristianos y judíos y daban apoyo a la ciencia y las artes.

 

La rápida expansión islámica, a partir del siglo VII, puede ser resumida de la siguiente manera:

 

a). Durante el gobierno de Omar se sometió el Medio Oriente (Siria, Egipto y Persia) y luego el norte del Africa

 

b). En 711 los musulmanes atravesaron el estrecho de Gibraltar e invadieron la Península Ibérica, a la cual llamaron Andalucía; en menos de 20 años cruzaron los Pirineos en dirección al territorio de los francos, pero fueron detenidos en 732 por Carlos Martel en la batalla de Poitiers

 

c). Después de expulsar a los bizantinos del Medio Oriente y Africa, construyeron una flota con el propósito de romper su poderío; para lo cual, en el siglo IX, conquistaron todas las islas del Mediterráneo. Después de la desastrosa derrota de los Bizantinos contra la expansión de los turcos selyúcidas(13) en la batalla de Manzikert,(14) en 1071, que supuso el comienzo de la caída del Imperio Bizantino al abrir las puertas de Anatolia al empuje turco y la repoblación de numerosas zonas de Asia Menor, la Europa cristiana llevó a cabo diversas Cruzadas;(15) tras la Primera, los europeos por algún tiempo lograron capturar y gobernar Jerusalén

 

d). Al mismo tiempo que iniciaron la conquista ibérica, se expandieron en Oriente hasta el valle del Indo, en lo que hoy es India y Pakistán; intentaron la conquista de China, pero acabaron firmando un acuerdo de protección.

 

En el siglo X el poderío del Islam empezó a decaer; el Califato de Bagdad cayó en poder de los mongoles en 1258(16) y el de Córdoba en poder de los cristianos castellanos y leoneses en 1236, para expulsarlos definitivamente del continente europeo después de la conquista de Granada en 1492.

 

Los musulmanes creían que Dios les ordenaba buscar el conocimiento y que en la observación detenida de la naturaleza se puede aumentar la fe en Dios; por eso, otro aporte fundamental del Islam al mundo occidental consistió en el concepto y las bases del estudio universitario, además que fundaron las primeras universidades del mundo.(17)

 

 

Santiago Matamoros

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Los musulmanes, procedentes de África del Norte, entraron a la Península Ibérica por Gibraltar, en 711; en cinco años tomaron Toledo, Zaragoza y formaron el Califato de Córdoba, en 756, después de establecer una política de tratados con los nobles visigodos que les permitió controlar el resto de la península. En 716 invadieron el Reino Carolingio, al cruzar los Pirineos, pero fueron rechazados por Carlos Martel en 732; la Marca Hispánica, frontera militar creada por Carlomagno, daría origen a varios focos cristianos:

 

a) El Reino de Asturias, posteriormente Reino de León que daría lugar al condado y luego Reino de Castilla y al de Portugal; su origen se remonta a la leyenda de una rebelión de un pueblo anterior a los visigodos, los astures, comandados por una figura legendaria, Don Pelayo, quien había derrotado a una partida musulmana en 722;

 

b) El Reino de Pamplona, convertida en Navarra posteriormente y que integraba a Euskadi; y

 

c) Los condados catalanes y Barcelona que darían lugar al Reino de Aragón.

 

Otro elemento legendario, y fundamental para la Reconquista Ibérica, fue creado en 813 por el obispo de Galicia, Teodomiro, quien fortaleció el espíritu de la reconquista cristiana bajo mandato divino y con la dirección del apóstol Santiago, hermano mayor de Juan Evangelista, a partir del hallazgo de lo que se consideró su tumba. Según la leyenda, después de ser ejecutado en Jerusalén, hacia el año 44, su cadáver fue trasladado y enterrado por sus discípulos en el extremo noroeste de la península, lugar en el cual se construyó la catedral de Santiago de Compostela, que se estableció como lugar de peregrinaje desde Francia, convirtiendo la imagen de Santiago Matamoros en un símbolo del combate contra el Islam.

 

Reinos de Taifas en la península Ibérica hacia 1031

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Después de la disolución del Califato de Córdoba, en 1031, a partir de las guerras civiles iniciadas en 1010 por el trono, entre los partidarios del último califa y los sucesores de su primer ministro o hayib Almanzor, se dio lugar a la fragmentación del estado omeya en multitud de reinos conocidos como Taifas y se creó un vacío de poder que los reinos feudales cristianos de Castilla, León, Navarra, Portugal y Aragón aprovecharon para expandir la Reconquista.

 

El Imperio Romano de Oriente

 

Llamado también Imperio Bizantino, mantuvo el desarrollo de la cultura griega en un imperio cristiano medieval, cuya capital fue Constantinopla o Bizancio (el actual Estambul). Tuvo su origen en la etapa final del Imperio Romano y abarcaba, inicialmente, todo el Mediterráneo oriental, sufriendo con el tiempo reducciones territoriales. Se considera su fundación en el año 330, cuando el Imperio Romano fue dividido en dos: oriental y occidental, desarrollándose completamente a partir de que fue depuesto el último emperador romano de Occidente, Rómulo Augústulo en 476.

 

Mientras el Imperio Romano de Occidente desaparecía con las invasiones de los pueblos bárbaros, los bizantinos enfrentaron a los visigodos,(18) quienes fueron desviados hacia Occidente al reforzarse las murallas de Constantinopla, haciéndola inexpugnable; lograron sobrevivir a la invasión de los hunos(19) mediante el pago de tributos hasta 453, lo mismo sucedió con la invasión de los ostrogodos,(20) que continuaron su camino hacia la península italiana.

 

Migraciones de los Visigodos

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Bizancio hacia 1400

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Concilio de Nicea

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Como todas las comunidades cristianas primitivas, la unidad religiosa del imperio se vio amenazada por las herejías(21) que pusieron de relieve la división en materia de doctrina entre las cuatro principales sedes orientales: Constantinopla, Antioquía, Jerusalén y Alejandría; así, para 325 se difundió el arrianismo que negaba la divinidad de Cristo, condenado y perseguido por el Concilio(22) de Nicea; para 431apareció el nestorianismo, que considera a Cristo separado en dos personas, una humana y una divina, completas ambas de modo tal que conforman dos entes independientes, Dios y hombre al mismo tiempo, que fue considerada herética y perseguida por el Concilio de Éfeso; sin embargo, la crisis más duradera del cristianismo primitivo fue la causada por la herejía monofisita, que afirmaba que la naturaleza humana de Cristo estaba absorbida por la divina, credo que también fue condenado, en 451, por el Concilio de Calcedonia.

 

Estas diferentes formas de entender la naturaleza divina, que dividían a la religión, ganando numerosos adeptos, sobre todo en Egipto y Siria, fue controlada por la asociación entre la Iglesia y el Imperio, al ser coronado el emperador León I (457-474) por el patriarca de Constantinopla, convirtiéndose el acto de coronación en una consagración religiosa.

 

A finales del siglo V, el peligro que suponían las invasiones bárbaras parecía conjurado, con los pueblos germánicos asentados en los territorios del desaparecido Imperio de Occidente.

 

Así, durante el reinado de Justiniano I (527-565), se propuso restaurar las fronteras del antiguo Imperio Romano, tras conquistar el reino de los vándalos, en África; se ocupó el sur de Italia y Roma, llegando hasta Ravena y expulsando a los ostrogodos de Sicilia y se extendió el imperio hasta el sur de la Península Ibérica, donde la presencia bizantina se prolongaría hasta el año 620.

 

 

Imperio Bizantino hacia 550

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En oriente mantuvo acuerdos que contuvieron la expansión sobre Europa de la cultura persa del Imperio Sasánida, que constituyó el último gran imperio antes de la conquista islámica de Persia y la adopción del Islam como religión en toda el área, que se extendía por los territorios de los actuales Irán, Irak, Armenia, Afganistán, el este de Turquía y Siria, además de parte de Pakistán, el Cáucaso, Asia Central y Arabia.

 

Durante los siglos VII y VIII, el imperio sufrió el acoso del Islam y su influencia religiosa, manifiesta en el rechazo a la representación de figuras religiosas o, en el cristianismo, del evangelio; esto es, la veneración de íconos; que también fue impuesta por la fuerza, hacia 730, en el Imperio Bizantino, lo que llevó al distanciamiento del credo romano, tras la realización del segundo concilio de Nicea, en 787; donde se afirmó la veneración de iconos en occidente, basándose en la personificación de Dios en hombre. Aunado a lo anterior, que generó grandes convulsiones en el Imperio Bizantino, sus fronteras se vieron amenazadas por nuevas incursiones de pueblos nómadas asiáticos, los eslavos búlgaros, quienes se establecerían al este de la Península de los Balcanes, cristianizados y anexados al imperio en el siglo XI, quienes contuvieron la expansión de otros pueblos asiáticos, los tártaros, sobre Europa. Al mismo tiempo que se separaría definitivamente, en 1054, el credo cristiano romano occidental, que planteaba que el Espíritu Santo procede del Dios Padre y de Cristo, adoptando al mismo tiempo el latín; del ortodoxo de las iglesias cristianas de oriente (desde la Península de los Balcanes, hasta el Mar Báltico y desde el Mar Negro hasta Polonia), que consideraba que el Espíritu Santo únicamente procedía del Dios Padre y adoptó el griego en el ritual.

 

El siglo XI marca la decadencia del Imperio Bizantino con la expansión de los turcos selyúcidas, quienes procedentes originariamente del norte del Mar de Aral, se convirtieron al Islam y se expandieron por el oriente, en Mesopotamia y Armenia, hasta la Península de Anatolia en la actual Turquía. Su debilitamiento se debió al expansionismo mongol en el siglo XIII; de uno de los sultanatos del Imperio Turco Selyúcida, el de los osmanlíes, se originaría el futuro Imperio Turco Otomano que acabó con el imperio en 1453 y llegó a amenazar la ciudad de Viena en 1529. En la actualidad, los actuales habitantes de Grecia se consideran herederos de la tradición bizantina.

 

 

Torre del Homenaje del Castillo de Olbrueck en Alemania

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Feudalismo

 

El sistema económico y político imperante fue el feudalismo, con una estructura de la población piramidal, donde los vasallos/siervos están en la base, mientras que la nobleza y los estamentos eclesiásticos eran los más poderosos. Este sistema se desarrolló como respuesta a la desintegración de la autoridad central y al caos social que surgió tras el fin del mandato romano. Una jerarquía de hombres poderosos, regidos por el nuevo sistema de vasallaje y la división territorial en feudos, sustituyó al antiguo sistema romano de emperador, senado, provincia, ciudad y pueblo.

 

El feudalismo consistía en un acuerdo entre dos nobles, uno el señor y otro el vasallo, quien prometía obediencia y fidelidad a su señor y se comprometía a cumplir una serie de funciones en su nombre. Los deberes más importantes eran comúnmente: el servicio militar, normalmente limitado a 40 días al año, reclutar soldados para el ejército de su señor y proveerlo de ingresos.

 

Por su parte, el señor se comprometía a dar protección militar a su vasallo y a proporcionarle los medios de subsistencia. El vasallo recibía, con ese fin, el control de un feudo; que normalmente consistía en una gran extensión de tierra, o bien de funciones lucrativas y de responsabilidad, como recaudador de impuestos, acuñador de moneda o agente de aduanas. De ese modo, un señor con muchos vasallos disponía de fuentes seguras de ingresos, además de un ejército.

 

 

 

 

 

 

 

Feudalismo, Clip de video (MPG)

 

 

 

Vasallaje, Clip de video (MPG)

 

El contrato feudal era de por vida. El señor podía arrebatarle el feudo a su vasallo, si éste incumplía sus obligaciones. En cambio, para el vasallo, dejar a su señor era más complicado. Al principio los feudos no eran hereditarios, lo que constituía una gran ventaja para el señor; cuantos más feudos tenía un señor para repartir, más duramente habían de trabajar los vasallos para ganárselos; sin embargo, con el transcurso del tiempo, los vasallos encontraron oportunidades para convertir sus feudos en hereditarios, dejando a sus señores con un número menor de recompensas de que disponer.

 

El juramento de fidelidad u homenaje sólo podía hacerse entre nobles y caballeros; así, el sistema convirtió a la mayoría de los nobles en ambas cosas, vasallos y señores, encajando todos en algún espacio entre el rey y la nobleza de rango más bajo; esto generó que el feudalismo nunca estuviera eficazmente organizado y que algunos vasallos podían ser más poderosos que sus señores.

 

Por ejemplo los duques de Normandía,(23) que controlaban gran parte de Francia y toda Inglaterra, eran más poderosos que sus señores, los reyes de Francia. Los vasallos podían tener varios señores, lo que suponía un problema cuando más de uno requería sus servicios; normalmente solía darse preferencia al señor de mayor rango o más poder. Los nobles también descubrieron que, de ser lo suficientemente fuertes, podían ignorar las reglas del feudalismo y atacar a sus vecinos para conseguir sus fines. A finales de la Edad Media, este tipo de guerras privadas se había vuelto endémico.

 

Posesiones normandas en el siglo XII

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Notas

(1) “Los primeros que comenzaron a hablar de Edad Media, o más concretamente de expresiones como media aetas o medium aevum, fueron los humanistas italianos de las últimas décadas del siglo XV. En concreto el primero que aludió al término Edad Media fue el obispo de Alesia, Giovanni Andrea dei Bussi, el cual, en una carta fechada en el año 1469, hablaba de ‘…una etapa situada entre dos momentos brillantes de la historia de la humanidad, los tiempos clásicos, por una parte, y la fase que los humanistas italianos estaban protagonizando, por otra, en la cual se buscaba el retorno al cultivo de las lenguas clásicas y, en general, de todos los valores propios de aquellos lejanos tiempos.’ Esa etapa de la historia de la humanidad, o cuando menos de Europa y de su entorno, que abarcaba más de un milenio, pues se extendía entre las últimas fases del Imperio Romano y los años medios de la decimoquinta centuria, se caracterizaba, según los citados humanistas, por el brutal retroceso experimentado, sobre todo desde el punto de vista de las manifestaciones culturales. Los tiempos medios eran, por lo tanto, una fase rotundamente negativa de la historia de la humanidad, pues en ellos habían predominado, como notas distintivas, la ignorancia y la barbarie. Así pues, la génesis del concepto de Edad Media iba acompañada de rasgos claramente nefastos. Poco tiempo después, en las primeras décadas del siglo XVI, se sumó otro componente negativo a la visión que se había forjado del Medioevo. En esta ocasión la crítica a los tiempos medievales procedía del ámbito religioso, y en concreto de los reformadores protestantes, los cuales reivindicaban el retorno al cristianismo primitivo, echando por tierra, al mismo tiempo, las instituciones que la Iglesia había mantenido en los pasados siglos. Desde la perspectiva protestante los altos cargos de la Iglesia, entiéndase los pontífices, los cardenales, los prelados, los abades de los monasterios, los maestres de las Órdenes Militares, etc., habían actuado, a lo largo de la Edad Media, de una manera brutal y despótica. En el fondo los grandes magnates de la Iglesia católica, al menos así lo pensaban los protestantes, no se diferenciaban nada de los señores feudales laicos.” Valdeón Baruque Julio (2004).

(2) La Baja Edad Media, conforma una época de un extenso movimiento de cambios por toda Europa durante 500 años, con la sustitución de la cultura romana por la de las tribus germánicas; Europa sufrió continuas invasiones y guerras, sin que la vida del campesinado cambiara sustantivamente. Alrededor del año 1000, los europeos habían creado una nueva civilización medieval, que corresponde a la Alta Edad Media.

(3) La mejor fuente para conocer a los pueblos germanos en su estadio primitivo es la Germania, pequeño opúsculo escrito por Tácito hacia el año 98 d.C., quien los presenta como un pueblo agrícola y pastoril, que basaban su organización en la actividad bélica; describe una institución, notable por sus repercusiones históricas, que llama comitatus (que podemos traducir como comitiva), entendida como el grupo de hombres que acompañan; en donde se hacía entrega de las armas a los jóvenes cuando habían alcanzado la pubertad, para que eligieran libremente a un caudillo, o príncipe renombrado por sus méritos o estirpe, para militar junto a él jurándole fidelidad y lealtad. El valor en el combate distinguiría a los guerreros, con los más destacados más cercanos al jefe. El resultado consistiría de una organización de ejércitos privados donde la fidelidad, el honor y la valentía eran los valores esenciales; con el tiempo se presentarán transformaciones: el caudillo o príncipe se convertirá en señor feudal, sus guerreros en sus vasallos, y el juramento de fidelidad se tornará en el homenaje feudal.

(4) Pueblos germánicos originarios de Escandinavia, sus ataques a monasterios de Bretaña, hacia 793, iniciaron su expansión sobre Europa; atacaban con sus barcos las costas europeas, remontando los ríos de los actuales territorios de Francia, Alemania y Rusia, asolando también las costas del Mediterráneo. Sus violentos ataques de saqueo aterrorizaron a las comunidades medievales que, aunque acostumbradas a la guerra, no tenían forma de prever cuándo habría una incursión. Estos ataques influyeron de forma indirecta en la creación de un período de inestabilidad que favoreció la descentralización política del feudalismo. Durante los siguientes siglos fueron un factor clave en la historia europea: en las Islas Británicas gobernaron durante muchos años hasta ser finalmente conquistadas por los normandos; en Rusia contribuyeron a la formación del Estado; en el territorio de la Francia actual terminaron recibiendo como "regalo" la región de Normandía; en Italia fundaron el reino normando de Sicilia, que arrebataron a los musulmanes e, incluso, llegaron a intervenir en el Califato de Córdoba y el Imperio Bizantino, debido a su influencia como navegantes y grandes comerciantes.

(5) Grupo nobiliar de linaje germánico, descendientes de un legendario jefe militar franco, Meroveo, que dominó el territorio de la actual Francia y partes de Alemania, entre los siglos V y VIII. La dinastía se inició con. Clodoveo I (¿466?–511).

(6) Doctrinas cristianas desarrolladas por Arrio, sacerdote de Alejandría, quien consideraba que Jesús de Nazaret no era Dios o parte de Dios, sino una criatura. Una vez que la Iglesia hubo aceptado como dogma lo contrario, el arrianismo fue condenado como una herejía.

(7) El obispo Bonifacio, su consejero diplomático, lo ungió marcando su frente con el aceite santo, el Saint-Chreme, como se hacía en la ceremonia en la que se consagraba a los reyes visigodos de Toledo. A partir de ese momento, y por medio de esta unción, el rey de los francos fue investido como guía militar y religioso, detentando la fuerza moral del derecho divino, es decir, de dirigir los pueblos que Dios le confía; legitimidad que tenía el costo de la fidelidad a la Iglesia y a quien la dirigía, el Papado Romano.

(8) Bula Unam Sanctam.

(9) Orden medieval de carácter religioso y militar fundada en Jerusalén en 1118, luego de la primera cruzada. Hacia 1220 integraban la organización más grande de Occidente, de lo militar a lo económico, con más de 9,000 encomiendas (bien inmueble, territorial, localizado en determinado lugar, que se formaba gracias a donaciones y compras posteriores y a cuya cabeza se encontraba un Preceptor) repartidas por todo Europa, unos 30 mil caballeros (más los siervos, escuderos, artesanos, campesinos, etc.), más de 50 castillos y fortalezas en Europa y Medio Oriente, una flota propia, al salirles más barato tener sus propios barcos que alquilarlos, y un Tesoro que les permitía hacer préstamos a los reyes europeos. En 1291, al caer las últimas posesiones cristianas en Tierra Santa, San Juan de Acre, la Orden se mudó a Chipre, tras comprar la Isla. Su poder económico se articulaba en torno a dos instituciones: la Encomienda y la Banca; por ejemplo, a partir de un molino los templarios compraban un bosque aledaño, luego unas tierras de labor, después adquirían los derechos sobre un pueblo, etc., y con todo ello formaban una encomienda, a manera de un feudo clásico. También podían formarse encomiendas reuniendo bajo un único preceptor varias donaciones más o menos dispersas. En cuanto a la Banca, fueron los fundadores de la Banca moderna, gracias a enormes recursos financieros aportados por personas e instituciones, desde comerciantes hasta reyes y, debido a que mantenían una extensa red financiera, pudieron poner en marcha la primera letra de cambio, dando así a los viajeros la oportunidad de no viajar con efectivo, en momentos en que no eran seguros los caminos de Europa y del Medio Oriente, lo que los convirtió en grandes prestamistas.

(10) Después de un juicio al que estuvieron sujetos siete años cerca de quince mil hombres, tres Templarios fueron llevados a la hoguera por supuesta herejía.

(11) Jalifa en árabe, significa: sucesor.

(12) Sumisión u obediencia a la doctrina religiosa pregonada por Mahoma. Se considera continuadora de la tradición profética del judaísmo y el cristianismo, religiones a las que considera de algún modo hermanas pero apartadas del tronco inicial; considerándose a éstas últimas como conformadas por impíos, por haber "falseado" las Escrituras. Así, el Corán, su texto religioso básico, contiene el mismo mensaje que Dios ha transmitido a los hombres, desde el principio de los tiempos a, través de los profetas; siendo Mahoma el más importante.

(13) Conformó una dinastía, llamadas así a partir de su mítico líder Selyuk, que reinó en los actuales Irán e Irak, así como en Asia menor, entre mediados del siglo IX y finales del siglo XIII; son los antepasados directos de los habitantes actuales de Turquía, Azerbaiyán, y Turkmenistán, que llegaron a la Península de Anatolia, procedentes del Asia Central, a finales del siglo X. Desempeñaron un papel principal en la historia medieval, al crear una barrera contra la invasión mongola de Europa, defendieron el mundo Islámico contra los cruzados europeos y conquistaron grandes extensiones del Imperio Bizantino, que prácticamente desmantelaron sus sucesores, los turcos osmanlíes, quienes asestaron el golpe de gracia a Bizancio en 1453.

(14) El pueblo actual de Malazgirt (antiguo Manzikert o Malazgird) en la provincial de Mus, al este de Turquía.

(15) Serie de campañas militares iniciadas a petición del Papa Urbano II, que tuvieron lugar entre los siglos XI y XIII contra los musulmanes, para recuperar la Tierra Santa cristiana; territorio geográfico que comprende todos los sitios en los cuales se desarrollaron escenas bíblicas. Fueron motivadas por los intereses expansionistas de la nobleza feudal, el control del comercio con Asia y el afán hegemónico del papado sobre las monarquías y las iglesias de Oriente. Conformaron expediciones militares emprendidas para liberar los lugares santos cristianos de la dominación mahometana. El origen de la palabra proviene de la cruz hecha de tela y usada como insignia en la ropa exterior de los que tomaron parte en estas aventuras militares.

(16) Un miembro de la dinastía pudo huir a Egipto y mantuvo el poder hasta 1517, cuando los turcos otomanos conquistaron Siria y Egipto.

(17) Las universidades persas y árabes iniciaron el proceso que ha dado origen a la universidad moderna. Durante el siglo IV y finales del V funcionaron escuelas en Edesa y Nisibis, en Mesopotamia, fundadas por sirios cristianos nestorianos, que consideraban que María había sido únicamente la madre de Jesús y no de un Dios, por lo que fueron condenados y perseguidos como herejes a partir del concilio de Éfeso en 431; estas escuelas estaban organizadas como comunidades de maestros dedicadas a la interpretación de la Biblia. Los cristianos nestorianos fueron expulsados del Imperio Bizantino, por lo que se trasladaron a Persia, donde establecieron la Escuela de Medicina de Gondishapur. Entre 637 y 651 los musulmanes árabes derrotan al Imperio Persa de los sasánidas y, a finales del siglo VIII, la escuela se traslada a Bagdad donde se reorganizará como el "Bayt al Hikma", la Casa de la Sabiduría, para traducir las obras científicas de médicos y filósofos como Aristóteles, Hipócrates, Galeno y Discórides, al mismo tiempo que establecen los hospitales que se vincularán estrechamente con las escuelas de medicina, terminando por definir un modelo empirista, laico, tolerante y riguroso de universidad, que dará fama mundial a aquellos establecimientos, e impactarán en el modelo de las primeras universidades europeas. Existen registros sobre los estrictos exámenes y numerosos cursos para los estudiantes de la Escuela de Medicina del Cairo, para quedar autorizados a ejercer la medicina. El nuevo modelo adoptado por las universidades árabes y persas se caracterizó por el rigor en el estudio y muy especialmente por la investigación y la enseñanza de la medicina. Este modelo inspirará las universidades modernas. Algunas de las más famosas universidades árabes y persas antiguas fueron: a) Bagdad (Bayt al Hikma, fundada a fines del siglo VIII); allí enseñó e investigó el famoso sabio Al-Razi (Rhazes) (865-925); b) Córdoba, en Andalucía, fundada en el siglo VIII; allí enseñó e investigó Abulcasis (936 d.C.); c) Samarcanda, que contaba con un importante observatorio; d) Damasco, que a partir de la fundación de la Escuela de Medicina en 1158, se convirtió en el centro científico de Siria; e) El Cairo (Al-Azhar, fundada en 988), donde enseñaron Maimónides (1135-1204) e Ibn Jaldún (1332-1406), entre otros. Ha continuado funcionando ininterrumpidamente hasta nuestros días; y f) Salerno (al sur de la Península Italiana, fundada en el siglo X). Las universidades árabes comienzan a decaer cuando Córdoba cae en poder de los cristianos castellanos y leoneses en 1236, y Bagdad cae en poder de los mongoles en 1258. Sin embargo ello no impidió que allí apareciera Ibn Jaldún (1332-1406), definido como el primer sociólogo de la historia y profesor de la Universidad de Al-Azhar (El Cairo).

(18) Formaron la nación de los godos pueblos diversos que procedían de las regiones de los montes Cárpatos, del río Dnieper y las estepas ucranianas al Este del Dnieper. Los pueblos al oeste del río fueron llamados visigodos (en germano west gohts) y los del este ostrogodos (ost gohts). Penetraron en el Imperio Romano y se establecieron, a principios del siglo III, en las orillas del Mar Negro, en la zona de Crimea, para ser expulsados por los hunos en 376; después de la caída del Imperio Romano occidental, los visigodos tuvieron un papel importante en Europa, sobre todo en la Península Ibérica, durante dos siglos y medio.

(19) Conformaron una confederación de tribus Euroasiáticas de diverso origen, unidas por una aristocracia que hablaba una lengua túrquica. Aparecieron en Europa en el siglo IV, y su máximo exponente fue Atila el Huno. En sus orígenes fueron un pueblo nómada de pastores y guerreros que vivían en las estepas de Asia centro-oriental, al norte de la Gran Muralla China, de donde fueron empujados al oeste hacia mediados del siglo IV, convirtiéndose en mercenarios de los persas en sus guerras internas y luego de Bizancio en su lucha contra los ostrogodos, en la cuenca del río Dnieper, en donde conquistaron un territorio que abarcaba desde el Mar Caspio hasta el río Danubio y, para el siglo V, sus guerras contra los eslavos y los germanos ocasionaron una enorme presión en las fronteras, que hizo que otros pueblos bárbaros (no romanos) como los burgundios, francos, sajones, anglos y jutos invadieran el Imperio Romano de Occidente.

(20) Integraron un amplio reino al este del río Dniéster, en las orillas del Mar Negro (Ucrania y Bielorrusia). De 375 a 453 estuvieron sujetos a los hunos, para convertirse en un pueblo federado de Roma a la muerte de Atila. A la caída del Imperio Romano de Occidente invadieron Italia; para 535 el ejército bizantino en expansión aplastó su resistencia y fue la clave para su exterminio, ya que fueron finalmente asimilados por otras tribus germánicas como los vándalos y los francos.

(21) Enseñanza sistemática que ha sido declarada, por la iglesia histórica, extraña a la enseñanza cristiana.

(22) Asamblea de obispos y altos dignatarios cristianos para tratar, decidir y legislar sobre asuntos eclesiásticos.

(23) Los Normandos, literalmente "hombres del Norte" en alemán, fueron invasores escandinavos o vikingos, en su mayoría daneses, pero también noruegos y suecos, los Varegos, que comenzaron a ocupar el noroeste de Francia, lo que se conoce como Normandía, en la segunda mitad del siglo IX, bajo el liderazgo de Hrolf Ganger, que adoptó el nombre francés Rollo o Rollon; juraron lealtad al rey de Francia Carlos el Simple (879-929) y recibieron como feudo lo que posteriormente sería el Ducado de Normandía. De su civilización originaria se tiene poca información: profesaban una religión politeísta con numerosos seres sobrenaturales, de esto hay noticias en las Eddas (recopilaciones literarias islandesas medievales, para conocer la mitología nórdica); conocían la escritura rúnica (usada por los pueblos celta, sajón y escandinavo), estaban organizados en tribus con una agricultura y ganadería muy primitiva, siendo expertos navegantes en ligeros y fuertes barcos. Adoptaron el cristianismo y la lengua francesa, y crearon una identidad cultural distinta de la de sus antepasados escandinavos y sus vecinos franceses. Las causas de sus migraciones fueron múltiples: búsqueda de mejores sitios, fuga o expulsión de tribus vencidas en luchas internas, afanes comerciales, espíritu de aventura, afán de conquista.

 


Referencias

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