Comerciantes

También podían obtenerse aves de rapiña, serpientes y carne de venado, siempre presente en los banquetes de la nobleza. En otra sección estaban los puestos de comida preparada, donde las diligentes cocineras palmeaban las nutritivas tortillas que acompañaban los guisos de frijoles y chile; ellas ofrecían además tamales y atole, así como ricos tlacoyos rellenos de haba y frijol. Estas rudimentarias fondas satisfacían las necesidades tanto de los vendedores como de la clientela en su cotidiana visita al mercado.

La producción de bienes suntuarios en Mesoamérica estuvo
asociada al comercio. De otras regiones obtenían productos
terminados que materias primas especiales.
Códice Florentino, lib. IX, sumario.
Reprografía: Marco Antonio Pacheco / Raíces