Propiedades Textuales

Lee los siguientes textos inéditos escritos por algunos alumnos del Colegio:

Jamás creí en el azar ni en la casualidad, pero debo confesarte que me equivoqué porque a final de cuentas el destino nos llevó a esa tarde lluviosa de mayo, cuando yo -con un pedazo de periódico, unos zapatos llenos de lodo y enojada como un toro-, me encontraba en la esquina de aquella calle donde estaba ese café inglés delicioso. (López, 2011)

Quisiera tener la iniciativa y talento suficiente para crear mi propia empresa y llegar a exportar mis productos. He pensado en varias ideas: una sociedad de mariachis con mujeres (donde las contraten para llevar serenata a sus enamorados, cambiando las tradiciones). También quisiera tener un café cultural, de esos que encontramos en Coyoacán, y en los que puedas tomar de un estante el libro que prefieras y lo acompañes de un rico café con los amigos. (Becerra, 2011)

Y ahí estaba yo, como todas las noches, haciendo el mismo recorrido sin rumbo. Había los mismos coches, las mismas estrellas, el mismo aire... Paso por las avenidas vacías. Hipopótamos color violeta revolotean a mi alrededor, perros con cinco patas lamen los restos de fresas de puestos ambulantes; sigo caminando. Me topo con el mismo hombre de siempre, quien me ha permitido, después de años, verle el rostro carcomido por el acné. No me asusta. Nos tomamos del brazo y me lleva por lugares recónditos, inimaginables. (Ibarra, 2011)

Seguramente has leído algún texto como el anterior, que es difícil de comprender, debido a que no cumple con ciertas propiedades textuales. Da clic en cada una de ellas para que sepas a qué se refieren.