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La radio de 1940-1970
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Relación de Columnas

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Realizó la primera transmisión oficial por radiotelefonía, el 27 de septiembre de 1921, entre el Palacio Legislativo y una estación ubicada en el Bosque de Chapultepec, como espectáculo de la exposición comercial celebrada con motivo del centenario de la culminación de la Independencia
Fue el primer candidato a la presidencia que utilizó la radio en una campaña política, por intervención del “Partido Cívico Progresista”, mientras el candidato de oposición Adolfo de la Huerta continuó utilizando los diarios
Las primeras transmisiones radiofónicas incluían programas musicales de este estilo, con la participación de compositores como Alfredo Carrasco, Ignacio Fernández Esperón (Tata Nacho) o Manuel M. Ponce, además de presentar los primeros mensajes con información sobre mercancías y sus precios, noticias, conferencias, conciertos, información del clima y la hora exacta
Integraron en sus inicios los aparatos receptores, que se denominaban teléfonos, posteriormente fueron conocidos como radiolas, para terminar en radios, mientras la radiodifusión se denominaba telefonía inalámbrica, por contar con la capacidad de transmitir y recibir información, música, radionovelas y eventos culturales, sin necesidad de utilizar hilos o alambres
La propaganda difundida por la radio incluía cigarrillos o anuncios de productos de esta empresa, en programaciones en directo con música bailable de fox-trot, tango, valses, danzones y blues, además de interpretaciones de canciones de Alfonso Esparza Oteo, Joaquín Pardavé o Guty Cárdenas
Una de las primeras estaciones privadas de radio se instaló en la fábrica de cigarrillos “El Buen Tono”, en 1922, que siete años después cambiaría de nombre, convirtiéndose en la decana de las radiodifusoras actualmente en operación, que para su instalación contó con la participación del ingeniero José de la Herrán
Para 1929 se estableció esta nomenclatura para las estaciones de radiodifusión, al asignarse a México por la Conferencia Internacional de Telecomunicaciones, celebrada en Washington, las siglas de XAA a XPZ para designar las estaciones de radio
En 1930 inició operaciones esta estación de radiodifusión, creada por Emilio Azcárraga Vidaurreta; quien desarrolló estrategias de publicidad para incidir en las costumbres y pautas de consumo cotidiano de la población, buscando convertir su programación en un referente cotidiano para las personas
Al inicio de 1937 el gobierno federal decretó la transmisión dominical de este programa radiofónico con cobertura nacional, para informar a la población de sus actividades, enlazando a todas las estaciones del país
En 1937 inició sus transmisiones esta estación de la UNAM, dirigida por Alejandro Gómez Arias, que sería la primera dedicada a difundir la cultura
El éxito comercial de las estaciones de radio conduciría, en 1941, a la integración del primer consorcio de empresas que aglutinaría a la mitad de las estaciones del país, contaría con la publicidad de 130 empresas y sería la primera organización radiofónica en explotar comercialmente, a través de las estaciones XEW y la XEQ, grabaciones de programas radiofónicos en cinta magnética y discos de acetato
Creció en los años de las décadas de 1940-1950, ya que las grandes corporaciones ubicadas en la ciudad de México ofrecieron a las emisoras regionales programaciones que no podían producir, además de servicios de asesoría técnica y mercadotecnia, a cambio de afiliarse a las cadenas existentes, lo que les permitió ofrecer una mejor programación y cobrar tarifas más altas en sus espacios publicitarios y condujo a que los anunciantes tuvieran una cobertura nacional en su publicidad
Se estableció un máximo de dos minutos en su duración, entre los cuales debía intercalarse un número musical o de otra índole, al emitirse el Reglamento de Estaciones Radiodifusoras Comerciales, de Experimentación Científica y de Aficionados en 1942
Esta estación inició en 1952 las transmisiones en frecuencia modulada, FM, que se multiplicaron en 1957 con diversas estaciones en la ciudad de México, además de otra en Monterrey, Nuevo León
La multiplicación de grabaciones de música en este formato generó la disminución de programas transmitidos en directo, hacia la mitad de la década de 1950 y, al mismo tiempo, la transformación de las radiodifusoras en reproductoras de la música grabada, por lo que recibieron el nombre de disqueras
Su difusión permitió reducir los gastos de las empresas y un cambio drástico en la programación cotidiana, al mismo tiempo incrementó el monopolio radiofónico de las cadenas y el control total de la industria de la radiodifusión