Sacerdotes

Eran generalmente hijos de los pipiltin o de los macehuales que habían entrado a las escuelas telpochacalli y habían mostrado gran valentía en la guerra (según Fray Durán).

Cuando eran jóvenes ingresaban a la escuela de sacerdotes llamada Cálmecac en ese momento se dejaban el pelo sin cortar y conforme subían en su jerarquía, les crecía el pelo.

Los tlamacazque estaban conectados a lo divino y sobrenatural, a lo mágico. Los dioses mesoamericanos tienen a su vez características humanas: razonan, piensan, sienten, tienen voluntad, se comunican entre sí y con los hombres, reclamaban ser reconocidos y ofrendados; obediencia y culto. En ellos, la causa de las cosas, lo incierto y lo que escapa de la voluntad, son imperceptibles, maravillosos y terribles. Pertenecen a otro tiempo y espacio. Son innumerables y distintos entre sí de ellos, pero a la vez, hay un dios supremo Piyetato ("El gran tiempo") según los zapotecas, Tloque Nahuaque ("Dueño de lo que está cerca y de lo que está junto") según los nahuas y Hunab Ku ("El dios único") según los mayas.* . La heterogeneidad del panteón provocaba la complejidad de las fiestas rituales. Por ejemplo el dios del fuego pedía pulque, bebida alcohólica fría ya que con él restituía su fuerza.

* A. López Austin, 2008, p. 49