Actividad final

Estados latinoamericanos

Actividad final

La construcción de los estados nacionales en el siglo XIX atravesó por el proceso de crear símbolos patrios y de forjar una identidad nacional. Durante ese periodo se comenzaron a hacer los himnos nacionales que enaltecían la defensa de la libertad y de la patria, las letras han sufrido algunos cambios, no son tal cual las conocemos ahora. En esta actividad verás los ideales de la nación a través de algunos himnos nacionales latinoamericanos del s. XIX.

Ubicarás los ideales sobre la nación en la letra de algunos himnos nacionales latinoamericanos del siglo XIX para descubrir sus semejanzas.

Haz clic en las imágenes y lee con detenimiento los fragmentos de algunos himnos nacionales; identifica las temáticas que se te presentan a continuación y escribe debajo de la imagen los números que correspondan a los temas. Al finalizar contesta las preguntas y haz clic en Verificar.

  1. Llamado a la lucha o muerte en nombre de la patria

  2. Presencia de ideales ilustrados: libertad, igualdad, fraternidad

  3. Mención de caudillos, próceres o héroes

  1. Mención de los invasores

  2. Alusión a la gloria o la victoria

  3. Alabanzas a su tierra

1, 2, 3, 4, 5
1, 2, 6
2, 3, 5
1, 2, 3, 4, 5

Responde:

¿Cuál es el himno que alude más a la lucha?

El himno nacional mexicano.

¿Cuál de las temáticas está presente en todos los himnos?

La presencia de ideales ilustrados: libertad, igualdad, fraternidad.
Para comparar tu respuesta debes concluir el ejercicio.

Himno nacional argentino de 1813

fragmento

Letra: Vicente López y Planes

Música: Blas Parera

Sean eternos los laureles
que supimos conseguir:
coronados de gloria vivamos,
o juremos con gloria morir.
¡Oíd, mortales!, el grito sagrado:
¡libertad!, ¡libertad!, ¡libertad!
Oíd el ruido de rotas cadenas
ved en trono a la noble igualdad.
Se levanta a la faz de la Tierra
una nueva y gloriosa Nación
coronada su sien de laureles
y a sus plantas rendido un león.

[…]

¿No los veis sobre México y Quito
arrojarse con saña tenaz,
y cuál lloran bañados en sangre
Potosí, Cochabamba y La Paz?
¿No los veis sobre el triste Caracas
luto y llanto y muerte esparcir?
¿No los veis devorando cual fieras
todo pueblo que logran rendir?

A vosotros se atreve, argentinos
el orgullo del vil invasor.
Vuestros campos ya pisa contando
tantas glorias hollar vencedor.
Mas los bravos que unidos juraron
su feliz libertad sostener,
a estos tigres sedientos de sangre
fuertes pechos sabrán oponer.

El valiente argentino a las armas
corre ardiendo con brío y valor,
el clarín de la guerra, cual trueno,
en los campos del Sud resonó.
Buenos Aires se pone a la frente
de los pueblos de la ínclita Unión,
y con brazos robustos desgarran
al ibérico altivo león.

[…]

La victoria al guerrero argentino
con sus alas brillantes cubrió,
y azorado a su vista el tirano
con infamia a la fuga se dio;
sus banderas, sus armas se rinden
por trofeos a la Libertad,
y sobre alas de gloria alza el Pueblo
trono digno a su gran Majestad.

Desde un polo hasta el otro resuena
de la fama el sonoro clarín,
y de América el nombre enseñando
les repite: ¡Mortales, oíd!
Ya su trono dignísimo abrieron
las Provincias Unidas del Sud!
Y los libres del mundo responden:
¡Al gran Pueblo Argentino, salud!

Himno nacional del Brasil (1889)

fragmento

Letra: Vicente López y Planes

Música: Blas Parera

Oyeron del Ipiranga las márgenes plácidas
de un pueblo heroico la brama retumbante,
y el Sol de la libertad, en rayos fúlgidos,
brilló en el cielo de la Patria en ese instante.

Si el empeño de esa igualdad
conseguimos conquistar con brazo fuerte,
en tu seno, oh, libertad,
desafía nuestro pecho a la propia muerte.

¡Oh, Patria amada!
¡Idolatrada!
¡Salve, salve!

Brasil, un sueño intenso, un rayo vívido
de amor y de esperanza a la tierra desciende,
si en tu hermoso cielo, risueño y límpido,
la imagen de la Cruz del Sur resplandece.
Gigante por la propia naturaleza,
Eres bello, eres fuerte, impávido coloso,
Y tu futuro refleja esa grandeza,

¡Tierra adorada!
Entre otras mil,
eres tú, Brasil,
¡oh, Patria amada!

De los hijos de este suelo
eres madre gentil,
¡Patria amada, Brasil!
[…]

Que la tierra más garrida,
Tus risueños, lindos campos tienen más flores,
Nuestros bosques tienen más vida,
Nuestra vida en tu seno más amores.
¡Oh, Patria amada!
¡Idolatrada!
¡Salve, salve!

[…]
Mas si yergues de la Justicia la clava fuerte
Verás que un hijo tuyo no huye de la lucha,
ni teme, quien te adora, a la propia muerte,

¡Tierra adorada!
Entre otras mil,
eres tú, Brasil,
¡oh, Patria amada!

De los hijos de este suelo
eres madre gentil,
¡Patria amada,
Brasil!

Himno nacional colombiano (1887)

fragmento

Letra: Rafael Núñez

Música: Oreste Síndici

¡Oh, gloria inmarcesible!
¡Oh, júbilo inmortal!
¡En surcos de dolores
el bien germina ya!

I
¡Cesó la horrible noche!
La libertad sublime
derrama las auroras
de su invencible luz.
La humanidad entera,
que entre cadenas gime,
comprende las palabras
del que murió en la cruz.

II
«¡Independencia!» grita
el mundo americano;
se baña en sangre de héroes
la tierra de Colón.
Pero este gran principio:
«El rey no es soberano»,
resuena, y los que sufren
bendicen su pasión.

[…]

V
De Boyacá en los campos
el genio de la gloria
con cada espiga un héroe
invicto coronó.
Soldados sin coraza
ganaron la victoria;
su varonil aliento
de escudo les sirvió

VI
Bolívar cruza el Ande
que riega dos océanos;
espadas cual centellas
fulguran en Junín.
Centauros indomables
descienden a los llanos,
y empieza a presentirse
de la epopeya el fin.

VII
La trompa victoriosa en
Ayacucho truena,
y en cada triunfo crece
su formidable son.
En su expansivo empuje
la libertad se estrena,
del cielo americano
formando un pabellón.
[…]

X
Mas no es completa gloria
vencer en la batalla,
que al brazo que combate
lo anima la verdad.
La independencia sola
el gran clamor no acalla;
si el sol alumbra a todos,
justicia es libertad.

Himno nacional mexicano, 1887

fragmento

Letra: Francisco González Bocanegra

Música: Jaime Nunó

(Coro)
Mexicanos, al grito de guerra
El acero aprestad y el bridón,
Y retiemble en sus centros la tierra
Al sonoro rugir del cañón.
I
Ciña ¡Oh Patria! tus sienes de oliva
de la paz el arcángel divino,
que en el cielo tu eterno destino
por el dedo de Dios se escribió.
Mas si osare un extraño enemigo
profanar con su planta tu suelo,
piensa ¡Oh Patria querida! que el cielo
un soldado en cada hijo te dio.

II
En sangrientos combates los viste
por tu amor palpitando sus senos,
arrostrar la metralla serenos,
y la muerte o la gloria buscar.
Si el recuerdo de antiguas hazañas,
de tus hijos inflama la mente,
los laureles del triunfo, tu frente,
volverán inmortales a ornar.

[…]

V
¡Guerra, guerra sin tregua al que intente
de la patria manchar los blasones!
¡guerra, guerra! lospatrios pendones
en las olas de sangre empapad.
¡Guerra, guerra! en el monte, en el valle,
los cañones horrísonos truenen
y los ecos sonoros
resuenen
con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!.

VI
Antes, Patria, que inermes tus hijos
bajo el yugo su cuello dobleguen,
tus campiñas con sangre se rieguen,
sobre sangre se estampe su pie.
Y tus templos, palacios y torres
se derrumben con hórrido estruendo,
y sus ruinas existan diciendo:
de mil héroes la patria aquí fue.

VII
Si a la lid contra hueste enemiga
nos convoca la trompa guerrera,
de Iturbide la sacra bandera
¡Mexicanos! valientes seguid.
Y a los fieros bridones les sirvan
las vencidas enseñas de alfombra:
los laureles del triunfo den sombra
a la frente del bravo adalid.

[…]

X
¡Patria! ¡Patria! tus hijos te juran
exhalar en tus aras su aliento,
si el clarín con su bélico acento
los convoca a lidiar con valor.
¡Para ti las guirnaldas de oliva;
¡un recuerdo para ellos de gloria!
¡un laurel para ti de victoria;
¡un sepulcro para ellos de honor!

Alumno: