Comercio interior

Comercio interior

Durante los siglos XVI-XVIII el comercio fue una de las principales actividades económicas novohispanas fuertemente reguladas por los españoles. Distinguimos el comercio interior en la colonia y el exterior de la Nueva España con otras naciones.

Comercio interior

Por los caminos que conducían principalmente a los centros mineros, transitaron regularmente comerciantes españoles e indígenas, funcionarios, ganaderos, arrieros, mineros, misioneros, religiosos, artesanos soldados españoles, nómadas chichimecas, etc.

Las recuas de mulas, los carros y carretas jalados por mulas o bueyes y las espaldas de los tamemes indígenas, transportaron miles de toneladas de alimentos, ropas, calzado, productos de maguey, yerbas olorosas y especias, productos tropicales, herramientas, objetos suntuarios, libros, medicinas, cobre, cueros, sal, azogue, plomo, equipo minero, enseres domésticos, artículos para la limpieza, implementos agrícolas, entre los productos más importantes se encontraban el maíz, trigo, fríjol y forraje. Todo lo necesario para mantener las poblaciones mineras.

“De regreso a la Ciudad de México, arrieros y mercaderes transportaban la plata quintada que por derecho recibía la Corona, así como el pago de las mercancías vendidas y los envíos de particulares a sus parientes y socios en las ciudades novohispanas o en España. También era el medio para remitir la plata obtenida de los procesos judiciales especialmente de los remates de los “bienes de difuntos”. Aunque hay pocos estudios sobre la producción de la plata a lo largo del periodo colonial de las cifras registradas por Alejandro de Humboldt en el periodo de 1785 a 1789, los ingresos de las cajas reales de las intendencias mineras de la Nueva España ascendieron a 9,730,000 marcos de plata, siendo cada marco equivalente a ocho pesos y medio. Casi desde finales del siglo XVII hasta mediados del siglo XIX, la producción de plata en la Nueva España aporto al menos la tercera parte de la producción mundial y, en ocasiones llegó a superar el 60 por ciento.”

Román Gutiérrez, José Francisco “ El Camino Real de la Plata, mito y realidad” en: México en el tiempo... p. 15

Durante el siglo XVII, al lado de la mina, se establecieron ranchos y haciendas y obrajes, dando origen a importantes ferias comerciales, como la feria de San Marcos, y mercados locales, principalmente en el noroeste del territorio, incrementando aún más el comercio interno. En el centro del territorio, los mercados conservaron la organización y costumbres observadas en los tianguis indígenas. Al sobrevenir una severa escasez de víveres, las autoridades establecieron la alhóndiga granero municipal-, con el propósito de controlar los precios del maíz y trigo y garantizar el abasto de alimentos, así como los abusos de los intermediarios.

El comercio de la Nueva España, tanto interior como exterior, estuvo dominado por el Consulado de Comerciantes de la Ciudad de México, creado en 1592, agrupó a los grandes comerciantes mayoristas, tuvo organismos, tribunales y derechos especiales con atribuciones para ejercer tareas de gobierno, y de cobro y administración de impuestos, como el de alcabala (pago por toda venta o permuta de mercancías). Para mediados del siglo XVIII, los comerciantes del Consulado, compraban todas las mercancías que llegaban de España y de oriente vía la nao de China convirtiéndose en un monopolio que dominó el comercio interior, incrementando aún más su riqueza. Lo que le permitió convertirse en prestamista de mineros y empresarios novohispanos.