Revolución informática II

Actualmente los usuarios de Internet navegan un promedio de tiempo similar al que se ocupa frente al televisor, lo que es indicativo del aumento de los cibernautas. En la súper carretera de la información se puede tener acceso a infinidad de materiales multimedia sobre todo tipo de materias de conocimiento, a los que con anterioridad jamás se hubiera tenido accesibilidad. Desafortunadamente, este medio es empleado sobre todo para cuestiones prácticas y de entretenimiento, como buscar páginas electrónicas que les solucionen alguna tarea, sin tomarse siquiera la molestia de leer y comprender la información descargada e impresa para cumplir el encargo escolar; o bien para pasar el tiempo en las redes sociales, conformando relaciones virtuales de comunicación y construyendo esa realidad alternativa en su interacción con los otros. La comunicación virtual, mandar mensajes y dialogar por celular u ordenador, nos deja siempre solos ante un teclado y no puede sustituir a las interacciones primarias: cara a cara, cuerpo a cuerpo, la presencia física; aunque no se puede negar que esta manera de interactuar se está consolidando en el mundo de hoy.

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Comunicación virtual e incomunicación real

El auge de la comunicación instantánea vía internet, a través de múltiples y novedosas tecnologías digitales, y la creación de redes sociales y comunidades virtuales como Facebook, que en 2012 reportaba 955 millones de cuentas activas, se han constituido también en nichos de mercado por la gran concentración que tienen de cibernautas, que se convierten en víctimas del marketing digital, a partir de sus perfiles e historial de navegación, ampliamente aprovechado por las grandes empresas trasnacionales que lo utilizan para alentar y fortalecer las aspiraciones consumistas. La explotación del espacio virtual con fines publicitarios trasciende con mucho el alcance y efectividad de los medios tradicionales.

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En el espacio virtual también se explota la publicidad.

Además del uso publicitario, la información que se proporciona en las redes sociales o por las búsquedas que hacemos en navegadores puede ser utilizada de manera indebida y generar problemas de todo tipo para los cibernautas en el mundo real, ya que “los ladrones de identidad, estafadores, colectores de deudas, acosadores y las corporaciones siempre están buscando aprovecharse de cualquier ventaja para obtener información sobre los consumidores. Las compañías que operan estos sitios también están colectando una variedad de datos sobre sus usuarios, tanto para personalizar sus servicios como para vender esta información para los anunciantes” (Privacy Rights Clearinghouse, 2012).

En la red también se desarrollan labores de espionaje sobre naciones rivales, potenciales enemigos o países aliados, con el fin de obtener información privilegiada que permita fortalecer una posición de control y dominio y hacer prevalecer sus intereses económicos y geopolíticos, acciones evidentes en el caso de los Estados Unidos, pero que no le son exclusivas. Asimismo, al interior de cada país determinados grupos políticos, organizaciones sociales e individuos son monitoreados de manera constante en aras de la estabilidad social y la seguridad nacional. Todas estas medidas cuestionan la supuesta privacidad y anonimato en la red y ofrecen información significativa para ser usada de múltiples maneras por distinto tipo de gobiernos, empresas, grupos criminales y otros.

Por otro lado, una ventaja de Internet es su capacidad de comunicación masiva, que no puede ser censurada ni mediatizada, por lo que ha servido como espacio de confluencia, movilización y lucha de los distintos grupos opuestos al proceso de globalización y sus secuelas negativas. En contraparte, también ha servido para hacer factible la globalización de la economía y el dominio mundial de empresas privadas y grupos industriales y financieros, estimulando las actividades económicas inmediatas e inmateriales, con el flujo de grandes cantidades de capital en transferencias electrónicas y estableciéndose relaciones comerciales sustentadas en la informatización de los flujos financieros; de ahí la versatilidad de este medio, que puede ser usado para convocar a la movilización social o para consolidar el control sobre esa misma sociedad.

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Convocatoria a movilizaciones sociales a través de la red