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♣ Sugerencias de evaluación y uso de tecnología

 En este punto daremos algunas líneas generales en torno a lo que entendemos por evaluación y cómo puede llevarse a cabo en la práctica; así también, describimos varias ideas sobre el uso de la tecnología como apoyo y herramienta didáctica.

  • Evaluación

Hoy más nunca es indispensable que el profesorado deje de concebir su tarea de evaluar como quien asigna una calificación y con ello limite su apreciación a la integridad del aprendizaje logrado por el estudiantado. La evaluación del aprendizaje contempla la valoración holística de los procesos que sigue el estudiantado en su tarea de aprender.

Así como es necesario emitir una calificación a un conjunto de conocimientos adquiridos, es más valioso que el profesorado evalúe todos los aspectos o la mayor parte de ellos relativos a las actividades de aprendizaje de sus estudiantes. Para ello, el personal docente debe observar y analizar constantemente los sucesos, ocurrencias y desarrollos que se dan en el aula, anotar y exponer sus puntos de vista sobre el desempeño de cada estudiante para hacerse de una clara idea de cómo se desenvuelve, a qué nivel, con qué impacto y con qué frecuencia, para poder definir muy bien los valores numéricos de la evaluación, además de proporcionar en lenguaje verbal las valoraciones personales sobre el trabajo en su conjunto.

En sí misma, la evaluación es una actividad en la que se determinan nexos importantes entre los diversos conceptos que se manipulan en la didáctica. Con esta premisa, se puede entender la evaluación como proceso continuo e integrado que tiene al aprendizaje como su principal objeto de estudio.

El acto de enseñar comprometidamente dando sentido y contexto a todas nuestras actividades y al propio conocimiento, es uno de los elementos, pensamos, esenciales para determinar un aprendizaje significativo que llevará a la transformación, tanto del que enseña como del que aprende, donde la enseñanza misma es un acto de aprendizaje continuo en el cual queda establecida la confrontación entre la teoría y la práctica, en donde también el alumnado influye y es determinante en los procesos de aprendizaje del docente como un esfuerzo con sentido, intención, propósito y metas a lograr.

Las ideas que tiene el estudiantado sobre los conceptos matemáticos no siempre son precisas y a veces resultan deformadas, manifestándose en errores cuando se manipulan los objetos matemáticos. Es en este punto cuando la labor del profesorado es sumamente significativa y su habilidad se mostrará en el diseño e implantación de actividades de corrección que permitan al alumnado hacer los ajustes conceptuales correspondientes para arribar al concepto en su integridad y plenitud.

Una tarea importante del profesorado, al inicio del curso, es detectar todos esos errores a fin de tener una información que le permita el diseño de estrategias y actividades para eliminarlos, seguir avanzando programáticamente, siempre con la idea de controlar ese avance por medio de evaluaciones sistemáticas y constantes. que puede realizar las actividades y talleres propuestos aquí. Es pues, recomendable hacer un diagnóstico al inicio del curso. También es deseable que el personal docente realice evaluaciones continuas a lo largo del proceso de enseñanza-aprendizaje para apreciar el grado de evolución de su alumnado, así como autoevaluaciones y coevaluaciones dirigidas por el docente, donde sus estudiantes expresen su sentir hacia lo aprendido, los contenidos que han visto, qué han hecho con ellos y determinen una valoración respecto al desempeño propio y del equipo, que permita a quienes enseñan y aprenden hacer o no las modificaciones que se requieran.

Los errores que comete el alumnado en especial en las actividades de esta guía son una oportunidad de aprendizaje, ya que pueden convertirse en orientaciones correctivas del trabajo en el aula, pues una vez detectados servirán de base para replantear las actividades a realizar y que éstas sean promotoras de aprendizajes significativos.

En este tenor, es preciso pensar en la evaluación como parte del proceso de aprendizaje, ya que las nuevas estrategias que proponemos para evaluar exigen un cambio de mentalidad y actitud, en el sentido de validar respetuosamente los diferentes niveles de avance en el aprendizaje y se valoran los esfuerzos de todos. Para ello hay que clarificar los procesos de evaluación en el aula con la finalidad de que sean explícitos y fáciles de entender, tanto por nosotros —el personal docente— como por el estudiantado.

Intentamos, desde esta nueva perspectiva, hacernos de una estrategia de evaluación que sea en sí misma, más que una medición numérica de lo aprendido, una estrategia para el aprendizaje y, a su vez, una actividad rica de aprendizaje en el sentido del modelo educativo del CCH.

En nuestras estrategias de aprendizaje y evaluación tomamos en consideración al estudiante y su desarrollo intelectual, por ello nos importan sus expectativas, nivel inicial de conocimientos y habilidades, estilo de aprendizaje, ritmos e intereses…, en fin, sus necesidades y proyección futura.

Por otro lado, la evaluación debe extenderse a todos los aspectos conceptuales, procedimentales y actitudinales que conforman el proceso enseñanza-aprendizaje y no limitarse en sus métodos a ejercicios escritos de papel y lápiz, sino buscar nuevos y variados instrumentos de observación y obtención de información y datos sobre lo que aprendió el alumnado.

Además, es necesario ampliar la evaluación más allá de lo que supone la actividad individual del estudiantado y extrapolarla a la evaluación del ambiente de la clase, del funcionamiento de los equipos, de las intervenciones del profesorado. En síntesis, hay que romper con la concepción de la evaluación como simple enjuiciamiento de los aprendices y hacerles notar que realmente se trata del seguimiento de una tarea colectiva, para incidir positivamente en la misma.

  • Uso de la tecnología

Así como la importancia de la computadora y la WEB en la educación están hoy en día lejos de toda duda, también lo debe estar el uso de las calculadoras en la clase de matemáticas, entre algunas razones para afirmar esto, están el que estas herramientas electrónicas liberan grandes cantidades de tiempo que, sin ellas, los estudiantes invertirían en hacer cálculos y el tiempo ganado puede utilizarse para ayudar al alumnado a comprender y usar las matemáticas en grados de complejidad cada vez más crecientes; así mismo,  tiempo y máquina juntos, son elementos que contribuyen a la comprensión de las operaciones, sus propiedades y el funcionamiento matemático de sus instrumentos de cálculo.

Las calculadoras de hoy en día son poderosas computadoras de bolsillo, aunado a esto están ahora los teléfonos inteligentes en los que ya se puede tener acceso a software como GeoGebra. Esta capacidad de cómputo, manipulación de caracteres y graficación hacen que las calculadoras y otros medios electrónicos portátiles (tablets, smartphones, etc.) se puedan utilizar —al igual que las computadoras— de tres formas diferentes en el aula:

            - para apoyar la enseñanza, (medio didáctico)

            - como fuente de aprendizaje, (objeto de estudio)

            - como herramienta para hacer cálculos.

 La calculadora permite apreciar los procesos de estimación y aproximación, así como los conceptos inherentes a ellos. Una calculadora facilita el uso de las matemáticas para resolver problemas, es decir, para concentrarse en el proceso de resolución, en lugar de hacerlo en los cálculos, asimismo su uso promueve en los alumnos la creatividad, hace que estén más dispuestos a inventar sus propios procedimientos y algoritmos, así como ponerlos a prueba, propicia la verificación en tiempo real de las soluciones en problemas ya resueltos, es compañera para el cálculo mental, instrumento de diagnóstico rápido y confiable, ayuda para decidir acerca de algunas destrezas matemáticas y fuente para el estudio de algunos procesos de pensamiento matemático. 

En esta Guía también incluimos diferentes actividades que los estudiantes deben realizar en Internet, tales como actividades con retroalimentación, uso de GeoGebra para establecer la relación entre las gráficas con sus expresiones matemáticas, autoevaluaciones y juegos didácticos, todo esto con el objetivo principal de apoyar las actividades que se realicen en el aula.