Historia Universal, Moderna y Contemporánea I

 

Unidad IV: Auge del Capitalismo de Libre Competencia y Presencia del Movimiento Obrero. Los Nacionalismos (Siglo XIX hasta 1873)

 

Tema: La fase colonialista del capitalismo: el Imperialismo del siglo XIX

 

Humberto Domínguez Chávez y Rafael Alfonso Carrillo Aguilar

Mayo de 2007

 

 


 

Introducción

 

El periodo que estudiamos es una era en la que aparece un nuevo tipo de imperio, el imperio colonial. La supremacía económica y militar de los países capitalistas no había sufrido un desafío serio desde hacía mucho tiempo, pero entre finales del siglo XVIII y el último cuarto del siglo XIX no se había llevado a cabo intento alguno por convertir esa supremacía en una conquista, anexión y administración formales. Entre 1880 y 1914 ese intento se realizó y la mayor parte del mundo ajeno a Europa y al continente americano fue dividido formalmente en territorios que quedaron bajo el gobierno formal o bajo el dominio político informal de uno u otro de una serie de estados, fundamentalmente el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, los Países Bajos, Bélgica, los Estados Unidos y Japón. Hasta cierto punto, las víctimas de ese proceso fueron los antiguos imperios preindustriales supervivientes de España y Portugal, el primero –pese a los intentos de extender el territorio bajo su control al noroeste de África- más que el segundo. Pero la supervivencia de los más importantes territorios portugueses en África (Angola y Mozambique), que sobrevivirían a otras colonias imperialistas, fue consecuencia, sobre todo, de la incapacidad de sus rivales modernos para ponerse de acuerdo sobre la manera de repartírselo. No hubo rivalidades del mismo tipo que permitieran salvar los restos del imperio español en América (Cuba, Puerto Rico) y en el Pacífico (Filipinas) de los Estados Unidos en 1898. Nominalmente, la mayor parte de los grandes imperios tradicionales de Asia se mantuvieron independientes, aunque las potencias occidentales establecieron en ellos «zonas de influencia» o incluso una administración directa que en algunos casos (como en el acuerdo anglorruso sobre Persia en 1907) cubrían todo el territorio. De hecho, se daba por sentada su indefensión militar y política. Si conservaron su independencia fue bien porque resultaban convenientes como estados-tapón (como ocurrió en Siam –la actual Tailandia-, que dividía las zonas británica y francesa en el sureste asiático, o en Afganistán, que separaba al Reino Unido y Rusia), por la incapacidad de las potencias imperiales para acordar una fórmula para la división, o bien por su gran extensión. El único estado no europeo que resistió con éxito la conquista colonial formal fue Etiopía, que pudo mantener a raya a Italia, la más débil de las potencias imperiales(1)

 

Sus fórmulas de dominación variaron, desde el dominio colonial típico, hasta formas más sutiles como las figuras del protectorado,(2) desarrollados por el imperialismo norteamericano, en diversos territorios del mundo.

 

 

 

 

Resumen analítico

 

 

Ejercicios de autoevaluación

Locomotora Rocket de G. Stephenson. London Science Museum

http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:The_Rocket.jpg

 

Se considera al colonialismo como la dominación total: política, cultural, militar, económica, sobre otro territorio; con algunas excepciones, los viejos imperios coloniales estaban ubicados principalmente en América. El imperialismo, por su parte, surge en la segunda mitad del siglo XIX y se caracteriza por el establecimiento de relaciones de dominio indirecto, sobre todo económico, entre las potencias desarrolladas y los países atrasados tecnológicamente. Sin embargo, los países europeos y los EUA mantuvieron dominios coloniales clásicos, con dominio político directo, hasta después de la Segunda Guerra Mundial en amplios territorios del mundo, en Africa, Asia y en el Pacífico, en la búsqueda de objetivos económicos típicamente mercantilistas, en la apropiación de mercados y la explotación de materias primas, junto a otros objetivos económicos nuevos como la exportación de capitales.

 

 

La inversión de capitales en el extranjero proporcionaba una válvula de seguridad, ya que permitía que la acumulación de ganancias en las metrópolis no superara las posibilidades de inversión rentable en su interior; esta situación se rompió con las quiebras financieras internacionales, como la bancarrota española de 1866, la falta de pago de intereses de la deuda turca, las quiebras bancarias en Austria y Alemania o la disminución de la construcción ferroviaria en EUA y en los países europeos; esta suspensión de las inversiones externas impulsó la inversión interna, lo que a su vez incrementó la capacidad productiva, presionándose a la baja los precios y los beneficios, produciéndose los síntomas de una superproducción para el mercado existente. El Imperialismo aparece con la Gran Depresión de 1873, época de crisis económica que se mantuvo hasta 1896, debido a la quiebra del monopolio industrial inglés y la competencia con otros países industrializados en el mercado internacional. Dentro de los factores que recortaron los beneficios empresariales podemos considerar:

 

1. La creación de sindicatos obreros y sus luchas, que hicieron subir los salarios

 

2. Durante los años de 1870 se redujeron en forma drástica las tasas de interés y de descuento bancario, lo que provocó el incremento del capital disponible en busca de inversiones

 

3. La reducción de los costos de producción y el aumento de la productividad impulsó una caída de los precios entre 1870-1880; proceso que se agravó por la fuerte competencia existente entre los productores y la consecuente contracción de la demanda de productos por la creciente industrialización.

 

 

La solución que dieron los empresarios se orientó a tratar de restringir la competencia, mediante la concentración y monopolización del capital y la expansión territorial, con dos medidas principales: proteger los mercados y concentrar la producción; esto se inició en Alemania y en EUA, antes que en Inglaterra, originándose poderosas agrupaciones de productores como los konzern alemanes de Gustav Krupp (1870-1950) y Heinrich Thyssen (1875-1947) y los trusts americanos de John Pierpont Morgan (1837-1913) en las finanzas y de Andrew Carnegie (1833-1919) en el acero. Sus corporaciones disponían de enormes capitales para invertir, lo que ya no era rentable en sus países, por lo que la única solución consistió en expandir estos capitales al invertir en el exterior, en países atrasados tecnológicamente, en donde los beneficios eran más elevados por resultar más baratas las materias primas y más reducidos los salarios.

 

El proceso de industrialización

 

Tuvo su gran desarrollo en los países europeos y los EUA, en donde el crecimiento de la producción se debió al cambio en los métodos de trabajo, con la incorporación de la electricidad, la línea de producción y la automatización de la producción. El uso industrial de la electricidad, en lugar de la utilización del vapor como fuerza motriz, la haría más competitiva por la reducción de costos; incluso, nuevos descubrimientos asociados con sus múltiples aplicaciones afectaron profundamente también las formas de vida, con la lámpara incandescente, la radio y el teléfono, a partir de los últimos años del siglo XIX. Por otra parte, la investigación sobre los procesos de destilación y de química orgánica aplicada a los hidrocarburos, dieron lugar a una amplia gama de productos como el asfalto, la parafina y el butano; lo que generaría la aparición, más adelante, de la industria de los plásticos o las fibras textiles.

 

John Pierpont Morgan (1837-1913

http://en.wikipedia.org/wiki/J._P._Morgan

 

Andrew Carnegie (1833-1919)

http://en.wikipedia.org/wiki/Andrew_Carnegie

 

Ford Modelo T, Seattle, Junio de 1909. Frank H. Nowell (1864-1950)

http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:Ford_T.jpg

 

 

El uso de la gasolina como combustible, en el motor de explosión creado en 1882 por Gottlieb Wilhelm Daimler (1834-1900) y Carl Friedrich Benz (1844-1929), generó la renovación de la industria al permitir, mediante cadenas de montaje, abaratar aún más la producción, además de impulsar el transporte con su aplicación en todo tipo de medios de comunicación; generándose así, al mismo tiempo, un efecto multiplicador sobre otras ramas industriales como el caucho, el vidrio, los materiales eléctricos, los textiles y la siderurgia, utilizados en la fabricación de medios de transporte.

 

A partir de 1908 y, sobre todo, con su desarrollo en la Primera Guerra Mundial, la aviación se convertirá en una poderosa industria en la década de los años veinte del siglo XX.

 

El nuevo sistema impulsará la producción en masa que incrementa el consumo de cuantiosos productos a precios reducidos, convirtiéndose en el motor de la economía industrial, que presenta las siguientes características:

 

a) La interrelación entre todas las ramas y sectores industriales representa la fuerza y debilidad el sistema; ya que encadena, en esta dependencia, el posible crecimiento o el desarrollo de las crisis económicas

 

b) Es difícil para las empresas planificar su producción a largo plazo

 

c) Se hace necesario el desarrollo de la publicidad y la propaganda con el propósito de influir en los consumidores

 

d) Como consecuencia del desigual poder de compra de las sociedades, se desarrolla una diferenciación mundial de la población

 

Central eléctrica

http://commons.wikimedia.org/wiki/Image: NSRW_Direct_Connected_Dynamo_and_Engine.png

 

Sólo una pequeña parte de la humanidad logró este desarrollo capitalista al finalizar el siglo XIX, permaneciendo el resto del mundo con sistemas de producción y de organización social y política tradicionales, como países colonizados política o económicamente, debido a la superioridad tecnológica de los países industrializados; que se justificó con una filosofía imperialista de origen determinista seudo científica, basada en una interpretación sesgada de la evolución de las especies y justificada como la lucha de los países más fuertes contra los débiles; trasladando, todo esto, al campo de las relaciones internacionales, en donde se justificó la guerra de intervención o anexión territorial mediante el derecho del poderoso sobre el más débil. En el desarrollo económico del capitalismo, tras la segunda revolución industrial y su transformación en un capitalismo de concentración industrial y de monopolios, encontramos la base del imperialismo.

 

Los nuevos valores sociales

 

Con el triunfo de la burguesía en el plano económico, en el siglo XIX, se difundieron en la sociedad europea nuevos valores, sobre todo en Inglaterra y Francia, con la convicción de que los seres humanos eran los únicos responsables de su destino; nueva visión del mundo basada en un fuerte optimismo y una poderosa fe en el progreso material que prometía la industrialización. Se tenía la seguridad de que la iniciativa y la ambición individuales eran las únicas garantías para lograr el bienestar económico y social.

 

Dickens recibe a sus personajes. William Holbrook Beard (1824-1900)

http://commons.wikimedia.org/wiki/Image:Dickens_characters.jpg

 

El ascenso social significaba llegar a ser alguien que valía, que había alcanzado un cierto bienestar económico permitiéndole vivir sin penurias, con reconocimiento social por lo que había alcanzado. Los negocios se presentaron como la mejor oportunidad para lograr el progreso individual, en una economía que crecía rápidamente en la industria, los bancos y el comercio. Además, el estudio fue accesible a un mayor número de individuos con las revoluciones burguesas, por lo que dejó de ser exclusivo de la aristocracia y permitía llegar a tener una profesión u obtener un cargo en la administración del Estado; sin embargo, ni los negocios, estudios o la carrera militar fueron caminos abiertos para todos, ya que existen límites para el ascenso social y, sin recursos económicos, resulta casi imposible emprender alguno de esos caminos. La mayoría de la sociedad de la época, integrada por trabajadores asalariados, vivía míseramente en las ciudades y en el campo.

 

Imperialismo

 

La unificación de Italia y Alemania modificó el mapa político europeo y, ante el embate del nacionalismo, era claro que la posibilidad de obtener la expansión del territorio propio, sería fuera del continente europeo. Así, las potencias se interesaron en construir imperios territoriales, a partir de 1870 con el inicio de la crisis económica; por otra parte, estas aventuras anexionistas, que rendían frutos a los capitales con el dominio de rutas comerciales, mercados y materias primas, también podían hacer olvidar a la población las crisis políticas, como la que enfrentó Francia después de la derrota de Sedán en la Guerra Franco-Prusiana o para España con la pérdida de sus colonias ante los EUA. Por último, aparecían razones de índole geopolítica, ya que se incrementaba el prestigio de los países europeos que tenían colonias.

 

La expansión colonial según Lord Salisbury (Robert Arthur Gascoyne-Cecil, tercer marqués de Salisbury, 1830-1903)

Podemos dividir las naciones del mundo, grosso modo, en vivas y moribundas. Por un lado, tenemos grandes países cuyo enorme poder aumenta de año en año, aumentando su riqueza, aumentando su poder, aumentando la perfección de su organización. Los ferrocarriles les han dado el poder de concentrar en un solo punto la totalidad de la fuerza militar de su población y de reunir ejércitos de un tamaño y poder nunca soñados por las generaciones que han existidos. La ciencia ha colocado en manos de esos ejércitos armamentos que aumentan el poder, terrible poder, de aquellos que tienen la oportunidad de usarlos. Junto a estas espléndidas organizaciones, cuya fuerza nada parece capaz de disminuir y que sostiene ambiciones encontradas que únicamente el futuro podrá dirimir a través de un arbitraje sangriento, junto a estas, existen un número de comunidades que sólo puedo describir como moribundas, aunque el epíteto indudablemente se le aplica en grado diferente y con diferente intensidad. Son principalmente comunidades no cristianas, aunque siento decir que no es éste exclusivamente el caso, y en esos Estados, la desorganización y la decadencia avanzan casi con tanta rapidez como la concentración y aumento de poder en las naciones vivas que se encuentran junto a ellos. Década tras década, cada vez son más débiles, más pobres y poseen menos hombres destacados o instituciones en que se pueda confiar, aparentemente se aproximan cada vez más a su destino aunque todavía se agarren con extraña tenacidad a la vida que tienen. En ellas no sólo no se pone remedio a la mala administración, sino que ésta aumenta constantemente. La sociedad, y la sociedad oficial, la Administración, es un nido de corrupción, por lo que no existe una base firme en la que pudiera apoyarse una esperanza de reforma y reconstrucción, y ante los ojos de la parte del mundo informada, muestran en diverso grado, un panorama terrible, un panorama que desafortunadamente el incremento de nuestros medios de información y comunicación describen con los más oscuros y conspicuos tintes ante la vista de todas las naciones, apelando tanto a sus sentimientos como a sus intereses, pidiendo que les ofrezcan un remedio.

 

(...) Por una u otra razón, por necesidades políticas o bajo presiones filantrópicas, las naciones vivas se irán apropiando gradualmente de los territorios de las moribundas y surgirán rápidamente las semillas y las causas de conflicto entre las naciones civilizadas (...) naturalmente no debemos suponer que a una sola de las naciones vivas se le permita tener el beneficioso monopolio de curar o desmenuzar a estos desafortunados pacientes (risas) (...) estas cuestiones pueden ocasionar diferencias fatales entre las grandes naciones cuyos poderosos ejércitos se encuentran frente a frente amenazándose (...) indudablemente no vamos a permitir que Inglaterra quede en situación desventajosa en cualquier reajuste que pueda tener lugar (aplausos). Por otro lado, no sentiremos envidia si el engrandecimiento de un rival elimina la desolación y la esterilidad de regiones en las que nuestros brazos no pueden alargarse (...)(3)

 

En el terreno ideológico la burguesía, que en sus inicios impulsó las ideas políticas liberales, se había convertido en reaccionaria con la extensión del capitalismo monopolista; substituiría sus planteamientos revolucionarios, con los que había acabado con el antiguo régimen, por otros profundamente nacionalistas, sustentados en la reafirmación del concepto de soberanía, lo que pertenecía a la nación; concepto de raíz política que se sustenta en una comunidad cultural, pero que adicionaría las peores expresiones conservadoras basadas en la supremacía, el militarismo, la xenofobia y el racismo; así, se desvaneció la concepción política liberal de la nación, que fue sustituida por otra basada en la raza, la cultura, la lengua o la religión, que justificará la expansión imperialista de aquellos pueblos que se consideraban, a sí mismos, como más avanzados y responsables del desarrollo histórico de toda la humanidad.

 

 

 

Imperialismo, Clip de video (MPG)

 

Se amable, pero carga un gran garrote [Speak softly and carry a big stick]

 

El desarrollo de la paz entre las naciones está confinado estrictamente a aquellas que son civilizadas. Con una nación bárbara la paz es condición excepcional. En los confines entre la civilización y la barbarie, la guerra es generalmente normal. Que los bárbaros sean el indio rojo en la frontera de los Estados Unidos, el afgano en los confines de la India Británica o el turcomano quien limita con el cosaco de Siberia, el resultado es el mismo. A la larga, el hombre civilizado encuentra que no puede conservar la paz más que subyugando a su vecino bárbaro, pues el bárbaro no cederá más que ante la fuerza [...]. Toda expansión de civilización trabaja para la paz. En otros términos, toda expansión de una potencia civilizada significa una victoria para la ley, el orden y la justicia. (...) En todos los casos la expansión ha sido un provecho, no tanto para la potencia que se beneficia nominalmente como para el mundo entero.(4)

 

Cecil Rhodes (1853-1902) deseaba pintar el mundo con la bandera británica, anexándoselo; construyó el FFCC Cd. del Cabo-Cairo; la compañía diamantífera De Beers Mining Company y la British South Africa Company, que creó Rodesia.

http://en.wikipedia.org/wiki/Image:Punch_Rhodes_Colossus.png

 

El nuevo colonialismo tomó la forma de ocupaciones territoriales, o de una reorganización de diversas partes del mundo, para su explotación económica. La conquista la realizaron imperios con grandes recursos militares, quienes penetraron en territorios de pueblos sin armamento moderno, ni organización política compleja; formando para ello, ejércitos de mercenarios como la Legión Extranjera por Francia, los cuerpos militares indígenas formados por los ingleses o el cuerpo de infantería de marina de los EUA. Los nuevos medios de transporte permitieron trasladar tropas, de manera oportuna a cualquier punto del globo para realizar intervenciones, ocupar territorios extranjeros o establecer protectorados.

 

Acorazado ruso Cesarevich de 1901; 13,380 ton., 16 nudos, eslora 121 m., manga 22 m. y calado 7,6 m. Lago José I. (2000), Acero y vapor,

http://www.historialago.com/av_0030_ac_mikasa_nelson.htm

 

Las potencias imperiales fueron aquellas naciones que pudieron enfrentar la ocupación militar en todo el planeta. Los ingleses, franceses y alemanes configuraron imperios en varios continentes; mientras que otras potencias se limitaron a ocupar espacios geográficos determinados, como los portugueses y belgas en África ecuatorial, los italianos en Africa oriental y los rusos y japoneses en el extremo Oriente. La administración de las colonias tomó varias formas, desde la asociación en donde se establecían cuadros administrativos indígenas, de amplia difusión en África ecuatorial, hasta el protectorado, basado en un estatuto que respeta a las autoridades locales indígenas, quienes se encargan de la política interior, mientras que las autoridades coloniales se hacen cargo de la política exterior y el ejército

 

Así, los franceses establecieron en Indochina una colonia, la Cochinchina, y dos protectorados en Annam y Camboya; sin que las condiciones de vida de sus habitantes en los tres territorios, fuera diferente.

 

 

 

 

La primera preocupación de los imperialistas fue la explotación económica de la colonia, bajo una relación comercial desigual, produciéndose siempre una eliminación de las aduanas en los territorios ocupados, ya que los productos deben circulan libres de aranceles entre la colonia y la metrópoli; mientras que las tarifas aduaneras se mantuvieron en las metrópolis, como formas del proteccionismo contra la movilización de productos de otras potencias.

 

En las nuevas colonias se establecieron poderes locales con virreyes y gobernadores, mientras que en otros casos se restableció el sistema mercantilista, basado en otorgar concesiones a compañías privilegiadas; sociedades privadas que se encargaban de coordinar la colonia y de explotar sus recursos, bajo la vigilancia de las secretarías de Estado de los imperios. Cuando se organizaba la administración colonial por medio de compañías privadas, todo el territorio se dedicaba a la explotación agropecuaria, comúnmente de tipo latifundista de un tipo particular de productos o a la extracción minera y/o petrolera, convirtiendo la economía de estos territorios en minero y/o agro exportadora, como en México entre 1880-1938.

Escuela para salvajes o enseñando a los jóvenes a no disparar (A School for Savages; or, Teaching the Young Idea not to Shoot). Harper Week 16 de enero de 1869. Caricatura que criticaba la campaña militar del general Phillip Sheridan, de exterminio de los indígenas Cheyennes en Kansas, Estados Unidos

Gran Indio: Deténte hombre blanco, deseamos platicar

General Sheridan. No, no. Primero te pego, luego tu puedes tener la plática

http://www.harpweek.com/09Cartoon/BrowseByDateCartoon.asp? Month=September&Date=16

La nueva expansión colonial

 

Hacia 1876 se inicia el proceso neocolonial de ocupación de territorios ultramarinos por los países europeos, lo que hará necesario su regulación internacional entre las potencias para evitar enfrentamientos; así, en la Conferencia de Berlín de 1885, se pactará que sólo la ocupación de territorios, y no únicamente el establecimientos de enclaves(5) en la costa, otorgarán el derecho a la posesión de un territorio; lo que acelerará esta carrera colonizadora entre los países, apareciendo en el escenario expansionista, además de Inglaterra y Francia, nuevas potencias europeas como Alemania, Italia y otros países no europeos como Japón y los EUA. Para los inicios de la Gran Guerra, en 1914, que tuvo como principal causa este apoderamiento desigual del mundo, el 60% del territorio del planeta y el 65% de su población, que incluía casi toda el África, Oceanía, el Sur y Sudeste Asia y Siberia, estaba controlado social, política y económicamente por Europa.

 

El Imperio Británico

 

El acceso a los recursos de los países atrasados tecnológicamente, por parte de las naciones protestantes, se logró mediante la piratería y la ampliación de sus actividades comerciales, incluso por medio del contrabando, por medio de compañías mercantiles integradas por empresarios, conformados por su participación en acciones dentro de la misma y con el apoyo irrestricto de sus gobiernos; así surgió la Compañía Británica de las Indias Orientales (British East India Company), en 1600, mediante la expedición de una Carta Real(6) por la reina Isabel I de Inglaterra, que le garantizaba el monopolio del comercio en la India, confrontando a los portugueses y holandeses, con cuyas actividades influiría en el desarrollo de esta parte del mundo hasta 1858.

 

Encuentro de Lord Clive con Mir Jafar después de la Batalla de Plassey. Francis Hayman (c. 1762)

http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:Clive.jpg

 

Ejecución con cañones por las tropas coloniales inglesas, de rebeldes que participaron en la rebelión de 1857

http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:Sepoy_Mutiny_Execution.jpg

 

Se dedicaron a la comercialización del algodón, la seda, el índigo y el té, además de incursionar en el negocio de las especias, que hasta entonces se encontraban monopolizado por los holandeses, quienes habían desbancado, por medio de la violencia, a los portugueses; sus actividades se ampliaron en el oriente para 1711, al establecer enclaves comerciales en Cantón, China, inicialmente para comerciar con té y plata.

 

Para 1670, mediante la autorización del rey de Inglaterra Carlos II, contaron con el derecho, como lo habían hecho los holandeses de Flandes, de hacer la guerra o la paz mediante ejércitos particulares y formar alianzas y ejercer la administración civil y militar en las áreas bajo control de la compañía; lo que les condujo a enfrentamiento con los gobiernos locales y con otros competidores comerciales europeos; con lo que se convirtieron, diez años más tarde, en una nación independiente dentro de la India, que administraba las zonas de Madrás, Bombay y Bengala.

 

El debilitamiento de la presencia colonial francesa en la India, como resultado de su derrota en la Guerra de los Siete Años (1756-1763),(7) permitió a la Compañía consolidar su exclusividad comercial en la zona, logrando del emperador mogol que controlaba Bengala, concesiones comerciales en la región más poblada y rica de toda la península. La población hindú iniciaría la primera guerra de Independencia de la India en 1857, con la insurrección fracasada de las tropas hindúes al servicio de la Compañía, los cipayos,(8) que conduciría a su desaparición y el control completo de la India por el gobierno inglés, transformándola en un virreinato que duraría hasta mediados del siglo XX.

 

El control de la península por Gran Bretaña, para la mitad del siglo XIX, le permitió expandirse por toda el Asia, llegando a controlar la quinta parte de la población mundial, sometiendo a su autoridad a la mayor parte de la India, además de contar con enclaves en Birmania, Singapur, Java y China; este último lugar en donde, para solucionar problemas de liquidez monetaria para comprar el té, condujo a la Compañía a exportar el opio indio, para venderlo a la población china, lo que ocasionó enfrentamientos con el gobierno imperial chino, entre 1834-1843 y 1856-1860; la derrota de los chinos conduciría a la ocupación inglesa de Hong Kong por un siglo, además de la penetración de todas las potencias industrializadas en China, hasta su revolución en 1949.

 

Imperio Mughal del centro de Asia (Mongol en persa), 1504-1857, al iniciarse los asentamientos europeos en el siglo XVII

http://commons.wikimedia.org/wiki/Image:Mughal_empire_large.png

En el siglo que transcurrió desde la derrota de Napoleón en 1815 y el inicio de la Primera Guerra Mundial, en 1914, el Imperio británico no cesó de expandirse más allá de las Islas Británicas. Cuando las demás potencias europeas, exceptuando a España, Portugal y Holanda, tenían escasos territorios ultramarinos; sus colonias se situaban en las Antillas, el Canadá, la costa del Golfo de Guinea, Australia, la India y en Asia; extendieron sus dominios gracias a su espléndida marina de guerra, que le había permitido beneficiarse de las adquisiciones estratégicas obtenidas durante las guerras napoleónicas, a expensas de Holanda, Francia y España.

 

En estos territorios se distinguen los dominios y las colonias de explotación. Los primeros dedicados al asentamiento de población anglosajona emigrada de Inglaterra, en donde contaban con amplia autonomía en lo interior, con instituciones gubernamentales como Parlamento y partidos políticos, mientras que la política exterior era regida por la metrópoli; a esta categoría pertenecen el Canadá, Australia, Nueva Zelanda y la Unión Sudafricana. Las colonias, como la India y los territorios africanos exceptuando Sudáfrica, suministraban materias primas y carecían de autonomía política en lo interior.

 

La segunda revolución industrial, con el desarrollo de la máquina de vapor, haría necesario para las potencias industriales y/o militares el establecimiento de bases de abastecimiento de carbón para sus marinas comerciales y de guerra, lo que conduciría a la proliferación de enclaves extranjeros en los países no industrializados, para asegurar el abastecimiento de sus flotas, el control geográfico de sus rutas comerciales y favorecer su expansión territorial en la búsqueda de nuevas fuentes de inversión de capitales, de consumidores de sus productos y de fuentes de aprovisionamiento de materias primas.

Francia

 

No logró expandirse fuera de Europa durante las guerras napoleónicas, debido a que nunca logró superar a la marina británica; en 1830 se inició su expansión al norte del Africa, en Argelia, iniciándose una colonización de población francesa a partir de 1871; por otra parte, la aventura mexicana de Napoleón III fue parada por Benito Juárez y aquello acabó mal, incluso en Europa, con la derrota francesa en la guerra contra Prusia.

 

El expansionismo en Indochina se inicia en 1862, a partir de la Cochinchina,(9) en el delta del río Mekong, donde ocuparon Annam y Tonkin, en la actual Kampuchea y Vietnam, además del actual Laos,(10) en la búsqueda de una vía alterna de penetración en China. En estos territorios se explotaría intensivamente el cultivo de arroz y del puerto de Haiphong se exportaría carbón, estaño y zinc para la industria francesa. Por lo que se refiere al Océano Indico, impusieron un protectorado en Madagascar, en 1885, como pieza clave en la expansión de su tráfico marítimo y lograr así el acceso al extremo de Asia.

 

El reparto imperial del África

 

África significo para los europeos un espacio a su disposición casi despoblado, que se encontraba habitado por grupos diseminadas, muchas de ellos seminómadas y confrontadas en continuas luchas tribales en una región relativamente aislada del resto del mundo, con los desiertos del Sahara y el Kalahari que lo limitan al norte y al sur; mientras que grandes océanos delimitan el continente al este y oeste, sin puertos naturales numerosos y pocos ríos navegables, como el Nilo, Níger, Senegal y Zambeze; ante este panorama se justificó la colonización europea, bajo el pretexto de civilizar a estos pueblos, por lo que su territorio fue sometido al saqueo de sus recursos naturales y la sobre explotación de sus habitantes.

 

Su ocupación europea partió desde el siglo XV, con el establecimiento de factorías(11) en la costa. Entre 1880 y 1914 se repartió totalmente entre las potencias europeas, subsistiendo únicamente dos Estados independientes: Liberia y Etiopía.

 

Reparto del África entre 1880 y 1918

http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:Africa_Colonial.png

 

El proceso se reinició, a partir de los enclaves costeros, para penetrar desde ahí hacia el interior; ya sea que se partiera del Atlántico como del Indico, con el objetivo de alcanzar la costa opuesta y formar un imperio amplio; la clave estaría, desde las guerras napoleónicas y hasta la Segunda Guerra Mundial, en el control de Egipto y del Mediterráneo. La conferencia de Berlín de 1885, aceleró el ritmo de la colonización, planteándose la libertad de comercio en la cuenca del Río Congo, la libre navegación en el Río Níger, así como la protección a los indígenas, viajeros y misioneros en sus actividades.

 

Sin tomar en cuenta los intereses y el desarrollo de las culturas autóctonas, los europeos promovieron, como en otras regiones del mundo, el impulso al desarrollo de una economía agrícola basada en el monocultivo de las materias primas que eran necesarias para sus industrias; obteniendo así las materias primas, la mano de obra y los mercados para vender sus productos, en intercambios en los que el África no ganaba nada a cambio, únicamente se empobrecía y el cambio en las condiciones de vida y de trabajo la despoblaba.

 

Al dividirse las tierras en dos tipos, según formaran parte de la nueva economía monetaria con posesión de la tierra en forma privada, en las que se aplicaba el monocultivo que producía dinero inmediato y, por otro lado, en una economía tradicional, con posesión comunal de la tierra y dedicada a la producción de alimentos para la población, los africanos se dieron cuenta de que las tierras designadas al monocultivo eran más valiosas, porque producían dinero en efectivo, que era la clave de ascender su status social, según las normas europeas; por lo que el concepto tradicional de la propiedad comunal comenzó a socavarse, fortaleciéndose el cambio hacia la dependencia de las potencias imperiales de las poblaciones africanas.

 

Rusia

 

Para el siglo XIX continuó siendo un país autocrático, en donde el Zar(12) tenía un poder absoluto, apoyado en la nobleza terrateniente, que dominaban a las masas campesinas que vivían en la servidumbre, sumidos en una gran miseria e ignorancia. Las sublevaciones liberales se iniciaron en diciembre de 1825, con el movimiento de los aristócratas decembristas(13) que fracasó; sin embargo, la lucha por la modernización logró que en 1861 fuera abolida la servidumbre, repartiéndose tierras a los campesinos e iniciándose la industrialización del país, sin que se transformara significativamente la miseria de los campesinos y obstaculizándose el desarrollo de la nación.

 

Acorazado ruso Oslayava de principios del siglo XX Lago José I. (2000), Acero y vapor

http://www.historialago.com/av_0030_ac_mikasa_nelson.htm

 

La idea siempre presente en los zares fue la expansión territorial, por lo que se conquistaron los territorios del Cáucaso(14) y el Turquestán,(15) hasta los limites de la India, por lo que tuvieron conflictos con Gran Bretaña; por el oriente colonizaron Siberia, además de obtener concesiones en China, por lo que entraron en conflicto con el imperio japonés, que se extendía en la misma zona, lo que conduciría a la Guerra Ruso-Japonesa de 1905, que conduciría a los nipones a convertirse en una potencia en el Oriente, afectando los intereses de los holandeses, británicos y norteamericanos, hasta 1945.

 

En el último cuarto del siglo XIX se introdujo la industria pesada en Rusia, además de construirse los ferrocarriles, al mismo tiempo que se agudizaban las luchas sociales en condiciones de una gran represión del gobierno, lo que condujo a la aparición de los nihilistas, grupo anarquista de radicales que pretendían abolir la autocracia mediante el asesinato de políticos y propietarios, lo que condujo a incrementar las persecuciones del zarismo.

 

Con el desarrollo industrial y la aparición de los obreros, a principios del siglo XX, se organiza un movimiento encabezado por la social democracia, dividida en moderados (minoría o mencheviques) y radicales (mayoría o bolcheviques); en 1905, como resultado de las inconformidades de todo tipo, por la pérdida de la guerra contra los japoneses, estalla una revolución que logró la promesa del Zar de establecer un régimen constitucional; sin embargo, una vez aplastada la sublevación popular, fueron abolidos nuevamente los derechos democráticos. En esta revolución adquirió un enorme prestigio entre las masas la socialdemocracia, sobre todo el grupo bolchevique; que lograría, en 1917, establecer un régimen socialista, adquiriendo los bolcheviques la denominación de Partido Comunista.

 

El Imperio Otomano

 

En el cercano oriente se desarrollaron extensos imperios como el Asirio, Caldeo, Persa, Árabe y el Turco Otomano, además de que sirvió como área para la expansión de las culturas griega y romana; aunado a lo anterior, fue el lugar de origen de las tres grandes civilizaciones monoteístas de la humanidad, con el Judaísmo, el Cristianismo y el Islamismo. Por otro lado, históricamente esta región también ha servido para consolidar el desarrollo económico europeo, por sus enormes y accesibles recursos naturales y su posición geográfica estratégica.

 

En una época constituyó el área prioritaria para realizar transacciones comerciales entre Europa y Asia, como vía de acceso entre el Mar Mediterráneo y el Océano Índico y, en la actualidad, sus reservas fundamentales de hidrocarburos convierten a la región en un área prioritaria para apuntalar el sistema productivo mundial, por lo que ha sido un región siempre en disputa entre las potencias occidentales.

 

La Península Arábiga fue habitada, por pueblos nómadas desde el siglo VIII a. C., en una extensa región formada en su mayor parte por desiertos y algunos oasis; al norte sus costas son fértiles, en las proximidades del actual territorio de Siria, lo mismo que al sur de Yemen y al este en Omán y la región de Mesopotámia; por esto, la cultura árabe de los primeros siglos de nuestra era nómada, existiendo también una población agrícola en las zonas fértiles, además de contar con el desarrollo de un pequeño grupo de ciudades comerciales. Los pastores nómadas, o beduinos,(16) estaban organizados en tribus, cuya máxima autoridad era el Jeque, que se enfrentaban frecuentemente en violentos conflictos; a pesar de sus divisiones, existía un sentido de unidad ya que todos hablaban la misma lengua, además de integrarse en una poderosa religión monoteísta de carácter expansionista, el Islamismo, desde el siglo VII.

 

National Geographic Magazine, Volume 31 (1917), p. 552

http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen: Bedouin_Mother_and_Child_NGM-v31-p552.jpg

 

Los turcos, por otra parte, constituidos también por tribus nómadas, llegaron a esta región desde el Asia Central y se integraron como parte importante del Imperio Musulmán que iniciaron los sucesores de Mahoma, para expandir el culto de Alá; por lo que, desde el siglo VIII, existieron tropas integradas por población turca dentro de los grandes ejércitos árabes, al adoptar la fe del islamismo, siendo la zona de mayor concentración turca la estratégica Península de Anatolia, colindante con el continente europeo. En el período que va del siglo XI hasta principios del XIII, el grupo turco de los Selyúcidas prácticamente dominó el imperio musulmán desde Bagdad, hasta la llegada en 1258 de otro pueblo nómada, los mongoles, por lo que los diversos pueblos turcos quedaron limitados entre los territorios del Imperio Bizantino y los dominios de los recién llegados; para mantener su cultura crearon pequeños estados en Anatolia, que conforme crecieron y se fortalecieron, buscaron dominar a los demás.

 

La dinastía selyúcida en su periodo de mayor extensión

http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:Seldschuken-Reich-map.png

 

 

Para los inicios del siglo XIV, Osmán I (1300-1324), unificó a los pueblos turcos y fundó la dinastía otomana, que inició una expansión territorial que adquiriría importancia después de la conquista de Nicea y la expulsión de los bizantinos del Cercano Oriente, en 1331, iniciando así su expansión sobre los cristianos en el sueste europeo a lo largo del siglo XIV, al mismo tiempo que contenían el expansionismo mongol y lograban el control al sur del Río Danubio y la Península de los Balcanes, al conquistar Constantinopla en 1453, lo que les permitió tomar el control de toda la cuenca mediterránea, con excepción de las penínsulas Ibérica e Italiana, que les permitió, incluso, sitiar a Viena durante los siglos XVI y XVII. Sin embargo, la economía turca no se desarrolló más allá de las técnicas manuales y la organización gremial, por lo que su capacidad productiva y comercial no pudo competir con la europea de fines del siglo XIX.

 

El Imperio Otomano enfrentó, casi seiscientos años después de haberse constituido, dos serias amenazas: el expansionismo de las potencias europeas colonialistas y el surgimiento de un fuerte nacionalismo entre los pueblos bajo su dominio, que constituirían los elementos determinantes de su decadencia y desintegración.

 

Desde el siglo XVIII, los otomanos trataron de detener el expansionismo ruso, que entre 1768-1774 le arrebató las riveras del norte del Mar Negro, ya que buscaba expandirse sobre el Mediterráneo, al obtener el control sobre Estambul y los estrechos de los Dardanelos y el Bósforo.

 

 

 

Una vez lograda la derrota napoleónica, a principios del siglo XIX, los otomanos se enfrentaron al expansionismo europeo; Argelia quedo en manos de Francia, mientras que Egipto pasó a control británico y Grecia, bajo el influjo del nacionalismo, se independizo en 1830, convirtiéndose en la inspiradora del liberalismo internacional. Rusia aprovechó la debilidad otomana para obligarlos a firmar un tratado que le diera acceso incondicional a los estrechos de los Dardanelos y el Bósforo, lo que generó la oposición de Inglaterra y Francia, ante la posibilidad de que Rusia se adueñara del Mediterráneo oriental, por lo que decidieron proteger al Imperio Otomano para frenar la expansión rusa.

 

El Imperio Otomano en 1801

http://es.wikipedia.org/wiki/Imagen:OttomanEmpire1801.jpg

 

Esta situación condujo a la Guerra de Crimea (1855-1856), que evitó la ruina y la caída del Imperio otomano en ese momento, pero que lo dejó a merced de sus aliados ingleses y franceses. Por su parte, los grupos políticos de jóvenes turcos, influenciados por las ideas europeas liberales de crear una Constitución y un Parlamento, para modernizar al Imperio y poder enfrentar la amenaza occidental, sugirieron llevar acabo una otomanización; es decir, integrar a todos los pueblos que componían al Imperio en una sola unidad, donde cada cultura fuera respetada y tuviera representación política en un parlamento turco, lo que se logró en 1876; sin embargo, esta corriente modernizadora otomana acabaría, dos años después, en una sangrienta represión dirigida desde el gobierno.

 

A esa situación interna se sumaron otros desastres en política exterior; Rusia volvió a manifestar sus intereses expansionistas sobre la zona de los Balcanes, en 1877, lo que llevó a Turquía a enfrentar una nueva guerra, de la cual Rusia salió derrotada, gracias a una nueva y triunfante intervención de las potencias europeas; quienes realizaron, en una reunión en Berlín, el reparto de los territorios turcos de los Balcanes a favor de los europeos: Servia y Montenegro fueron declaradas independientes; Bulgaria quedó bajo la tutela de los otomanos, pero con un gobierno cristiano y un ejercito propio; Bosnia y Herzegovina quedaron bajo control austriaco; Besarabia pasó a manos rusas; Inglaterra ganó Chipre y el dominio sobre Egipto; por ultimo, Francia podía adueñarse, si así lo deseaba, de Túnez, mientras que, el único país europeo que no participó en el reparto de las posesiones otomanas fue Alemania, con lo que se generaba una de las razones del conflicto mundial que estallaría en 1914, la Primera Guerra Mundial.

 

El pretexto empleado por las potencias europeas para esta nueva intervención fue el de liberar a las poblaciones cristianas que estaban sojuzgadas por los otomanos, cuando los núcleos de población de eslavos musulmanes era muy importante, más de la mitad de la población de Bosnia, que ahora estarían bajo el dominio de monarquías cristianas, como el Imperio Austro Húngaro, además del caso de las poblaciones musulmanas de Egipto o Túnez, bajo el dominio inglés y francés. En esta aventura expansionista y de reordenamiento del territorio europeo y del Cercano Oriente, las potencias europeas no solo obtuvieron territorios del imperio Otomano, sino que lograron que este se endeudara considerablemente con ellas. Los enormes gastos que el gobierno turco había tenido que realizar para sostener sus guerras o para someter a los pueblos que se levantaban, habían dejado arruinada a la economía turca; su siguiente paso fue solicitar prestamos, que los europeos gustosos le concedieron; siendo la deuda tan grande, para 1881, que ante la incapacidad para poder pagarla, el gobierno turco tuvo que permitir el control directo de los europeos sobre sus finanzas y sobre los tributos que cobraba, por lo que Turquía quedó bajo el control de los extranjeros. El descontento que surgió dentro del imperio fue enorme y se manifestó en la formación de sociedades secretas de grupos reformistas liberales, cuyos propósitos fueron acabar con el sultanato y establecer un gobierno liberal, lo que se lograría al ser derrotada Turquía, con los Imperios Centrales (Alemania y Austria-Hungría), al finalizar la Primera Guerra Mundial.

 

El expansionismo norteamericano

 

El expansionismo norteamericano apareció hacia 1870, cuando terminaba la expansión interior hacia el oeste, sobre las tierras indias, y la Guerra de Secesión (1861-1865) estableció el modelo económico en beneficio de los estados industrializados del norte, que habiendo triunfado en el conflicto recibieron un formidable impulso. Fue significativo en este proceso una conciencia de superioridad del hombre blanco, independientemente de su origen nacional, ya que todos eran inmigrantes, impulsada por algunos sectores protestantes; al mismo tiempo que, el proceso se acompañó de la integración capitalista en conglomerados empresariales, que impulsaron la necesidad de expansión más allá de las fronteras nacionales; los norteamericanos no siguieron la fórmula colonialista europea aplicada en el Africa o Asia, pero si hicieron uso del intervencionismo militar en el área Centroamericana y del Caribe.

 

Buque español Cristóbal Colón. Destruido en la batalla de Santiago el 3 de julio de 1898

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Su expansión en el Pacífico fue resultado de una guerra de agresión contra España, en 1898, haciendo uso de su supremacía naval y, mediante los Acuerdos de París que dieron fin al conflicto, se adjudicaron Cuba, Filipinas, Puerto Rico y Guam; mientras que las restantes posesiones españolas en ultramar: las Islas Marianas, Carolinas y Palaos, que no era posible para España defenderlas, debido a su lejanía y la destrucción de buena parte de su flota, fueron vendidas a Alemania.

 

Reviviendo la Doctrina Monroe, el Presidente Theodore Roosevelt propuso construir un canal en Centroamérica, por lo que ofreció al gobierno colombiano, en 1903, comprar una franja de tierra de lo que hoy es Panamá; al rechazarse la oferta, Roosevelt desató una rebelión en el área designada para la ubicación del canal interoceánico, que se independizó como una nueva república bajo la protección norteamericana; era tal la agresividad imperial, que pocos días después Panamá, la nueva nación liberada de Colombia por los norteamericanos, vendió parte de su territorio a los Estados Unidos, la zona del canal, que se abrió al tráfico marítimo en 1914.

 

Consecuencias

 

En los territorios anexados a las grandes potencias industrializadas se transformaron las comunicaciones, construyéndose puertos y en el interior vías férreas; se fomentaron los cultivos de un tipo específico: caucho en Indochina, cacao en Nigeria, café en Tangañika, viñedos en Argelia y arroz en Indochina; a la originaria economía de subsistencia de los territorios coloniales se yuxtapuso otra de mercado, al requerirse papel moneda para adquirir productos en la metrópoli. Al mismo tiempo que, se incorporó a su población a nuevas formas de vida que seguían las pautas occidentales, se rompieron las estructuras sociales existentes en estos territorios, haciéndoles perder su identidad cultural a los pueblos colonizados, mientras una burguesía de negociantes y funcionarios, blancos y nativos aculturados, se instaló en los niveles más altos de la escala social. Este proceso de aculturación, siempre rechazado, explica porque, posteriormente, los movimientos nacionalistas durante los diversos procesos de descolonización en el siglo XX, hayan planteado siempre la recuperación de la cultura nacional.

 


Notas

(1) Eric Hobsbawn (2003), La era del imperio 1875-1914, Madrid, Editorial Crítica, pp. 66-67; en: Ministerio de Educación y Cultura de España, MEC,(2006), "Edad Contemporánea: La época del Imperialismo", en: Kairos, http://iris.cnice.mec.es/kairos/ensenanzas/eso/contemporanea/textos/imperio_colonial.doc

(2) Forma de intervención que un Estado ejerce sobre la soberanía de otro, mediante el control de sus relaciones exteriores y su economía, como paso previo a su incorporación plena a una metrópoli; esta forma de intervención se realiza, cuando a una potencia no le conviene o no puede realizar la intervención plena, por lo que mantiene autoridades autóctonas propias para los asuntos interiores, que actúan al servicio de la potencia imperial.

(3) Discurso pronunciado el 4 de mayo de 1898 en el Albert Hall; The Times, 5 de mayo de 1898; en: Ministerio de Educación y Cultura de España, MEC,(2006), "Edad Contemporánea: La época del Imperialismo", en: Kairos, http://iris.cnice.mec.es/kairos/ensenanzas/eso/contemporanea/textos/lord_salisbury.doc

(4) Discurso del Vicepresidente de EUA, Theodor Roosevelt ,en la Feria Estatal de Minnesota, 2 de septiembre de 1901; Pellini Claudio (2005), "La Era del Imperialismo", en: Planeta SEDNA, http://www.portalplanetasedna.com.ar/imperialismo.htm

(5) Area geográfica, bajo la dominación de una potencia imperial, rodeada completamente por territorios o aguas territoriales de otras naciones.

(6) En la cultura anglosajona integraba un documento del monarca que confería legitimidad a una corporación, ya sea ciudad, compañía mercantil o universidad.

(7) Conflicto iniciado en el continente europeo por el control sobre Silesia (territorio que se encuentra dentro de las actuales repúblicas de Polonia, Checa y Alemania), que se expandió a una guerra mundial por la supremacía colonial en América del Norte y la India, en la que participaron Prusia, Hannover, Portugal e Inglaterra y sus colonias americanas y, por otra parte, Sajonia, Austria, Francia, Rusia, Suecia y España.

(8) Término dado en el ejército británico de la India a los soldados rasos de infantería de origen hindú.

(9) Región meridional del actual Vietnam, en la zona del delta del Río Mekong; limita al norte con Camboya, al este con el Mar de China y al oeste con el Golfo de Tailandia.

(10) El asesinato de varios católicos y misioneros en el Reino de Annam, en 1857, sirvió de excusa para que Napoleón III ordenara su invasión, que contó con la participación de la flota española instalada en Filipinas; España no obtuvo territorios en la zona, ya que se consideraron suficientes las garantías otorgadas para la diseminación del culto cristiano.

(11) En la época colonial, durante los siglos XV-XVIII, se llamó así a los establecimientos ultramarinos dedicados al comercio entre las colonias y sus metrópolis.

(12) Título usado en la cultura eslava, principalmente en Rusia entre 1546-1917, para denominar el emperador; se usó en Serbia entre 1346- 1371 y en Bulgaria para 913-1396 y 1908-1946; servia para denominar a los gobernantes, equivalía a krol, kral, korol o kiraly, en las diversas lenguas eslavas, derivadas del nombre de Carlomagno, Kart, para designar al rey.

(13) Insurrección fallida contra el Zar, realizada por oficiales del ejército, quienes condujeron cerca de 3 mil soldados a la plaza de San Petersburgo, el 26 de diciembre de 1825, para demandar reformas liberales.

(14) Región del este europeo y del Asia occidental, entre los mares Negro y Caspio, que incluye las montañas del Cáucaso y los valles circundantes.

(15) Región del centro de Asia situada entre el Mar Caspio y el desierto del Gobi, poblada mayoritariamente por pueblos turcos; comprende los actuales territorios de Kirguizistán, Turkmenistán, Tayikistán, Uzbekistán, el Kazajstán meridional, el Afganistán septentrional y la provincia de Xinjiang o Sinkiang en China.

(16) Grupos de población nómada que vive actualmente en los desiertos de Arabia Saudita, Siria, Jordania e Irak y que son originarios de la Península Arábiga.

 

Referencias

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