Programa de Cómputo para la Enseñanza: Cultura y Vida Cotidiana: 1940-1970

Historia de México II Tercera Unidad: Modernización Económica y Consolidación del Sistema Político 1940-1970

El cómic de 1940 a 1970

Abril de 2012

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Las series de Chamaco

 

Los Supersabios de Chamaco

 

En Chamaco se dio a conocer la serie Los supersabios de Germán Butze, que se publicó en el diario Novedades de 1936 a 1946; por Pepín los siguiente dos años, para regresar a Chamaco hasta 1953; terminando por aparecer como publicación quincenal propia hasta 1968. Conformó un cómic para adolescentes, que mostraba formas de vida propias de la modernidad alemanista, con vestimentas y contextos muy estadounidenses, donde se confronta el mundo de la aventura con el patetismo de las formas de la vida cotidiana urbana vista por los jóvenes. Sus relatos alternan la vida de personajes de la clase media con escenarios de viajes interplanetarios, que se confrontan con la complejidad del mundo doméstico; en donde se desarrolla un complejo entramado de relaciones y pasiones humanas juveniles, que narraba las aventuras de dos jóvenes científicos, Paco y Pepe, a quienes acompañaba Panza, un regordete adolescente caracterizado por su voraz hambre, su afán de aventura y su inseguridad.

Estos personajes principales trataban de impedir las perversidades del sabio Solomillo y de su acompañante, el nefasto Médico, en la imaginaria ciudad de Picamosco. En la trama los jóvenes científicos se rodean en sus aventuras de diversos personajes, como la familia de Panza integrada por su fastidiosa madre, Pepita Piñón, el egoísta abuelo Don Seve y una huérfana, Clavelito; otros personajes femeninos son las novias de los supersabios, Rosa y Violeta, que son hijas del banquero Rosado del Rosal, a las que se suma la enamorada de Panza, Pola.

Los Supersabios de Chamaco

 

 

Otras de las series principales serían Tirando a gol (que daría lugar posteriormente a la serie El pirata negro) de Joaquín Cervantes Bassoco, que apareció a mitad de la década de 1940; en donde se narraban las aventuras de un futbolista enmascarado que es la estrella del equipo Necaxa, al mismo tiempo que combate a los gángsteres que ensucian el deporte, personificados por el abogado Johnston, y el licenciado Zepeda y sus esbirros: el Rorro y el Chato Gómez. El héroe deportivo utiliza un antifaz de pirata, como Batman, y también ingresa a su residencia por un túnel secreto, donde comparte su morada con su fiel mayordomo, el Güero; mantiene cubierta su personalidad secreta con la ayuda de dobles, a los que identifica simplemente con un número.

Pies planos de Cervantes Bassoco, apareció en la revista deportiva El ring en 1940, para incorporarse en 1942 a Chamaco, manteniendo su publicación por otras editoriales hasta 1959; narra las desventuras, pasiones y complejos humanos de un boxeador técnicamente impecable, pero que tiene los pies planos, lo que lo atormenta y deprime afectando su desempeño boxístico cada vez que escucha su apodo; en la trama se presentan vívidas descripciones de la violencia sanguinolenta del boxeo.

 

Tirando a gol de Chamaco

 

Pies Planos de Chamaco

 

Wama. El hijo de la jungla (conocida posteriormente como Tawa), también de Joaquín Cervantes Bassoco, se publicó de 1944 a 1953 en Chamaco, para continuarse como revista hasta 1958 y después cambiar el nombre a Tawa, el hijo de las gacelas, que aparecerá como revista hasta 1970. Narra las aventuras selváticas de un Tarzán, casado con Lupita, a quien engaña con cuanta forma femenina se le pone enfrente; convive en lugares oníricos y con seres monstruosos, como humanos con cabeza de gorila, otros con apariencia de boa, león, cocodrilo o sapo, mujeres libélula, simios alados, pigmeos con la boca en la frente y ojos en las mandíbulas, además de otros monstruos. En Tawa aparecerá un compañero con cara de niño, Etreuf, que como su nombre lo indica, es un fortachón que habla invirtiendo las letras.

 

Rolando el rabioso, de Gaspar Bolaños, apareció en Chamaco en 1939 y continuó posteriormente su publicación como revista independiente hasta 1974; integraba una sátira de las hazañas medievales, en temáticas que en esa época se difundía en la literatura popular y sobre todo en el cine, incorporando a la trama particulares referencias culturales mexicanas. Las aventuras transcurren en el reino de Brutaña, cuyo monarca es Ricardo Corazón de Pollo, a quien sirve el caballero andante. Rolando tiene como auxiliar al escudero Pito Loco, que trata de sobrevivir entre la fidelidad a su amo y su natural cobardía al tratar de apoyar a su señor; que es poderoso y valiente, pero también caprichoso, bruto y pasional, el cual mantiene una relación amorosa con la dama Urlanda, en cuyo contexto se parodia el amor romántico, al incorporar referencias mexicanas tomadas de los boleros que se cantaban en esa época.

 

Padrinos y vampiresos, de Bismark Mier, apareció en Chamaco a mitad de la década de 1940, en donde se recrea con humor el mundo pachuco de esas épocas, que había sido recreado por Germán Valdés, Tin Tán, con su modo de vida, costumbres y lenguaje. Formas culturales que se diseminan en nuestro país acompañando la emigración de los braceros por la guerra mundial. Su trama se inicia al regresar a la ciudad de México el pachuco Poca Luz, procedente de Los Ángeles, California, quien se incorpora al grupo de sus viejos amigos: el Güele de Nochi, Creciente, Inocentito, el Apagao y la gorda Pimenia, en sus trapacerías al prójimo; en un contexto urbano de vecindades, cabarets y los barrios bajos de la capital, donde aparecen diputados, chafiretes, cabareteras y policías corruptos.

 

Wama. El hijo de la jungla de Chamaco

Rolando el rabioso de Chamaco

Padrinos y vampiresos de Chamaco

 

Colegialas ejemplifica el tipo de series creadas para consumo femenino, de las clases medias urbanizadas de las ciudades de la modernidad, que vivían el sueño alemanista; fue publicada en Chamaco a mitad de la década de 1940, con argumentos de la poetisa Rosario Sansores y dibujos atribuidos a Daniel López. Narra las venturas y enredos de tres modernas, y por supuesto guapas, jóvenes colegialas de clase alta: Lucia es la estudiosa y bien portada, Carmela únicamente aspira a ser estrella de cine, mientras la rubia Margot es asediada por un vejete solterón, el Tío Juan.

Otras series, con temas de misterio como El Monje Loco, aparecieron en Chamaco en esos años, a partir de un argumento de Carlos Riveroll del Prado y dibujos de Juan Reyes Beiker. Sus tramas fueron tomadas de acontecimientos de la nota policiaca o roja de la época, al describir situaciones de suspenso con una temática que era tratada con bastante ironía, a partir de situaciones en donde se manifestaban las perversidades humanas; las cuales siempre se revertían, de forma moralizante, hacia sus autores. La historieta se desarrolló a partir del éxito de una serie radiofónica de gran difusión, donde el personaje principal, un monje que contaba la historia, advertía: Nadie sabe… nadie supo…la verdad en el espantoso caso (tema del capítulo), que terminaba con una risotada para iniciar su contenido.

También se desarrollaron series bélicas, de corta duración, como Escuadrón 2001 de Sealtiel Alatriste Batalla, cuya trama describía los temores de una mujer, cuyo esposo era piloto de esa unidad militar que combatía en la guerra. No se trataba del tipo de material gráfico que podía cautivar a los niños, sino de un mensaje melodramático dirigido al sector femenino y sus temores al enfrentar los horrores de la guerra, el deber patriótico del involucramiento del país en el conflicto y la posible muerte de sus seres queridos, con personajes totalmente incorporados a la modernización de la época, que pertenecían a la clase media.

 

Colegialas de Chamaco

El monje loco de Chamaco

Escuadrón 201 de Chamaco

 

Referencias


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