Independencia de Texas

Independencia de Texas (1836)

El Álamo, San Antonio de Béjar, Texas.

Al lograr su independencia, México era un vasto territorio de poco más de 4 millones de kilómetros cuadrados, con una escasa población de casi 6.5 millones de habitantes, la mayoría concentrados en el centro y sur del territorio y en las principales ciudades como la Ciudad de México, Monterrey, Zacatecas, Puebla, entre otras.

La lejanía, el difícil acceso a la región norte llamado el septentrión, las divisiones internas de los grupos políticos y la falta de recursos del país impedían regular la situación del norte, al mismo tiempo que frenar la ambición de colonos extranjeros y acaparadores de tierra, y la política expansionista del gobierno de los Estados Unidos. Dando por resultado la guerra que culminó con la separación de Texas (1836) de México y su posterior anexión a los Estados Unidos (1846).

Veamos cómo se desarrolló este proceso histórico:

El origen de la Guerra de Texas

Puedes revisar el mapa El imperio de Iturbide julio de 1822 – marzo de 1823 en el Atlas histórico de México

Texas durante la época colonial

Misión de San Antonio de Valero.

El territorio que comprende el estado de Texas formó parte del imperio Español desde 1535 cuando fue descubierta por Alvar Núñez Cabeza de Vaca, explorador español.

Durante la época colonial, las autoridades fundaron cuatro presidios y diez misiones, de las cuales solo una logro sobrevivir: San Antonio de Valero y su presidio adjunto llamado San Antonio de Béjar fundados en 1718. La primera colonia civil en la provincia de Texas estuvo formada por 16 familias y cuatro solteros provenientes de Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias): 56 personas en total. Origen de lo que después fue la ciudad de San Antonio, capital de Texas.

Conflictos territoriales entre España y los Estados Unidos

Desde inicios de los años 1800, los Estados Unidos de América disputaron a España el territorio norte de la Nueva España, tomando como pretexto la poca claridad en los límites territoriales de ambos países. En 1808 España decretó los límites de Texas: al sur en el río nueces, al noroeste hasta el río Medina y por su corriente hasta el paralelo 100 grados.

Para frenar la expansión de los Estados Unidos, España aceptó firmar el “ Tratado de amistad, arreglo de diferencias y límites entre su Majestad Católica y los Estados Unidos de América” y accedió la Florida Occidental. En el tratado se ofreció a los españoles que vivían en los territorios perdidos, vivir en Texas. En 1820 se otorgó el permiso a Moisés Austin para establecerse en Texas con 300 familias. El gobierno español autorizó a los colonos más de 400 hectáreas de tierra por familia y exención de impuestos, con las siguientes condiciones: prohibición de vender las tierras, ser católicos, no introducir esclavos, hablar el idioma español y acatar la constitución española. Estas condiciones atrajeron a muchos colonos sobre todo estadounidenses y emigrantes europeos.

A cambio, Estados Unidos renunció a los reclamos sobre Texas y ganó la posibilidad de reclamar territorio hasta el océano Pacífico (transcontinentalidad).

El Texas mexicano

En 1822, el gobierno mexicano ratificó las mismas condiciones para los colonos texanos. Los cuales nunca respetaron: vendían las tierras, eran protestantes, importaban esclavos y hablaban inglés.

Con la Constitución de 1824, Texas formó parte del Estado de Coahuila, generando malestar entre los texanos por una supuesta pérdida de autonomía y obstaculización a su desarrollo económico. Ante esta situación y apoyados en el informe del general Manuel Mier y Terán, el Congreso del país promulgó en 1830 una nueva “Ley de Colonización” que trataba de regular la entrada más colonos extranjeros. Al mismo tiempo que trataban de estimular la migración de colonos mexicanos hacia Texas, con nulos resultados.

Colonos de América del Norte, siglo XIX

La nueva Ley de colonización causó malestar entre los colonos texanos acostumbrados a regirse bajo sus propias normas. En 1832 los colonos convocan a una Asamblea donde exigen separación de Coahuila, la abolición de la prohibición de entrada de norteamericanos, una prórroga de exención de impuestos y la expedición de títulos de propiedad para colonos “ilegales”. En 1833 se realizó una convención anglo-texana solicitando la redacción de una Constitución texana a cargo de Samuel Houston.

Para evitar problemas en la frontera norte, el Congreso mexicano aceptó las peticiones de los colonos, además de crear nuevos ayuntamientos, se autorizó el uso del inglés y se aprobó el “juicio por jurado”.

Para los años treinta del siglo XIX, la población texana era en su mayoría (8 de cada diez habitantes) de procedencia anglosajona por lo que su independencia era inminente.

Independencia de Texas

A pesar de que el gobierno mexicano aceptó las exigencias de los colonos, los texanos encabezados por Samuel Houston y un grupo de anexionistas, declararon su independencia en 1836, con el pretexto estar en contra del gobierno centralista impuesto en México, apoderándose de San Antonio Béjar y de El Álamo.

Paralelamente el gobierno de Estados Unidos establece tropas militares en la frontera de Texas con el pretexto de cuidar la integridad del territorio estadounidense y el gobierno mexicano, liderado por Santa Anna organizó un ejército de aproximadamente 6 mil hombres para enfrentar la rebelión.

En marzo de 1836 el ejército mexicano tomó El Álamo fusilando a los defensores del fuerte, así como a los prisioneros capturados. Santa Anna dividió a su ejército en tres secciones, al mando de una de ellas salió en persecución de Samuel Houston hasta el río San Jacinto donde decidió descansar. Allí fue sorprendido y, después de una batalla donde perdieron la vida 500 soldados, fue apresado por el general Houston.

Cuadro: Rendición de Santa Anna a Samuel Houston.

El presidente mexicano a cambio de su vida, firmó los Tratados de Velasco, donde se comprometía a no tomar las armas contra Texas, a apoyar su independencia, a reconocer los límites hasta el río Grande (río Bravo) y a suspender las operaciones bélicas. A pesar de que Santa Anna era un prisionero, el general Vicente Filisola acató las órdenes de retirar las tropas mexicanas. Apoyados por el gobierno estadounidense, quienes proporcionaron armas, dinero y voluntarios, declararon en Washington la Independencia de la República de Texas el 2 de marzo de 1836.

Al finalizar la Guerra de México con Texas, el gobierno de Estados Unidos reconoció a Texas como país soberano de manera inmediata y con miras a anexarla a su territorio. El gobierno mexicano no reconoció la Independencia de Texas, siendo considerada una provincia rebelde a reconquistar. Este acto afectó las deterioradas relaciones con Estados Unidos y fomento más su expansionismo justificado en la “Doctrina Monroe”.

El Congreso de Estados Unidos aprobó la anexión de Texas en 1845 reclamando a México el Estado de Coahuila y presionando para comprar California y Nuevo México. Estos hechos dieron origen a un conflicto mayor que culminó con la invasión de las tropas estadounidenses a México, una de las guerras más injustas de la historia.

Ahora realiza el ejercicio 4