Evidencias

Evidencias

Cuando Margulis propuso por primera vez la teoría endosimbiótica, muchos científicos se rehusaron a aceptarla. Sin embargo, existen evidencias abundantes de que por lo menos la mitocondria y cloroplasto se originaron por endosimbiosis.

La evidencia de que las mitocondrias y los plastos surgieron a través del proceso de endosimbiosis son las siguientes:

  • El tamaño de las mitocondrias es similar al tamaño de algunas bacterias.
  • Las mitocondrias y los cloroplastos contienen ADN circular - al igual que los procariotas- mientras que el núcleo eucariota posee varios cromosomas lineales.
  • Están rodeados por una doble membrana, lo que concuerda con la idea de la fagocitosis: la membrana interna sería la membrana plasmática originaria de la bacteria, mientras que la membrana externa correspondería a aquella porción que la habría englobado en una vacuola.
  • Las mitocondrias y los cloroplastos se dividen por fisión binaria al igual que los procariotas (los eucariotas lo hacen por mitosis).
  • En general, la síntesis proteica en mitocondrias y cloroplastos es autónoma.
  • En mitocondrias y cloroplastos encontramos ribosomas 70s, característicos de procariotas, mientras que en el resto de la célula eucariota los ribosomas son 80s.

Hoy en día ha quedado demostrado con suficiente evidencia el origen por simbiogénesis de las mitocondrias y los cloroplastos de los eucariotas, Margulis también propone que por este mismo proceso de incorporación simbiótica, una espiroqueta pasó a formar los (flagelos) undulipodios y cilios de los eucariotas, único paso sobre el que, al día de hoy, existen discrepancias entre la comunidad científica.

Aún en la actualidad somos testigos de procesos de simbiosis entre organismos, como es el caso de animales fotosintéticos (verdes) como: Elysia viridis, Convoluta roscoffensis, que conservan durante varios meses los cloroplastos de las algas que se comen; o de bacterias que participan en la digestión de la celulosa en las vacas, algo semejante sucede en las termitas Mastotermes darwiniensis, en el tracto digestivo de estos insectos que se alimentan de madera, habita un protozoario Personympha, con éste, ciertas bacterias de tipo espiroquetas, establecen una relación en la que se pegan en la membrana y actúan a manera de cilios ayudando en la locomoción, las espiroquetas obtienen a cambio alimento y protección. Encontramos también ejemplos de relaciones simbióticas en plantas como las que aseguran el aporte de nitrógeno en Gunnera manicata, gracias a una cianobacteria.

Hoy en día se conocen muchos ejemplos de bacterias, que se localizan en células eucariotas a modo de simbiontes, aunque no han llegado al grado de integración que observamos en mitocondrias y cloroplastos.