Programa de Cómputo para la Enseñanza: Cultura y Vida Cotidiana: 1920-1940

Historia de México II Segunda Unidad: Reconstrucción Nacional e Institucionalización de la Revolución Mexicana 1920-1940

Arquitectura y Urbanismo de 1920 a 1940

Propósitos: Valorar algunas manifestaciones socioculturales influidas por el nacionalismo revolucionario y su impacto sociocultural

Mayo de 2012

 

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Ciudad de México [1910]

 

[…] en 1925, cuando mis padres llegaron, la ciudad terminaba en la calle de Coahuila 123 y uno podía recorrerla a pie o en alguno de los camioncitos cuyos cobradores gritaban en todas las esquinas los itinerarios, «Roma Mérida», «Roma Mérida», aunque hubiera bastado ver los colores abigarrados con que los pintaban para saber cuál de ellos lo llevaba a uno a su destino, también cercano a bordo de los múltiples tranvías de color amarillo congo que cruzaban la ciudad…

[…] La ciudad de México crecía por entonces, a ella habían llegado muchas familias provincianas ahuyentadas por la Revolución, como bien puede verse en las novelas que Mariano Azuela escribió cuando ya vivía en la capital. En 1925 el centro estaba lleno de señoras elegantes con piel de zorro al cuello, con sombreros de fino velillo que caía coquetamente sobre el rostro, zapatos y bolsa haciendo juego, cejas depiladas y labios muy rojos y cuando cantaban las mujeres tenían la voz aguda y clarita, la voz de las mujeres abnegadas y dulces, Esmeralda y la argentina Libertad Lamarque; desentonaba Lucha Reyes, aguardentosa y dispuesta siempre a la revancha…

[…] los muchachos de antes iban trajeados y ensombrerados, de Sonora a Yucatán se usaban sombreros Tardán y se bebía cerveza Corona, ¿no decía Salvador Novo que «20 millones de mexicanos no podían estar equivocados»? En las calles de la Merced los indios usaban calzón de manta blanca y sombrero de palma y a su lado iban las mujeres con rebozo de bolita, trenzas y enaguas o vestidas con vestidos brillosos color rosa mexicano, no se veía el color, pero sabemos que era rosa mexicano, abundaban los niños callejeros, los mendigos, los perros sarnosos y los tamemes que cargaban sus enormes bultos o que en épocas de lluvia transportaban sobre su lomo a los niños o a las mujeres de clase media cuando la ciudad se inundaba, sus calles enlodadas; por Corregidora o Jesús María, junto a los cajones de ropa, había puestos de fruta o de verduras frescas colocadas en perfecto equilibrio como en el famoso cuadro de Olga Costa...

[…] Antes de la Segunda Guerra los almacenes alemanes Bocker vendían los mejores productos de tlapalería de la ciudad, esos productos que ahora se venden en una casa Bocker disminuida y en muchas de las tlapalerías de las diferentes colonias y sobre todo en los Wall Marts, convenientemente distribuidos en sitios estratégicos de la ciudad, o también al lado del periférico, como por ejemplo los Price Club's o el Sam's. En la Merced, en cambio, las cosas se vendían (aún se venden) al mayoreo o al menudeo, abundan y abundaban los cajones, esas tiendas de antigua prosapia colonial, donde se instalaron hacia 1920 los inmigrantes judíos, algunos todavía ejerciendo su oficio de aboneros, otros produciendo ellos mismos la mercancía que vendían, aunque luego emigraron a la colonia Hipódromo, cerca del Parque España y del Parque México…

Margo Glantz (2004), “México: el derrumbe”

 

Antecedentes

 

La Ciudad de México, señala Escudero (2008: 107-112), durante las dos ultimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX manifestó una gran expansión, con un cambio estructural de la urbe que rebasó el viejo casco colonial (actual Centro Histórico), al crearse nuevas colonias que la unieron con los pueblos como San Ángel, Tlalpan, Tacuba y Azcapotzalco. Colonias que se crearon en los bordes de ríos, lagunas y calzadas, como las de Reforma y Tlalpan o el camino de Tacuba-Azcapotzalco, con lo cual desaparecieron ranchos, haciendas, ríos y canales, además de generar la demolición de bienes eclesiásticos en el viejo centro de la ciudad, con lo cual la metrópoli perdió algunos de sus rasgos coloniales y lacustres, además de presentar un crecimiento de manera desordenada. En este desarrollo urbanístico a algunas de esas colonias se les dotó de la infraestructura de una ciudad moderna, pero la mayoría se fraccionaron sin servicios básicos. Lo que mereció el siguiente comentario de los expertos (Toussaint et al., 1938: 16):

 

Un estudio especial debe hacerse del periodo comprendido entre 1857 y nuestros días, pues desde entonces viene a ser México casi una nueva ciudad que pierde personalidad para afrancesarse y ayancarse [sic], sin plan definido; al despojarse de muchas de sus características.

 

Colonia Juárez de la Ciudad de México [ca. 1900]

Colonia Juárez de la Ciudad de México

 

Con lo que la vieja traza virreinal de la ciudad comenzó a verse influenciada por afrancesamientos en el Porfiriato, los llamados neoestilos arquitectónicos, y posteriormente por influencias urbanísticas estadounidenses; como la incorporación al trazo urbano de lo que podríamos llamar una avenida principal (main street), como podríamos considerar a las avenidas San Juan de Letrán o Juárez de esa época.

 

Avenida Juárez [ca. 1940]

San Juan de Letrán [ca. 1934]

 

Lo que anunciaba el nuevo desarrollo que presentaría, con base en grandes avenidas asfaltadas, un extendido y eficiente sistema de tranvías, el tendido de alumbrado público, además del incremento en la circulación de automóviles y camiones; a lo que se agregaría la extensión de los servicios públicos, para culminar con el arranque de la arquitectura moderna mexicana y el surgimiento de un nuevo concepto de lo que la nueva modernidad consideraba debía cumplir una ciudad para ser moderna.

 

Calle de Tacuba [ca. 1925]

Ruta Tacubaya-Mixcoac-San Ángel [ca. 1925]

 

Una metrópoli que, para el inicio del Maximato en 1929, se presentaba de la siguiente forma, al decir de las autoridades (Talleres Gráficos de la Nación, 1930: 482):

 

Los límites de la ciudad son, al norte, el camino de la marina y la calle de Santa Cruz Atenco, la delegación Azcapotzalco, los ríos Chico y Unido y la delegación de Guadalupe Hidalgo; al oriente, el cerro del Peñón y el puerto central aéreo; al sur, el río de la Piedad, la delegación Iztacalco, la calzada de Niño Perdido, la delegación de General Anaya, la Barranca del Muerto y la delegación de San Ángel, y, al poniente, el pueblo de Santa Fe, las Lomas de Chapultepec hasta la avenida de las Palmas, el rancho de Sotelo y los linderos con el Estado de México.

 

Guía ROJI de 1928

 

Una ciudad capital a la que además se le suprimió el régimen municipal en 1928, con las reformas introducidas a la Constitución, que estableció un gobierno para el ahora llamado Distrito Federal, que estaría a cargo del Presidente de la República con un Regente designado por él, además de las autoridades de dieciséis delegaciones políticas, por lo que sus pobladores estarían imposibilitados de elegir a sus gobernantes hasta el año de 1988. Cuando los capitalinos pudieron elegir delegados a una Asamblea de Representantes, que funcionó hasta 1997 cuando fue reemplazada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF); año en que los capitalinos también pudieron elegir, por sufragio universal, a un Jefe de Gobierno para la ciudad.

 

Ciudad capital que, como ha sido señalado (Romero 2010: 40):

A la vez que la urbe aumentaba en tamaño, también aumentaban las posibilidades de sus habitantes, tanto en fuentes de trabajo como en opciones educativas y en alternativas de ocio. Despachos de comidas y bebidas, paseos públicos, teatros, corridas de toros, juegos de destreza física, salas cinematográficas y salones de bailes, serían tan solo una parte de esa variada oferta.

 

En especial los cinematógrafos, ya que en la década de los veinte se abrieron los modernos cines Odeón, Granat, Palacio, Regis, Monumental y Balmori, para satisfacer el apetito desbordado de los cinéfilos.

 

Cine Odeon [ca. 1920]

 

Cine Granat [1920]

 

Además de salones de baile, que hasta la fecha y en nuevos establecimientos están en la preferencia popular, como fueron el Salón Rojo (1900), el Palacio de Mármol [El Gato Negro] (1906), el Tívoli del Eliseo (1913), el México (1920), el Colonia (1922), el Swing Club (1930), el Smyrna Dancing Club (1935), el Astoria (1935), el Centro Social Los Ángeles (1937), sin dejar de mencionar las llamadas canoas fandangueras o danzoneras del Canal de la Viga (1920), utilizadas en los aún frecuentes paseos.

 

Cantina de la Ciudad de México [ca. 1925]

Salón Colonia [1925]

 

Población de la ciudad de México (1900-1950) Fuente: Censo General de Población

1900

1910

1921

1930

1940

1950

344,721

471,066

615,367

1,029,068

1,448,422

2,249,221

“Dinámica de crecimiento de la población de la ciudad de México (1900-1980)” en: Garza Gustavo [compilador] (1988), Atlas de la Ciudad de México, México, DDF/COLMEX, 1988

 

Salón Rojo [ca. 1920]

Night Follies Dancing [1928]

 

También existían, dentro de los establecimientos que se puede nombrar aquí, cantinas y teatros como el Esperanza Iris, Politeama y Lírico. Que, aunado con los efectos derivados de la estabilización lograda con los gobiernos de la posrevolución y el impacto de las políticas implementadas por el Estado Benefactor, contribuyó a impulsar una imparable migración que se puede apreciar en los censos de población.

 

Teatro Politeama [ca. 1930]

Teatro Esperanza Iris (actual Teatro de la Ciudad) [1930]

 

Además de que se había logrado la consolidación de los modernos almacenes que existían en el centro de la ciudad, que ofrecían toda clase de artículos personales y para el hogar, distribuidos en múltiples departamentos.

 

El Palacio de Hierro (Martínez, 2005)

 

 

El Puerto de Liverpool

Referencias


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