Comerciantes

Se vendía oro y plata en un lugar asignado, piedras preciosas y plumas ricas en otro lugar; en otro, cuentas y espejos de obsidiana de varios colores, y lo demás con espadas, cuchillos, algodón, calzado, cobijas, cereales, caza, metales, esclavos, pieles, muebles, animales, entre otros.

Se regían por sus propias leyes jurídicas y comerciales, y para dirimir sus diferencias contaban con tribunales específicos. Para mantener el control en el interior del mercado, los gobernantes del tianguis cuidaban que todos los puestos estuvieran perfectamente ordenados conforme a los productos que se intercambiaban. Por un lado estaban los vendedores de animales, quienes ofrecían xoloizcuintles, o perros de los antiguos mexicanos, conejos, mapaches, armadillos, tejones y tortugas; mientras que otros vendían pájaros con plumajes de gran colorido; esclavos que podían ser adquiridos o negociados.